El cangués Pablo Graña, que piensa en cambiar a una distancia olímpica, no esperaba ganar el oro mundial
28 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Cangas siempre ha sido cuna de grandes piragüistas y sigue más viva que nunca tras el oro mundial conseguido por Pablo Graña (Cangas, 1999) en el C2 200 junto al madrileño Alberto Pedrero. El gallego compagina sus estudios de ingeniería en la Universidad de Vigo con los entrenamientos que realiza en Pontevedra. Este primer puesto alcanzado en el Campeonato del Mundo de Esprint le ha colocado como una de las grandes promesas del piragüismo español y admite que su sueño a largo plazo es participar en la competición de las competiciones: los Juegos Olímpicos.
-Consiguió el oro mundial en C2 200, una categoría no olímpica. ¿Su objetivo es cambiar de disciplina y poder acudir a unos Juegos Olímpicos?
-Sí, de hecho todos los años preparo los 1000 metros, que es la distancia olímpica. Dependiendo de lo que pase decidiré si me cambio o no. Este año mejoré bastante en los 1000 metros pero aun no fue lo suficiente. El 200 es la categoría que se me da mejor.
-También fue plata en el C1 200 en el Mundial sub-23. ¿En qué distancia se siente más cómodo?
-Me gustan ambas, pero son un poco diferentes. Acompañado se hacen más amenos los entrenamientos, pero también tienes la presión de que si algo sale mal es tu culpa. En C1 eres tú el responsable y en C2 uno tiene más nervios.
-¿Qué sintió al morder el oro?
-Sentí mucha felicidad. Creí que no entraría en zona de medallas después de los tiempos que estaba teniendo en entrenamientos y en el selectivo. No esperaba ganar el oro mundial.
-¿Qué objetivos se marca a corto y largo plazo?
-A corto plazo tengo que mejorar la distancia olímpica, los 1000 metros y a largo plazo quiero acudir a unas olimpiadas, es el sueño de cualquiera. Claramente sueño con conseguir una medalla, si llego a unos Juegos Olímpicos iré a luchar por una aunque sé que es muy difícil. No se puede decir algo así tan a la ligera, pero sí que me gustaría conseguir una metal.
-¿Cómo lleva compaginar una carrera universitaria con el piragüismo al máximo nivel?
-Estoy estudiando una ingeniería en Vigo y entrenando en Pontevedra. No me va muy bien la carrera, tengo que organizarme mejor, la verdad.
-Al final son muchas horas dedicadas al piragüismo, ¿qué es lo que más echa en falta?
-No puedo quedar como podría hacer cualquier chaval de mi edad, a veces puedo pero tengo que controlarme siempre lo máximo. Tengo que centrarme en los entrenamientos, pero por suerte tengo muchos amigos que entrenan conmigo. Tampoco tengo problema, me consuela.
-Las distancias olímpicas van variando, ¿cree que los 200 metros puede llegar a serlo?
-No sé si el 200 será olímpico.
Ojalá, pero creo que antes puede ser el 500 metros. Me vendrían mejor que el 1000, la verdad.
-Cangas es una fábrica de talentos en el piragüismo internacional, ¿deportistas como David Cal o Teresa Portela son un espejo donde mirarse?
- Sí, por supuesto. David Cal estuvo durante muchos años arriba y Teresa sigue estándolo.La verdad es que todos son referentes. Llevan muchos años en lo más alto trabajándolo, no es nada fácil.
-Con logros como su oro en el Mundial, ¿piensa que el piragüismo gallego tiene futuro?
- Sí, aunque creo que cada vez que se consigue una medalla no hay mucha repercusión social. Al final esto es piragüismo y no se le da tanto espacio como a otros deportes. Esto crearía una cantera porque si la gente lo ve y lo escucha al final siempre habría más gente que se apuntase.
-¿Por qué Cangas es una mina de promesas?
-Supongo que será porque hay muchos sitios donde remar. Gente como David Cal o Teresa Portela hicieron mucho por el deporte y tuvieron repercusión.