Eva Martínez: «El deporte es parte de mi medicación para la diabetes»

Antía Cuadrado VIGO

O PORRIÑO

XOAN CARLOS GIL

Correr fue la luz a final del túnel le salvó de la enfermedad y de sus miedos

01 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Eva Martínez (O Porriño, 1968), es una gran aficionada de las maratones y de carreras de medio fondo, deporte que debe compaginar con su diabetes gestacional, que le detectaron hace ya 22 años. Sus inicios en la enfermedad fueron una tortura, al saber que tenía diabetes se le cayó el mundo encima. Hoy, después de muchos ensayos y errores, de sustos y miedos, ha aprendido a controlarla, sobre todo, a la hora de correr. El deporte le ha ayudado a equilibrar sus niveles de glucosa y a aceptar su condición y a demostrar que los límites no los pone la diabetes, los ponen sus ganas de vivir.

—¿Cómo ha sido su debut con la diabetes?

—Lo supe poco después de nacer mi hija. Tuve un embarazo poco controlado y en 1998 la prueba de la glucosa no estaba pautada para las embarazadas. Cuando estaba de 6 ó 7 meses empecé a encontrarme mal y no sabía por qué. Iba a consulta pero no me hacían caso. El embarazo acabó siendo desastroso, con una cesárea, problemas de tensión y, finalmente, diabetes. Perdí muchísimos kilos, comía pensando que estaba delgada por no comer, la gente me decía que vivía estresada… pero nadie buscaba la verdadera razón de mi problema. Un día, tras un susto grande, fui al hospital y ahí empezó todo. Me pautaron insulina diaria tras debutar con 300 de glucosa en sangre (lo normal es tenerlo entre 90 y 130).

—¿Cómo fue a partir de ese momento practicar deporte?

—Siempre fui una chica activa pero empecé a correr en serio justo cuando debuté, poco a poco y siempre acompañada por mi marido. Primero solo hacía 5 kilómetros y ya me parecía muchísimo, ahora corro 42 y acabó la carrera en rango, aunque comiendo alguna gominola por el camino. Desde ese momento corrí ya cuatro maratones (dos en Madrid, dos en Oporto y una en Viena) y muchas medias maratones. Para mí es todo un logro.

—¿Cambió su vida después de ser diagnosticada?

—El día que me dijeron que era diabética empecé a llorar, se me cayó el mundo encima. De repente me sentí mortal. Me surgieron muchos miedos, me preocupaba por lo que comía, adelgacé muchísimo… Fue traumático pero con el tiempo fui aprendiendo y aceptando que voy a vivir con la diabetes toda mi vida. Es una enfermedad complicada pero que te permite vivir. Si me hubiesen dicho que iba a ser capaz de correr 42 kilómetros, varias veces, y seguir viva después de llegar a la meta, no me lo creería.

—¿Cómo compagina ahora la diabetes con el deporte?

—No hay fórmulas sagradas, la teoría es más fácil que la práctica. Antes de empezar compruebo mis niveles de glucosa, procuro que no sean bajos porque al hacer ejercicio suele bajar el azúcar. Para las hipoglucemias, siempre llevo algo de comer en el bolsillo. Por el camino voy controlando con el glucómetro mis niveles y estoy pendiente de como me siento. Si notas un cansancio excesivo, mareos o temblores, puede ser síntoma de una hipoglucemia; o si estas muy sediento, cansado e incluso con ganas de vomitar, puede ser una hiperglucemia. Yo soy muy cabezota y cuando tengo que recuperarme de un bajón de azúcar, no suelo parar, sigo corriendo y voy comiendo por el camino, pero no es lo ideal.

—¿Que significa el deporte para usted?

—Siempre digo que no tomo pastillas porque practico deporte. Me pongo a hacer deporte y todo el cansancio mental se va, me quedo liberada. Para mí es parte de la medicación para la diabetes, me quité esa idea que tenía de que estaba condenada de por vida. Puedo hacer todo lo que me proponga. A veces piensan que por ser diabética no voy a poder hacer ciertos deportes, pero solo yo sé hasta dónde puedo llegar.

«Pasé de tener miedo a salir a correr todos los días. Todo es proponérselo»

La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a alrededor de 15.000 niños, solo en España. Eva Martínez sin embargo, fue diagnosticada en la edad adulta. Su madurez y su experiencia vital le permitieron gestionar la situación de forma sana y positiva, agarrándose al deporte como medio de escape y de desahogo. Correr es desde entonces su mayor aliado con la diabetes.

—¿Qué deporte le recomendaría a los jóvenes que acaban de debutar?

—Creo que cualquiera, todos van a ayudar. Recomiendo huir del sedentarismo, cada uno es diferente pero deben buscar algo que les motive, ya sea en grupo o individual. La carrera es algo muy fácil porque necesitas solo unas zapatillas y ponerte a correr, pero no puede convertirse en un sacrificio, sino algo que de verdad les guste.

—¿Cuál es la mejor forma de combatir el miedo a hacer deporte con diabetes?

—Hay que arriesgar, atreverse. Yo pasé por ese período de tener miedo a todo, de no querer hacer nada, sentirme enferma, e incluso pensar que se había acabado mi vida, pero eso no te lleva a nada. Si me hubiesen dicho al debutar que sería capaz de salir a correr todos los días... no me lo creería. Si te lo propones puedes llegar a hacer de todo. Hay que evitar la frustración, asumir que ahora hay que adaptarse a las circunstancias que nos marca la diabetes pero hacer que la enfermedad también se adapte a nuestra forma de vivir. Lo importante es seguir haciendo cosas, sin renunciar a nada y aprovechar al máximo. Poco a poco se incorporarán nuevos avances que nos permitan a los diabéticos vivir mayor tranquilidad y disfrutar con más libertad del deporte.