Vigo registra menos alquileres que antes de la pandemia: pocos y cada vez más caros
VIGO
El año pasado se depositaron 5.070 fianzas con un precio medio récord, de 648 euros al mes
09 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Cada vez se alquila menos y más caro en Vigo. Los datos del Observatorio de Vivenda de Galicia, dependiente de la Xunta de Galicia, así lo confirman. En el 2024 se firmaron en la ciudad 5.070 contratos, la menor cifra desde el 2020, año del inicio de la pandemia, y 412 menos que en el 2023, que cerró con 5.482. En 2019, justo antes de la llegada del coronavirus, también se firmaron más, concretamente 5.348. Las inmobiliarias de la ciudad coinciden con los datos del observatorio: «La oferta es la más baja de los últimos años», confirma Jaime Torres, el director comercial de Remax Balaídos.
La diferencia aún es mayor si se compara con 2022, año en el que se firmaron 5.642 nuevos alquileres en la ciudad, 572 más que en 2024, o 2021, cuando se depositaron 5.532 fianzas, 462 más que el año pasado. En cambio, en 2020 se formalizaron 4.943, solo 127 menos. Además, el precio medio de la vivienda también es el más alto de la serie histórica. Alquilar en Vigo ya cuesta 648 euros, 36 más que lo que se pagaba en 2023. El salario mínimo interprofesional en España en 12 pagas es de 1.323 euros, lo que implica que una persona con este sueldo debe destinar el 48 % de sus ingresos a pagar una vivienda en la ciudad, diez puntos más que en 2019, cuando el precio medio del alquiler en Vigo era de 495 euros, 153 menos que lo que se paga hoy de media.
Estas cifras coinciden también con el incremento de las viviendas de uso turístico en la ciudad. Hoy hay 2.174 pisos dados de alta en Vigo frente a los 1.600 de enero de 2024, lo que significa que hay 574 más en tan solo un año. Además, los datos del Instituto Nacional de Estadística también muestran que las viviendas turísticas representan ya un 3% del total del parque inmobiliario en el centro. En todo el municipio ya ocupan un 1,12 %, muy cerca del de Madrid (1,23 %) o Barcelona (1,22 %).
Que la oferta de alquiler baje, mientras sube la cantidad de pisos turísticos se debe para Adolfo Telmo Pérez, portavoz del Sindicato de Inquilinos de Vigo, «a que el mercado está en manos de especuladores». Recuerda que «un individuo que tiene un piso y lo trocea por habitaciones no es un empresario ni un emprendedor», denuncia. El portavoz del sindicato también incide en que «no es normal que una persona destine más de la mitad de su sueldo en un alquiler. Trabajamos para malvivir y eso no puede ser. Por eso, en los sindicatos queremos una rebaja del 50 % de los precios del alquiler por ley», explica.
Para Josué Doval, director de la inmobiliaria Doval y asociado de la Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalin), la crisis se explica con la poca oferta de viviendas que hay disponibles en la ciudad y en «en el mayor reparo» que tienen los dueños para poner en alquiler su vivienda, ya que «la ley defiende más al inquilino que al casero». Además, también recuerda que en la ciudad y, en España en general, «cada vez hay más familias y la demanda ha crecido mucho». Se refiere a que «desde después de la pandemia hay más unidades familiares, que pueden ser solteros, parejas o matrimonios con hijos».
Doval también opina que esta situación no se arreglará ni con el nuevo PXOM ni con las viviendas sociales que el Gobierno autonómico promueve en Navia. «Las viviendas que está haciendo la Xunta no se podrán poner en alquiler y otras que se promueven, como las del Barrio do Cura, son más elitistas por sus precios», explica. Para él, la solución puede estar en alguno de los Planes Especiales de Reforma Interior (PERI) de la ciudad «que llevan bloqueados desde hace 50 años». Recuerda que, en zonas como Fragoso, hay grandes espacios que permitirían crear bastantes viviendas en la ciudad.
La reducción de la oferta y la subida de los precios también ha provocado que los requisitos para poder alquilar una vivienda sean cada vez más exigentes. El proceso se dilata y, también, se complica. «Antes, un piso tardaba cuatro o cinco días en colocarse, pero, ahora, suele estar disponible un mínimo de dos semanas», cuenta el director comercial de Remax Balaídos, Jaime Torres. En su oficina de la calle A Coruña la mayoría de pisos con los que trabajan son para vender: «Solo están disponibles para alquilar un 6 % del total», explica. Son pocos, pero no se alquilan tan rápido como en el pasado: «Es cierto que hay mucha demanda, pero parte de las personas no cumplen los requisitos establecidos por los dueños», explica. Torres recuerda que la situación y la ley actual también provoca que poner en alquiler una vivienda «sea un riesgo más grande para los dueños».
Ayer, en el portal inmobiliario más utilizado solo había en Vigo 440 viviendas disponibles para alquilar, 362 en el centro. Las más baratas, estudios de menos de 40 metros cuadrados. «La opción que están tomando muchos inquilinos es la de vivir fuera del centro o en otros concellos del área», explica Josué Doval. «Es una tendencia que está ocurriendo en otras tantas ciudades de España», incide. El asociado de la Asociación Galega de Inmobiliarias opina que la «escasa oferta» provoca que los precios sigan creciendo, «aunque llegará un punto en el que ya no podrán subir más porque los salarios son los que son», concluye. Mientras, en Vigo ya hay 4.197 personas apuntadas al registro de demandantes de vivienda de la Xunta que buscan alquilar frente a las 1.515 que quieren comprar.