Un restaurante recién reinaugurado se ve obligado a cerrar de nuevo durante dos meses por los trabajos frente a Fátima
07 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando movida se escribía con V de Vigo, la ciudad era un emporio industrial y el dinero fluía a espuertas. Gobernaba Manoel Soto y muchos contratos y celebraciones se sellaban con copa y puro en el restaurante Puerta del Atlántico, en la calle Vía Norte, enfrente del santuario de Fátima. Entonces era relativamente sencillo aparcar en la puerta del afamado establecimiento. Desde hace unos días es imposible porque el Ayuntamiento ha iniciado un proceso de humanización de la calle.
El restaurante Puerta del Atlántico era propiedad de cuatro hermanos y después de una época gloriosa de bodas, bautizos y banquetes, hace nueve años tuvo que cerrar sus puertas por diversas circunstancias.
El empresario hostelero Carlos Barreiro, dueño del Central Pork, situado en la misma Vía Norte, retomó el negocio y reabrió el restaurante a principios del pasado diciembre. Ahora se llama Atlántico a secas. El éxito fue inmediato. Tras unas Navidades muy buenas para el negocio, el dueño se ha visto obligado a cerrar provisionalmente por las obras de humanización. Un enorme cartel avisa a los clientes del motivo de la clausura. «Era imposible trabajar. Las copas y los platos se llenaban de polvillo Vamos a cerrar hasta que se acaben por lo menos en la acera donde se encuentra el establecimiento», señala Carlos Barreiro, que aspira a recuperar el esplendor de antaño en un momento en que se empieza a recuperar tímidamente la economía. Durante el cierre del restaurante en estos próximos dos meses, el dueño del negocio va a aprovechar para cambiar la cocina, que estaba un poco anticuada y sustituirla por una zona de trabajo más moderna y operativa.
«Hace treinta y cuatro años que esta calle no se tocaba y hacía falta porque las conducciones estaban muy viejas», asegura la copropietaria de un ultramarinos de la zona.
Todos los negocios y locales de la zona esperan que se mantenga en Vía Norte el mismo número de plazas de aparcamiento y lamentan que no se pueda usar el solar que en su día daba servicio al Hospital Fátima y que hoy da está vallado. Es propiedad de la familia González Babé. Cuando eran titulares del hospital el terreno se empleaba para dar servicio al complejo sanitario. Desde hace años está clausurado y ello genera un inconveniente a la hora de estacionar entre los empleados del centro sanitario y los familiares de los pacientes que acuden a él.
El Concello invierte más de un millón de euros en los trabajos de humanización que efectúa Civis Global, y que afectan al tramo entre Travesía de Vigo y Escultor Gregorio Fernández. El plazo de ejecución asciende a cuatro meses. El proyecto incluye la renovación del servicio de saneamiento, abastecimiento y pluviales. Además, sumará 200 metros cuadrados de superficie ajardinada, arbolado y jardineras. El gobierno local habilitará una nueva red de alumbrado, con dieciocho puntos de luz, incluido uno en la fachada de la iglesia de Fátima, y el soterramiento de las líneas aéreas de telecomunicaciones y red eléctrica.
El Ayuntamiento se ha comprometido con el vicario del santuario de Fátima a que las obras de humanización esté finalizadas en el próximo mes de mayo cuando el templo celebra su centenario con una procesión multitudinaria y otros actos.
El concejal de Fomento, David Regades, propuso en la reunión que tuvo recientemente con el vicario del santuario ampliar la acera, instalar más verde delante del templo y dejar una zona libre de estacionamiento ya que se tiene que dar servicio a diferentes celebraciones que lo necesitan especialmente como funerales o bodas.
Además, y a petición del vicario, el gobierno de Vigo estudiará la posibilidad de incorporar el muro del acceso al templo al programa municipal de medianeras y arte urbano.