Hugo Bueno, jugador gallego de los Wolves: «Estoy encantado por debutar en la Premier, pero quiero más»

Iván Antelo A CORUÑA

GONDOMAR

Wolverhamton

«Menos mal que estaba listo, sino el equipo hubiera acabado con diez», dice el lateral, que ayer fue titular ante el Crystal Palace dando una asistencia de gol

19 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La historia de Hugo Bueno López (Gondomar, 2002) es poco común. Se fue a Inglaterra con 16 años, sin pasar por ningún club profesional, y el sábado, con 20 años recién cumplidos, logró debutar en Premier League con el Wolverhampton, en el triunfo ante el Nottingham Forest (1-0). Ayer fue titular ante el Crystal Palace y dio la asistencia en el 0-1 con un fenomenal centro medido a la cabeza de Adama. Fue el mejor de su equipo, pero no pudo evitar la derrota (2-1).

—Ya puede decir que ha debutado en Premier.

—Estoy muy contento porque al final es la recompensa al trabajo de todos estos años. Y además también estoy feliz por cómo fue, totalmente inesperado. Lo que dicen de que hay que estar siempre preparado por si un día surge la posibilidad es totalmente cierto y puedo dar fe. Era el final del partido, se iba a hacer el último cambio y justo se lesiona el de mi puesto. Me llamaron rápido y no dio tiempo ni a que me explicaran nada. En un abrir y cerrar de ojos ya estaba dentro del campo.

—¿Cómo fue ese momento y qué sintió? Porque el partido iba 1-0 y estaba todo en el aire.

—Sí, sí, y a parte era un encuentro en el que necesitábamos los tres puntos cien por cien. Así que me tocó entrar a un partido con muchísimo nerviosismo y con una gran tensión por parte de todos. Y lo que recuerdo es ver de repente a mi compañero tirado en el suelo. Ahí oigo una voz. Creo reconocer que era la de Joao Moutinho. Escucho: «¡Hugo, cámbiate rápido! ¡Cámbiate rápido!». Y menos mal que ya estaba listo. Tenía las espinilleras puestas y solo tenía que quitarme el peto para entrar, sino no habría dado tiempo a hacer el cambio y el equipo habría acabado con diez. Lo hice todo veloz, Entré y la verdad es que no tuve mucho tiempo para pensar. Solo me centré en estar tranquilo y ayudar al equipo en todo lo que necesitase en esos dos minutos. Sin nervios, confiando en todo el trabajo hecho durante estos años. Llevaba semanas preparado por si se daba la oportunidad, porque estaba entrando en las convocatorias. Era algo que estaba deseando, pero no fue una situación fácil.

—¿Y cómo es lo de jugar y entrenar al lado de cracs como Diego Costa, Adama, Guedes, Neves o Moutinho?

—Es una maravilla. Y más para mí que soy una persona a la que le gusta mucho aprender. Con los grandes futbolistas que hay en el equipo siempre te llevas algo de cada entrenamiento. Llevo ya años entrenando con ellos prácticamente todos los días, ahora ya comparto vestuario con ellos y la relación es más cercana.

—¿Algún detalle en concreto que le haya marcado?

—Hay muchos jugadores que me impactaron. Por ejemplo, la fuerza y la rapidez que tiene Adama. Al ser yo lateral izquierdo y él ser extremo, muchas veces nos medimos en los entrenamientos. Y luego la calidad que hay en el centro del campo con Rubén Neves, Moutinho, Matheus Nunes... Siempre impresiona verlos.

—Y también tiene a su lado a otro gallego como Jonny Otto.

—Claro, claro. Desde el principio siempre hubo un acercamiento más especial con él. Al ser los dos de Vigo teníamos más cosas en común. Para mí es un privilegio estar aquí con él y además me ha ayudado mucho. Al ser también lateral aprendí mucho de él ya que puedo consultarle dudas sobre posicionamientos.

—¿Cómo fue el primer entrenamiento con el primer equipo?

—Me cogió muy joven. Al poco de llegar. Aún tenía 16. Pusieron en el grupo de whatsapp los nombres de los jugadores que iban a entrenar con el primer equipo. Vi el mío y lo primero que hice fue contárselo a mi familia. Fue una gran sorpresa. Y al entrenar con ellos muy bien. El ambiente no es tan inglés como en otros equipos de la Premier. Hay mucho portugués y luego Jonny, Adama, Jiménez...

—Ya debutó. ¿Y ahora?

—Pues a seguir trabajando, sin creérmelo, para que lleguen más oportunidades y aprovecharlas. Estoy encantado por debutar en la Premier, pero todavía no estoy satisfecho. Quiero más. Y para eso hay que trabajar a tope.

Hugo Bueno (derecha), con el dorsal 64
Hugo Bueno (derecha), con el dorsal 64 HANNAH MCKAY | REUTERS

«Mis compañeros no se creen que tenga un gemelo que juegue en mi puesto»

Hugo Bueno recuerda sus inicios y lo duro de separarse de su hermano gemelo Guille, actual futbolista del filial del Dortmund.

—¿Cómo acaba un adolescente del Areosa en los Wolves?

—Todo viene del trabajo. Quizás fue más costoso que para el resto llamar la atención de un club como este viniendo del Areosa. El fichaje no fue fácil. Vinieron a verme varias veces y tuve que pasar dos pruebas aquí, en Inglaterra, en las que entrené y jugué con ellos durante dos semanas.

—Usted, como Santi Comesaña, sirven de ejemplo para los chicos que no pasan ni por el Celta ni por el Dépor.

—No sé si ejemplo, pero sí que es verdad que lo que tienen que ver es que si tú te propones algo lo puedes lograr con trabajo y sacrificio. Aunque no estés en un club profesional, si tú sigues haciendo las cosas bien pueden aparecer oportunidades.

—¿Cómo fue lo de irse a los 16?

—No fue fácil. Los primeros meses sobre todo, porque fue un cambio radical dentro y fuera del campo. Yo me adapté bien porque soy muy obseso del trabajo y aquí hay un gran ambiente profesional. Siempre fui de llegar de los primeros e irme de los últimos. Me costó más la vida de fuera, con acogidas en casas de familias británicas. Además, todo cierra a las seis de la tarde y esa parte se hizo más dura.

—¿Cómo fue lo de la acogida?

—Yo pensaba que iba a ir a una residencia, como sucede en España. Pero la Premier, a los chicos de fuera, quiere que vayamos con familias de acogida para que nos integremos mejor y estemos en un ambiente más familiar. No me lo esperaba, pero estuvo bastante bien la experiencia.

—También tenía a otro gallego: Erik Bugarín. Que ahora volvió y está en el Coruxo.

—Fue muy importante para mí. Yo ya lo conocía de antes por jugar una temporada en el Areosa. Luego él se fue al Celta y nos vinimos juntos a los Wolves. Fuimos juntos al colegio, estuvimos con la misma familia de acogida y la estancia aquí también fue más fácil gracias a él. Fue un gran apoyo.

—¿Y cómo lleva lo de vivir separado de su gemelo, Guille?

—Fue una situación complicada, pero todo pasó muy rápido. Yo me vine aquí, cambié mucho mi estilo de vida y él seguía haciendo la misma rutina. Ahora Gulle se fue a Alemania y estamos más distanciados. Coincidimos menos. Yo a veces puedo ir a casa cuando me dan libre, pero él igual no... Así que intentamos estar en contacto todas las tardes por videollamada. Fue duro separarnos, pero lo llevamos bien y hablamos todos los días.

—Gemelos y laterales zurdos.

—Yo era más bien extremo o atacante, pero aquí se juega con una formación de cinco y no existía mi puesto como tal. Me probaron de carrilero y me adapté rápido. Cuando empecé, le pedía consejos a mi hermano porque él estaba más acostumbrado a jugar ahí. Mis compañeros no se lo creen. Que a parte de ser gemelos juguemos en la misma posición y con las mismas características de juego.