Clarinetes con menos madera y más timbre

Monica Torres
mónica torres REDONDELA / LA VOZ

REDONDELA

Helena Cal

El lutier de Redondela Benito Queimaliños vende para Bélgica los primeros instrumentos construidos con pakwood. «Teñen máis armónicos e mellor calidades de son», confirma el experto

28 jun 2024 . Actualizado a las 00:59 h.

Benito Emilio Queimaliños García es un lutier de Redondela especializado en construir instrumentos gallegos de viento y percusión. De su taller salen gaitas de diversas tonalidades, flautas de pico y traveseras o clarinetes primitivos, baquetas o mazos de bombos que viajan por todo el mundo desde hace años. Además, este artesano y músico, es el artífice de los primeros clarinetes fabricados con pakwood, un compuesto de madera y resina, que ya suenan en Bélgica. Hasta allí se fueron las primeras creaciones en madera sintética que el artesano redondelano concluyó en diciembre y que le quitaron de las manos en cuanto las mostró en las redes sociales.

«Quería explorar as calidades sonoras e mecánicas deste material e, ao mesmo tempo, poñer o meu gran de area minimizando o impacto ambiental», dice visiblemente contento por la acogida. Porque estos instrumentos son el resultado de un proyecto personal de investigación que además pretende ayudar a combatir la importación de maderas exóticas y la deforestación de zonas como el Amazonas. Comenzó fabricando una gaita que ya luce en el taller desde finales del año pasado, pero el verdadero potencial lo ha conseguido con los clarinetes. «Os clarinetes de madeira sintética teñen un mellor ton, con máis harmónicos», confirma el lutier, que hace ya más de una década hizo oficio de su pasión por la artesanía y la música tras muchos años de experiencia como ebanista.

La crisis del 2007 hizo que recondujera su trayectoria profesional y apostó por la música, ya que desde niño estuvo en el conservatorio y se formara en la Escuela de Artes y Oficios de Vigo en la construcción artesanal de instrumentos musicales de viento. Queima, sobrenombre por el que es conocido, y que hereda de su abuelo, que fue zapatero, descubre el potencial de un material que respeta la belleza y calidad de la madera natural utilizada como materia prima base, mezclada con resina.

«No Nadal presentei os prototipos e dous clarinetes foron inmediatamente a Bélxica. Agora tamén hai varios pakwood tocando en Galicia, pero tamén temos pedidos doutros países», explica. Además de esa «mellor calidade de son», esta madera prensada «permite personalizar aínda máis cada instrumento porque hai cores distinta», apunta. El abanico es superior al de las maderas de granadillo y ébano con las que se suelen fabricar, procedentes de África, lo que le aporta además un plus de singularidad. No se ahorra en costes, porque aunque sea algo más barato el material, también hay más trabajo. «Estou moi contento coa recepción dos clarinetes pakawood porque ademais dunha maior calidade de son, a pegada ambiental redúcese ao mínimo», apunta Queima.

El trabajo no cesa en su taller. «É un novo nicho de mercado. A porta ábrese a materiais da mesma calidade e menos impacto que as madeiras exóticas nos instrumentos tradicionais», insiste. Aunque también construyó una gaita con este material, no prevé que salgan más de su factoría. «Nos tubos cilíndricos si, pero nas gaitas tamén hai cónicos e o pakwood non se comporta como esperabamos, non se traballa con esa facilidade», advierte el lutier. Los instrumentos gallegos artesanos están de moda, confirma este especialista que también pertenece a Labra, la asociación profesional de artesanos de instrumentos gallegos, de reciente constitución.

Más desarrollos

Queima ha hecho también una réplica de un clarinete Goulding de cinco llaves de 1800. «Galicia é unha potencia en lutería. Agora mesmo hai máis talleres aquí que no resto de España», advierte el especialista de Redondela que cada año recibe más encargos personalizados de distintos puntos del planeta.

«O máis complicado é facer unha frauta de pico. Hai que conseguir un equilibrio entre potencia, rexistro e calidade de son». La construcción de una gaita, lleva más horas, «porque ten moitas pezas e un proceso de montaxe, adoita facerse nuns tres meses. A da gaita pode ser dun ano», explica.