«Para el puente de Santiago siempre había ya un lleno», dicen los hosteleros
27 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Tener que compatibilizar votaciones y vacaciones afecta directamente a los hoteles. En Baiona, epicentro del turismo de la comarca se resienten de la demora en las reservas. «El puente de Santiago siempre estuvimos al cien por cien y esta vez aún no sabemos lo que va a pasar», advierte el veterano de los empresarios hosteleros de la zona, Ezequiel Simons. Tanto él, con 57 años de experiencia y la mitad de las habitaciones del casco urbano repartidas entre sus tres hoteles, como los gerentes de otros del centro confirman que las elecciones están afectando a las reservas y no solo a la ocupación prevista.
«Nosotros tenemos completo ya el hotel, tanto para julio como en agosto. Sin embargo, sí hemos recibimos llamadas de clientes preguntando sobre qué pasaba con sus reservas si les tocaba finalmente formar parte de alguna mesa electoral», apunta Suso Méndez, propietario del Pazo de Mendoza. En su caso, la duda se despeja fácilmente porque se pueden anular las reservas de forma gratuita siempre que sea con quince días de antelación a la fecha de entrada y los clientes temerosos tienen fechas de entrada a partir del 20, «así que aún pueden cancelar hasta el 5 de julio». Sus clientes suelen además repetir cada año. «Ocho de las once habitaciones que tenemos se reservan para diez o doce días seguidos y de un año para otro», explica el empresario. Rafa Pereira, dueño de la pensión El Mosquito, también en la fachada principal de la villa, reconoce igualmente cómo se ha ralentizado el proceso porque los turistas están pendientes de si el 23 de julio toca mesa o playa. «Lo habitual a estas alturas es que ya tuviéramos ocupado julio al 70 %, pero aún estamos al 50 por esos temores de última hora por las votaciones. Para la primera quincena de agosto sí que estamos ya al completo y, en la segunda al 80 % porque aún hay margen», apunta Rafa Pereira.
El mayor impacto colateral de los comicios será en Galicia, considera el sector local. «Santiago ya no es un festivo nacional. Aquí y en otras comunidades, la gente aún puede hacer puente con algún día libre y, aunque no esté de vacaciones propiamente dicho u organice salidas lejos, apuestan por el turismo de playa si el tiempo acompaña y sí se desplazan a nuestra comarca. Baiona siempre llenó por el Apóstol, es algo histórico», insiste Simons.
En los tres hoteles que tiene entre el conjunto histórico y la playa de Santa Marta, que son el Bayona, el Pinzón y el Bahía, tienen a día de hoy una ocupación del 75 % para julio que sube al 90 % en agosto, con previsión de llenar, como siempre, en función de las previsiones meteorológicas.
Aún sigue habiendo repunte de peregrinos, por el Camino por la Costa sigue siendo de los que más crecen, «pero la afluencia baja drásticamente en verano porque son meses en los que se disparan los precios y hace demasiado calor para caminar hacia Santiago».
Entre los que barajan las mejores previsiones de ocupación para el verano, están el parador Conde de Gondomar, que ya está al 90 % de ocupación para el verano y el cámping Bayona Playa, donde inician la temporada acariciando ya el 95 % confirma su responsable, Pedro Gómez. Este establecimiento de privilegiada ubicación sobre la playa de Ladeira ya colgó el cartel de lleno el año pasado y estrena más instalaciones de categoría superior.
Baiona cerró el año 2022 con unos datos históricos de ocupación turística y el lleno de Semana santa y de la Arribada, apuntan a que se consolide la tendencia, pero falta aún saber con exactitud el impacto de las elecciones, por ejemplo. En el 2022 Baiona resurgió tras la pandemia superando las estadísticas de la década cosechando un 88 % de ocupación en julio, 96 % en agosto, y manteniendo aún el 80 % en el mes de septiembre