Sacan a la luz el pan de oro original de la capilla de Santa Liberata de Baiona

La Voz BAIONA / AGENCIA

BAIONA

Oscar Vázquez

Tres restauradoras recuperan la policromía original del retablo barroco

13 nov 2024 . Actualizado a las 12:56 h.

Las mismas manos que hace dos años consiguieron que Baiona recuperara el esplendor del retablo mayor de la Iglesia de Santa María, de 1726, están sacando ahora los colores originales del de la capilla de Santa Liberata y los resultados son igualmente prometedores. Celia Casás, al frente de la empresa de restauración de bienes patrimoniales Ara, apuntaba entonces que el conjunto de la excolegiata, no era la única joya del Barroco en el entorno. Hablaba de otro «auténtico tesoro» a escasos metros de distancia, y ahora ha empezado su descubrimiento.

Como si de un proceso de alquimia se tratase, Celia Casás, Eva Costas y Alejandra Casás trabajan minuciosamente para descubrir la policromía original del monumental retablo de la capilla de Santa Liberata. Tal y como preveían y confirmaron con las catas previas, bajo una capas de pintura que se aplicaron hace unos cuarenta años estas profesionales han conseguido que comience a brillar el pan de oro de primera calidad que recubre prácticamente toda la obra y las técnicas utilizadas hace tres siglos para dar forma a los diferentes motivos que la componen. Tanto el retablo de la excolegiata como el de Santa Liberata, explica Casás, son del maestro redondelano Antonio del Villar. Ambos se sometieron a alteraciones similares y la intervención de estas guardianas de la historia es «recuperar la policromía original darle unidad a la obra y devolverle su valor artístico».

La cuenta atrás para que los baioneses contemplen como nunca antes este retablo, ya que antes de los repintados el conjunto debía estar afectado por otros factores como la humedad, comenzó con el mes. «Primero hicimos la limpieza y saneado de la madera y ahora estamos eliminando el repinte», explica. Trabajan a unos ocho metros de altura porque la labor «comienza siempre por el ático». Allá arriba sigue la figura de Santiago Matamoros mientras que otras dos tallas han descendido ya para ser tratadas, como en un quirófano. «Hay que hacer muchas pruebas químicas para obtener la fórmula magistral para cada elemento decorativo y después viene el mecánico, con bisturís, escarpelos y paletinas», indica Casás. Cada elemento ha de recibir un tratamiento específico en función del diagnóstico previo.

Oscar Vázquez

Se enfrentan a un repintado, «que no eran el método apropiado para una intervención y que, al igual que en la ex colegiata, tapaba la policromía original, que es la de mayor calidad» y además con pintura industrializada, «que aún deteriora más la primigenia. También hay algunos elementos en los que se detectó el efecto de las termitas, pero no activas. Se presume un trabajo tan complejo como el del autor, artífice de pliegos en las vestimentas de los santos o las decoraciones florales que ganan en relieve visual. «La pintura original es un estofado sobre pan de oro», indican. Para estas profesionales que aman su trabajo, preservar el legado cultural y artístico de su comarca, ya que son de Nigrán, es un plus añadido, aseguran.