El mosaico romano de Panxón regresa a Nigrán tras una odisea internacional

Monica Torres
Mónica Torres NIGRÁN

NIGRÁN

cedida

La pieza, una joya del siglo III d.C., será expuesta provisionalmente en la sala de usos múltiples del Muíño de Porto do Molle

14 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El mosaico romano de Panxón, considerado una de las mayores riquezas arqueológicas de Nigrán, regresará definitivamente a su localidad el 18 de enero tras un periplo de más de cinco años. La obra, desaparecida durante casi dos décadas, fue localizada en 2018 en Nueva York en el catálogo de la casa Carlton Hobbs y desde entonces ha pasado por Londres, Madrid y Cádiz. Este regreso culmina un esfuerzo de recuperación liderado por el Ayuntamiento de Nigrán y la Asociación para la Repatriación del Mosaico Romano, creada específicamente para agilizar los trámites necesarios.

El Concello financió 40.000 euros de los 58.000 que costó la adquisición de esta joya, con la condición de que se integre en el patrimonio municipal y se exponga en un espacio público. A partir de su llegada, el mosaico será exhibido provisionalmente en la sala de usos múltiples del Muíño de Porto do Molle, un espacio que será acondicionado con medidas de seguridad y vigilancia específicas para proteger la obra. Además, contará con una musealización a cargo de Árbore Arqueoloxía, que incluirá información detallada y fotografías en alta resolución de otros hallazgos arqueológicos de Panxón, como las piezas descubiertas tras un derrumbe en la playa de A Madorra en enero de 2023.

El mosaico, de un metro cuadrado y perfectamente conservado, representa fauna marina con gran detalle y colorido, destacando un enorme pez de 67 centímetros (un mújol) y una pareja de almejas. «Es impresionante, perfectamente conservado, su color y precisión son fascinantes. Recuperarlo tras tantos años de lucha es un logro histórico y emocionante», declaró el alcalde Juan González, también historiador.

La historia del mosaico es tan fascinante como su valor histórico. Documentado en los años 70 por el arqueólogo Fernando Acuña Castroviejo, quien lo consideró una pieza única de la época galaico-romana, se sabe que el mosaico apareció en el siglo XIX en el Castro de Panxón y perteneció a Umbelina González Lavandeira. Originalmente de mayor tamaño, partes de él se rompieron al permanecer expuesto en una finca, por lo que sus dueños decidieron embutirlo en una mesa para conservarlo. A finales del siglo XIX pasó a la colección Blanco-Cicerón y, tras ser subastado en Madrid en el año 2000, desapareció hasta su localización en Nueva York en 2018.

El alcalde destacó que esta obra del siglo III d.C. no solo será un emblema de Nigrán, sino también un referente nacional. «El valor histórico es incalculable. Este mosaico no solo nos conecta con nuestro pasado romano, sino que se convertirá en un símbolo del municipio reconocido en toda España. La ciudadanía comprenderá su importancia cuando tenga el lujo de verlo de cerca», afirmó.

Además de su exposición provisional en el Muíño de Porto do Molle, el Concello organizará visitas guiadas, talleres didácticos y actividades para vecinos y turistas que quieran conocer de cerca esta joya arqueológica. Mientras tanto, se buscará una ubicación definitiva que garantice su conservación y acceso público, consolidando al mosaico como uno de los principales tesoros culturales de Galicia.