Al rescate de los dulces que se hacían en casa

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

CANGAS

XOAN CARLOS GIL

La repostera canguesa triunfa en la tele con recetas de postres tradicionales que recoge del entorno cercano

14 dic 2015 . Actualizado a las 11:42 h.

El vídeo de una centolla sirvió como enlace perfecto para terminar una etapa e iniciar otra que nunca se había planteado. Y es que Merchi Rodal (Cangas do Morrazo, 1979) sabía (y sigue sabiendo) mucho más de crustáceos marinos que de elaboración de dulces. Pero por cosas de la vida, los postres se cruzaron en su camino y a través de la televisión, media Galicia la conoce ahora por su vertiente más dulce. «Lo de entrar en el programa Larpeiros fue pura casualidad», recuerda. «Cuando empecé no tenía mucha formación en pastelería. Yo soy licenciada en Ciencias del Mar y estaba trabajando en un centro de investigaciones marinas, pero mis padres tienen un hotel en Cangas y abandoné un poco el trabajo para venir a ayudarles, porque en aquel momento necesitaban que alguien les echase una mano», cuenta.

Pero algo barruntaba. Como en el establecimiento familiar, los apartamentos Rodeiramar 2A, solo se sirven desayunos, a Merchi le apetecía ofrecer a los clientes algo especial «ya que es el único momento de trato más personal con los huéspedes. Por eso empecé a meterme un poco en la cocina, a hacer bizcochos y cosas sencillas y caseras, pero yo notaba que me faltaba formación en hostelería, así que empecé, junto a mi marido a ir a cursos, a ferias del sector».

Por aquella época también comenzaban a eclosionar las redes sociales y portales como YouTube ya tenían cierto tirón. «Un año, estando en Fitur, un blogger extranjero daba una charla sobre la importancia de este canal y al venirnos a casa se nos ocurrió que estando en plena Ría de Vigo y con unos apartamentos al lado del mar, qué mejor que hacer unos vídeos para enseñar a la gente cómo elegir y cocinar una centolla», resume. Así nació la que llamaron La trilogía de la centolla, que eran tres vídeos: el primero en la lonja, el segundo en la cocina y el tercero en la mesa. Casualmente, el último, dedicado a la presentación en el plato, lo vio Xosé Cermeño, el entonces director del exitoso programa de la TVG, Larpeiros. «Le gustó y me pidió si podíamos hacer lo mismo, pero con las cámaras de la tele para el programa especial de Navidad, en el 2011. Me invitaron a ir al pazo en el que se graba y me invitaron también a hacer un postre. Yo dije que sí, encantada, e hice un bizcocho de turrón blando», recuerda. Lo bueno fue que al finalizar la emplazaron, si quería, para la semana siguiente. Y así, hasta hoy. Pero viendo ya el cariz que tomaba la cosa, Merchi Rodal completó sus saberes con cursos especializados en repostería para dominar las técnicas.

Junto a la faceta audiovisual llegó el éxito editorial de la mano de Galaxia, con la publicación de su primer libro de recetas: As lambetadas de Larpeiros, el libro de cocina más vendido en Galicia en el 2013, con más de 10.000 ejemplares despachados. Ahora acaba de salir el segundo, Novas lambetadas dunha larpeira feliz y de la misma manera espera alegrar el paladar a los lectores. «Va un poco en la misma línea, son recetas basadas en postres tradicionales de Galicia y siempre incluyo alguna de alguien cercano a mí que me ha enseñado a hacerla. En este, por ejemplo, hay una receta alemana elaborada con ciruelas ácidas que me enseñó una clienta nuestra que lleva muchos años viniendo a nuestro hotel. Y también añadí la del bandullo, un bizcocho que lleva un poco de calabaza y es muy típico de aquí, de O Morrazo», relata. En el primero de los libros no pudo evitar contar con la receta del roscón de su tía Finita y la tarta de manzana a la manera de Carmen, la prima de su madre. «Es que a veces me da la impresión de que si estos saberes no quedan por escrito, se va a perder de manera irremediable la forma de hacerlos de la gente mayor», justifica. Por otra parte, ella trata de utilizar siempre ingredientes fáciles de encontrar, además de emplear productos de temporada y apoyar el comercio local.

Mientras, Merchi sigue compaginando su trabajo en el hotel con su colaboración en Larpeiros. «Cada semana presento un postre y utilizo a los huéspedes como conejillos de indias. No se quejan», constata. Las Ciencias del Mar quedan por ahora ancladas, aunque es una carrera que, como confiesa, hizo por vocación.