El conflicto de lindes dura casi un siglo y va camino de llegar a los tribunales
20 ago 2024 . Actualizado a las 01:29 h.La polémica sobre la ubicación del faro de Cabo Silleiro se remonta prácticamente a los inicios de la puesta en marcha de la linterna que preside la entrada sur de la ría de Vigo, hace un siglo. Ahora, un prolijo estudio encargado al ingeniero Ángel Bravo inclina de nuevo la balanza a favor del municipio de Oia en el histórico litigio geográfico que mantiene con Baiona, según explica la alcaldesa oiense, Cristina Correa. Este informe resucita el debate, cuando lo que están en juego no solo los terrenos de la Autoridad Portuaria de Vigo, sino también el hotel de alto standing que ultima la empresa Lightouse en el propio faro.
El pleno de Oia acordó en el 2017 constituir una comisión de deslinde y fue este organismo el que encargó el nuevo estudio. «Se trata de un concienzudo y profuso informe pericial que está basado en mucha investigación y documentación histórica y que concluye que el faro está en Oia», indica Correa. La regidora justifica sus reivindicaciones en varios aspectos, como el acta de señalización de los mojones comunes a ambos municipios del 6 de marzo de 1890 y en la documentación recogida y reproducida en el libro Luces del Sur, de Fernando Costa Goberna y Manuel Expósito (farero en Silleiro), publicado por el Instituto de Estudios Vigueses.
La proyección sobre el terreno de los límites recogidos en aquella acta del siglo XVIII, «la única que fue acordada por ambos municipios», no coincide con la del Instituto Geográfico Nacional, que es la que sitúa el faro en Silleiro. Aquel acto de amojonamiento se hizo, añade Cristina Correa, sin material gráfico, solo con referencias, por lo que el problema es ubicar los puntos geográficamente. «La investigación de Ángel Bravo concluye que el ámbito del faro de Silleiro está en territorio de Oia. Es interpretable, por lo que, seguramente, esto acabará en la vía judicial», señala la alcaldesa.
El Concello de Oia ha encargado también otro informe a una jurídica externa especializada en deslindes de montes para avanzar con el procedimiento, aunque el de Oia y Baiona parece uno de los muchos conflictos por lindes de Galicia sobre el que tendrán que determinar los tribunales.
El gobierno oiense basa también su demanda en la investigación del historiador Costas Goberna y el farero Manuel Expósito. Oficialmente, las instalaciones dependían del Concello de Oia tras su inauguración, desglosa su trabajo. Allí era donde estaban empadronados los primeros torreros que se encargaron de su mantenimiento y donde tenían que tributar sus impuestos, aunque luego lucharon para hacerlo en el Ayuntamiento de Baiona, puesto que el faro está más cerca de esta localidad que de Oia y les resultaba más cómodo pertenecer a este municipio.
La crónica de los enfrentamientos entre los torreros y el municipio de Oia comienza, según la documentación que consultaron ambos investigadores, en el año 1926. «En la actualidad pertenecemos a Oia, distante de este faro a 14 kilómetros y no a Baiona, distando seis kilómetros», se quejaban los torreros en un escrito.
Los fareros finalmente lograron empadronarse en Baiona en el año 1934 y ambos ayuntamientos entraron en conflicto por asignarse la potestad de cobrar impuestos a los fareros. Actualmente, la instalación no debe tributar en ninguno de los dos ayuntamientos, pero la polémica sobre su titularidad sigue existiendo.
En Baiona no tienen dudas sobre el dominio. «Los dos faros están en Baiona. Así lo dice el Instituto Geográfico Español», sostiene el alcalde, Jesús Vázquez Almuiña, que considera que no hay discusión posible. Además, añade el regidor, «todos los servicios los da el Concello de Baiona: agua, saneamiento, recogida de basura, mantenimiento de accesos, desbroces y asfaltado».