La diseñadora gráfica Ana García creó hace tres años la marca de prendas unisex, cuyo sello de identidad equilibra tejidos sostenibles, precio ajustado y creaciones que reivindican con gracia
25 nov 2024 . Actualizado a las 17:03 h.Una mano femenina imitando a través de la colocación de los dedos la silueta de un revolver es la imagen de la marca textil Lola Pistola. Detrás de ella está la diseñadora gráfica Ana García. Desde A Ramallosa, en el municipio de Nigrán, la joven creadora desarrolla su proyecto más personal mientras a la vez, trabaja para otra empresa del sector con base en Barcelona. Allí se fue a buscar suerte, entendiendo esta palabra como sinónimo de empleo, cuando hizo las maletas con ese destino al terminar sus estudios de Publicidad y Relaciones Públicas en el campus pontevedrés de la Universidad de Vigo.
«Con 23 años me marché a buscarme la vida, estuve trabajando allí en varias cosas diferentes no relacionadas con mi formación, y más adelante conseguí empleo en agencias de publicidad. Estuve en ese sector cerca de ocho años, hasta que en marzo del 2020 empecé en una empresa como diseñadora gráfica prácticamente el primer día de la pandemia», relata sobre sus efímeros inicios presenciales, que se diluyeron mientras cruzaba el umbral.
Al final, por fortuna para ella, lo que enseguida se convirtió en teletrabajo se quedó así para siempre. Ana continúa en remoto, pero ese tiempo de pandemia supuso para ella la oportunidad de poder hacer algo más personal. «Siempre tuve esa espinita de crear algo propio, pero no encontraba el momento ni tenía los medios, lo veía muy difícil. Pero en esa situación, me vi un poco más estable y con tiempo, y me lancé a por ello», explica sobre el nacimiento de su marca propia de camisetas, sudaderas, tote bags, gorros y una familia de prendas que va creciendo poco a poco. La diseñadora comenzó a gestar ideas, buscar referencias, informarse de proveedores y pensar diseños y un nombre. «Yo buscaba uno que fuera atractivo, fácil de recordar, pero con significado y quería uno en femenino, popular y asociado con mujeres fuertes pero a la vez cercano y familiar. Lola era el perfecto», resume. La pistola se sumó para añadirle esa parte «rebelde, explosiva y energética» que quería para su marca.
Otro punto que Ana García tenía muy claro era la calidad tanto del estampado como de los tejidos. «Como consumidora, no me gustaría comprarme algo que lo lavas tres veces ya no valga para nada, así que yo lo que busco cuando creo mis productos es que destaquen también por la calidad», afirma. Por eso utiliza solo algodón cien por cien orgánico, la estampación la encarga en un taller de serigrafía donde emplean tintas al agua muy naturales que no llevan químicos, y destaca además el resto de los productos que usa en el packaging están hechos con material con certificaciones FSC de bosques sostenibles.
El tercer pilar de su proyecto es lograr también que los productos sean asequibles. «No quiero poner camisetas a 50 euros en el mercado solo para sacar beneficio, no es lo que me motiva, prefiero que sea una transacción equilibrada y seguir haciendo algo con lo que disfruto», afirma la creativa emprendedora.
La pata que equilibra Lola Pistola es el ingenio. En sus prendas unisex estampa un sentido del humor sordo, en el que la agudeza de las propuestas la ponen las dos partes, la que lo lleva y la que lo ve. Hay feminismo, pero advierte que tampoco quiere usarlo como arma de venta. «No es un tema del que haya que sacar provecho. Yo busco conceptos que la gente vea y se identifique. Como cuando vas por la calle y un chaval, o peor, alguien que a lo mejor no te lleva ni cinco años, va y te llama señora. Llevarlo escrito es como darle la vuelta a los términos que se usan de forma peyorativa y apropiarse de ellos. Todos tenemos un poco de señora, y de maruja, es un mensaje de empoderamiento», explica. «Busco divertir y reivindicar de manera divertida cosas con las que la gente se identifica», señala. En sus propuestas hay una sudadera con el adjetivo friolera, en una bolsa se lee una palabra tan graciosa y obsoleta como piripi. Un gorro juega con una idea genial con sabor galaico: empanada mental.
Lola Pistola inició su andadura en diciembre del 2021. Cumple ahora tres años y su próximo encuentro directo con la gente es en el mercadillo Bule Bule, que se celebra en la plaza del Concello de Nigrán del 13 al 15 de diciembre. Su sueño a futuro es una tienda física. Por ahora, despacha online y hay varios puntos de venta riquiños que trabajan con diseño local en varias ciudades en Vaidhé (Vigo); Obradoiro (Redondela), Bonito Estudio (Barcelona) y La Tienda de la Vecina (Cádiz). La propuesta de Ana García estrenará en breve nuevo rediseño de la marca, una reactualización de su logo, de la web y más materiales a la venta.