Gabriel Marcelli: «La clave ha sido regularidad, constancia y buena cabeza»

O ROSAL

CEDIDA

El rosaleiro considera que no perder nunca la fe durante la temporada ha sido clave para ser campeón mundial

24 sep 2019 . Actualizado a las 10:43 h.

Gabriel Marcelli (O Rosal, 2000)quería despedirse de TR2 siendo por primera vez campeón mundial. Fue el objetivo que se marcó a principio de temporada y el domingo lo hacía realidad con un triunfo que considera el premio a la constancia y a no haber perdido nunca la fe en que el título era para él. Lo luchó «con el cuchillo entre los dientes», asegura, y un fin de semana perfecto puso el broche de oro a un año que espera que sea el aperitivo de lo que está por llegar.

-¿Cómo resumiría lo vivido en este fin de semana?

-Fue de diez, mejor imposible. Me llevé el sábado la primera pole de la temporada, el domingo victoria en carrera y nos llevamos el Mundial. Además, en España y con gente de O Rosal apoyándome, algo que me motivó todavía más. Me preocupaba que me supusiera una presión añadida, pero lo llevé muy bien. La pole fue como un puñetazo en la mesa, una manera de decir que venía a por todas y que no iba a dejar ni un solo pie de esos que dices: «¡Mierda!». Me motivó mucho.

-Llegaba a un punto del líder, Grattarola. ¿Iba con algún plan o estrategia para recortarlo?

-No. Alguna persona me habló de esa posibilidad, pero yo opté por no hacerlo, preferí afrontarla como una prueba más, como si no me jugara el Mundial. Es complicado, porque inconscientemente tiendes a fijarte en tu rival, y más cuando haces pole y él sale por delante de ti. Pero mi idea era fijarme lo menos posible, hacer mi carrera, ir a mi bola y pilotar como sé sin obsesionarme con él.

-¿Lo consiguió?

-En las primeras zonas estaba nervioso, al final sabes lo que te estás jugando. Hice un cinco en una de las zonas complicadas y ahí vi que él la había pifiado más que yo y eso me quitó presión. Al final estás pendiente porque también te van diciendo. Al acabar la primera vuelta me comentaron que iba primero, no sabía por cuántos puntos, pero pude administrar la ventaja sabiendo que podía permitirme algún error.

-¿Dónde ha estado la clave para ser campeón del mundo?

-Constancia y regularidad. Solo me bajé del podio en la primera prueba y fui quinto, el peor resultado del año. Eso y tener buena cabeza es lo que me ha permitido llegar al final con opciones.

-Al principio de la temporada su objetivo era el título. ¿Lo vio peligrar en algún momento de la temporada?

-Sí, reconozco que a mediados de mundial, antes de la primera victoria, no lo veía tan claro. Toby Martyn me amenazaba bastante y Grattarola también estaba ahí, pero había varias carreras por delante. Portugal fue un antes y un después. Conseguí ganar, Matteo hizo sexto y Toby décimo y fue un punto de inflexión. Me convencí de que tenía opciones. Necesitaba quedar por delante en un par de pruebas, podía hacerse y así fue. Me dije: «A por todas y a luchar cada carrera hasta la última zona, con el cuchillo entre los dientes». Nunca perdí la fe en que podía ganar.

-¿Cómo recuerda el momento en que sabe que ya es campeón?

-Cuando le llevaba veinte puntos de ventaja mi mochilero me paró para enseñármelo y eso me relajó porque solo lo hace si las cosas van bien. Con un cero en una de las zonas que me quedaban era suficiente para ganar y lo hice justo en la siguiente. A partir de ahí ya iba eufórico, gritando por el camino. Seguí lo mejor que pude y cuando acabé ya fue lo más de lo más, me vine arriba.

-¿Qué le dijo Grattarola?

-Tenemos buena relación y hablamos antes sobre las zonas. Después ya me dio la enhorabuena y me dijo que había pilotado muy bien. Delante de mí se lo tomó muy bien, de vuelta a casa ya no sé qué pensaría...

«Ojalá consiga ponérselo un poco más difícil a Toni Bou en Trial GP»

Marcelli tenía claro desde principio de temporada que esta iba a ser la última para él en TR2. El piloto de Montesa, que tiene por compañero de equipo a su referente, Toni Bou, se siente preparado para dar el salto a la máxima categoría, aunque ahí sí que no se atreve e momento a marcarse objetivos.

-¿Cómo se plantea la próxima temporada ya en Trial GP?

-La idea es dar el salto e intentar hacerlo lo mejor posible los primeros años, aprender y no ponerme objetivos ambiciosos. Es el escalón final que me quedaba por dar, porque categoría más complicada que esa ya no lo hay. Solo me propongo hacerlo lo mejor que pueda y, a partir de ahí, el tiempo dirá dónde debo estar.

-Competirá con su compañero de equipo y gran referente del trial, Toni Bou. ¿Cómo es su relación con él?

-Nos llevamos muy bien, es muy buen tío, llano, amable. Conversar con él es como hacerlo con una persona normal y corriente, ¡quién lo diría con los títulos que tiene! Por suerte puedo entrenar a veces con él, me da consejos y recomendaciones, entiende la moto mucho mejor que yo. Me recomienda trazados y es un placer compartir equipo con él.

-¿Se ve haciéndole sombra en el futuro?

-Va a ser especial competir con él y a ver qué tal se da. Ojalá se lo pueda poner un poco más difícil, pero ser mejor que él es imposible porque es una máquina, es de otra galaxia. Pero siempre se le puede apretar e intentar que no se duerma. Para eso quedaba años de trabajo y tengo margen de tiempo, pero cuanto antes empieces a trabajar en ello, mejor.

-¿Y ahora vacaciones?

-Ahora me voy a O Rosal unos días a disfrutarlo pero enseguida a trabajar. Hay que celebrarlo porque uno no es campeón del mundo todos los días... ¡a no ser que te llames Toni Bou!