El diseño de Gerardo Collazo consigue reproducir todos los detalles del icónico monumento de 15 metros en una pieza 2,5 centímetros
10 dic 2024 . Actualizado a las 01:10 h.Baiona pone el broche de oro al año de celebraciones en honor a Antonio Palacios que se sucedieron en O Porriño y Madrid, cuna y casa respectivamente del insigne arquitecto. Un joyero de la villa ha conseguido labrar en oro de 18 quilates la Virgen de la Roca a imagen y semejanza de la que desde 1930 corona el monte Sansón. Gerardo Collazo es el autor de este diseño exclusivo de la Virgen de la Roca y «la acogida del pueblo es mi mayor alegría». Decenas de personas se han acercado ya al escaparate de esta emblemática joyería de la fachada de la villa donde hace unos días se mostró por primera vez la medalla y el veredicto es unánime. «Estamos muy contentos por la expectación que ha generado en el pueblo y el cariño con el que se ha acogido. Para mí, era prioritaria su consideración porque es la medalla de un monumento que nos representa a todos, es una cuestión emocional», explica Collazo.
Llevaba años dándole vueltas a la idea. «Muchos clientes, especialmente turistas, venían a pedirnos alguna pieza para recuerdo o regalo que representara o tuviera vinculación con la villa», indica. El interés fue en aumento según creció la afluencia de peregrinos y, de hecho, las conchas de Santiago de su joyería se han convertido en uno de los artículos más demandados para los caminantes de todas las nacionalidades que recorren el Camino de Costa. Collazo sabía que le quería dedicar esa pieza a la Virgen de la Roca pero tuvo que esperar a dar con el taller que pudiera dar forma a un diseño que dista mucho de las tradicionales, labradas, grabadas o repujadas sobre formas redondas. La de Baiona tiene un molde propio que conecta con todos los devotos y seguidores de la virgen y de Palacios, porque se trata de un diseño sencillo y carismático, de líneas puras que reproduce la figura original completa.
La joya ha sido creada con láser y rematada a mano en el taller del joyero Francisco Muñoz de Córdoba. «Me gusta porque es una pieza muy fina que refleja a la perfección lo que es la Virgen de la Roca. Es una joya monumental de tan solo 2,5 centímetros», señala Gerardo Collazo. Este es el tamaño de las piezas que ya tienen en la joyería, pero se pueden encargar con la medida que se quiera. Es una pieza exclusiva y un símbolo de identidad. «Espero que todas las personas que lleven esta medalla sientan que tienen consigo un pedacito de nuestra tierra», dice.
La pieza es un fiel reflejo del monumento promovido por el ingeniero Laureano Salgado Rodríguez que vigila y protege Baiona desde 1930, incluyendo los contrastes. Una joya contemporánea y sencilla representativa de Baiona y que manifiesta el orgullo de su pueblo por la Virgen de la Roca. La original es una talla en piedra de 15 metros de alto, se realizó en granito pero la cara, las manos y el cuello, obra del escultor madrileño Ángel García Díaz, fueron labradas en mármol de Carrara y la cruz de la corona es de porcelana.
La de Gerardo Collazo, homenaje a la de Palacios y a todos los baioneses, es de oro. «El cuerpo es de oro amarillo brillo y el manto en mate mientras que la cara y el barco que la virgen sostiene en su mano son de oro blanco. La corona lleva además una circonita en el centro», describe Collazo. La medalla es una pieza única que celebra esa conexión entre pasado y presente, entre arte, fe y la identidad de una villa orgullosa de su historia.
Esa era la ilusión de Collazo y el entusiasmo de un pueblo, que ya ha hecho los primeros encargos, su mejor recompensa.