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«Me ilusionaba montar otro proyecto tras la venta de La Nevera Roja»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO /LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GILXOAN CARLOS GIL

El empresario apoya nuevas «start ups» con los 80 millones de la operación

18 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Pedir comida a domicilio a través de Internet no es tan mala idea como le podría parecer a una madre tradicional. Sobre todo, si al final, además de alimentarse, uno acaba montando una empresa del gremio con 20.000 euros, se hace líder del sector y le compran la idea por 80 millones de euros. Algo así le pasó a José del Barrio, hijo y nieto de vigueses y cofundador de La Nevera Roja junto a Íñigo Juantégui, que recientemente han vendido a la multinacional Global Online Takeaway Group.

-Tras esa venta, ¿dónde está José del Barrio ahora?

-El cambio de propietarios se produjo en enero y yo estuve algo más de dos meses ocupándome de la transición. Hace unas semanas me desvinculé del proyecto para lanzar un fondo de capital riesgo orientado a impulsar start ups del sector Internet parecidas a La Nevera Roja. Acabamos de formar equipo con el fondo de inversión Venture Capital y tengo muchas ganas de iniciar nueva etapa. Se trata de invertir en empresas que acaban de nacer y cubrir las deficiencias que vimos en el sistema, que es la falta de financiación para empresas que comienzan y se encuentran casi todas las puertas cerradas.

-Eso se parece bastante a lo que pasó con su empresa...

-Sí. Es una oportunidad para cubrir ese hueco con un doble objetivo. Por una parte considero es una oportunidad de negocio y por otra es una labor interesante poder ayudar a esas empresas a cumplir sus objetivos.

-¿Quién les apoyó a ustedes?

-Un grupo reducido de inversores de confianza. Posteriormente entraron empresas familiares. Eso fue clave para nuestra expansión en el 2013 y el año pasado entró Mediaset, que nos dio el empujón definitivo.

-Cuando les ofrecieron los 80 millones no se lo tuvieron que pensar mucho. ¿O sí?

-Esa cifra no se puede confirmar. Aunque era una oferta económica buena, es una decisión que por un lado te da pena, porque es como tu bebé, pero por otro lado hay una serie de inversores que han apostado sus ahorros y su patrimonio en un proyecto de futuro pensando en obtener un rendimiento y hay que ser responsable y no poner obstáculos a algo que por otra parte también era bueno para nosotros.

-¿Reinvirtió todo el dinero en el nuevo proyecto o se ha dado algún capricho?

-Yo no tenía grandes deseos o necesidades de gastar en nada. Me ilusionaba más la posibilidad de montar otro proyecto junto a otros inversores, y somos casi veinte.

-Se habrán tomado una mariscada. ¿O llamaron a La Nevera Roja?

-Ja, ja, ja. No. Lo que hicimos fue ir al restaurante gallego Combarro, en Madrid, que me gusta mucho. Allí hicimos una comida de celebración todos los socios.

-¿Sigue vinculado de alguna manera a la empresa que fundó?

-El traspaso finalizó. Fui consejero hasta hace unos días. Ahora hay que dar paso a otra etapa. La empresa, con sede central en Berlín, tiene gente brillante y tengo la sensación de haber dejado a nuestro bebé en buenas manos.

-¿Para el usuario cambia algo?

_Algunos aspectos técnicos en la App y la web, pero para mejorar.

«Detecto en el mundo de los emedprendores que todo parece de color de rosa»

La Asociación de Jóvenes Empresarios de Vigo (AJE) cumple veinte años y celebra hoy el aniversario con un encuentro que comenzará con varias ponencias. Una de ellas, a cargo de José del Barrio.

-¿Qué les dirá hoy en Vigo a los jóvenes empresarios?

-Quiero tratar de desmitificar esto que nos ha pasado a nosotros. Se ve como algo extraordinario pero cualquiera debe pensar que puede ocurrir. Por otra parte detecto en el mundo de los emprendedores que todo parece de color de rosa, y es cierto que es una experiencia muy bonita, pero hay que estar preparado, porque el nivel de exigencia es muy alto.

-¿Cuál es su vinculación actual con Vigo?

-El arraigo es muy fuerte con esta tierra, por razones obvias. Yo viví aquí de pequeño y aunque ahora estoy en Madrid, la mitad de mi familia sigue residiendo en Vigo y yo vengo siempre que puedo.

-¿Siempre pensó en dedicarse a la empresa o se le cruzó por el camino?

-Estudié con ese objetivo, pero al finalizar me fui a Sudamérica a ayudar a unos misioneros en un hospital, pero luego ya entré a trabajar en una consultoría y ahí nació la idea de La Nevera Roja. Pasaba muchas horas haciendo un proyecto para una empresa de comida a domicilio que iba a salir a bolsa.

-¿Sigue pidiendo comida a domicilio?

-Soy un gran usuario de La Nevera Roja y siempre lo llevaré en el corazón, independientemente de que ya no esté vinculado a su día a día. Dejo allí a grandes amigos.