Una profesora de Mos descubre «Los secretos de los cuentos clásicos»
21 may 2021 . Actualizado a las 20:46 h.Resulta que Caperucita Roja escondía tras su capucha hábitos consumistas inconfesables. Era una fashion victim que no paraba de comprar caperuzas de todos los estilos: con flecos, botones... No se le ocurría pensar lo que contamina la moda y la necesidad de hacer un consumo responsable. Tampoco la historia de Blancanieves es lo que parece. No se sumió en un sueño eterno por comer una manzana envenenada, sino que el daño producido por la fruta tenía que ver con los pesticidas que le habían echado.
La Bella Durmiente no se quedó en ese estado al pincharse con el huso de una rueca, sino que dormía todo el día porque se pasaba la noche conectada a las redes sociales consumiendo energía y las baterías del móvil o la tableta. Los tres cerditos construyeron su casa sin respetar la ley de costas y se encontraron con problemas.
Son solo algunos ejemplos de Los secretos de los cuentos clásicos, el libro publicado por Miriam Leirós, profesora de Mos, que ejerce como docente desde hace trece años en el colegio Antonio Palacios de O Porriño, donde en la actualidad es tutora de sexto de primaria.
«La idea era emplear los cuentos clásicos para hablar del medio ambiente de una forma más graciosa sin caer en el catastrofismo, las noticias no suelen ser muy buenas cuando se habla de esto; tiré de sentido del humor y les di la vuelta», explica la autora.
Curiosamente, recibió muchas felicitaciones de los padres, quienes le comentaron que se lo pasan muy bien leyendo la obra.
Los niños se ríen y se dan cuenta de que existen problemas ambientales. No se habían parado a pensar que El flautista de Hamelin podría contribuir a la contaminación acústica y causar problemas de salud ni que La Casita de Chocolate podía ser un puesto de comida rápida, por lo que estaría bien convencer a Hansel y Gretel para que lo cambiasen por uno de comida saludable y mucho más sostenible.
El interés de Miriam Leirós por el medio ambiente viene de hace tiempo, aunque siempre ha intentado abordarlo de una forma un tanto peculiar, no desde la queja, sino desde la educación. En la actualidad ejerce como coordinadora nacional del colectivo Teachers for Future Spain, que integra a más de dos mil docentes.
«Hemos presentado en el Ministerio de Educación una propuesta para incluir el medio ambiente de forma transversal en la nueva ley que se desarrolla ahora», comenta la profesora. También desde ese mismo colectivo han previsto una actividad para el 8 de junio, con motivo del Día de los Océanos. A los colegios que participen en las actividades se les enviarán lápices que llevarán semillas en un extremo para plantar. «Me gustaría que la gente fuera consciente de los problemas ambientales sin enfadarse, con naturalidad», destaca.
Pese a no hacer publicidad, la primera edición de su libro se vendió en un abrir y cerrar de ojos y la segunda sigue el mismo camino. «No es un proyecto empresarial ni tengo distribuidora, es personal, por concienciar», dice. Con un poco de suerte se puede adquirir en Madlibro, en Recondo de O Porriño o en la galería Mad is Mad, de Madrid.