
Jean Michel Verne, periodista y tataranieto del escritor, visitó ayer Vigo como hizo su antepasado hace 140 años
08 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Ser tataranieto de Jules Verne no es, ni mucho menos, el mayor mérito de Jean Michel Verne. El escritor y periodista descendiente del insigne escritor vivió ayer su propia aventura en su primera visita a Vigo coincidiendo con el 140 aniversario de la primera que su tatarabuelo hizo a la ciudad. Tardaron prácticamente lo mismo, ya que aunque Jean Michel no vino en yate, la travesía fue algo rocambolesca. El avión a Vigo no pudo aterrizar y se perdió las vistas a la bahía. A cambio, tomó tierra en Compostela y por la autopista del Atlántico puso rumbo al Marco, donde le esperaban para dar una charla. Con este motivo también se estrenó en la sala de conferencias del museo un busto de su antepasado firmado por José Molares, autor también de la estatua del escritor en el Náutico. A su lado se colocó para la foto. «Tienen la misma nariz», opinó el alcalde, Abel Caballero, que le acompañaba en su visita.
-¿La primera?
-Sí. Y descubro una ciudad muy bonita que en ciertos aspectos me recuerda a Mónaco. Por otra parte, yo soy de Marsella, que también tiene puerto, así que me encuentro muy cómodo.
-¿Qué sabe de la presencia en Vigo de Jules Verne?
-Sabía que había estado aquí y que había dedicado un capitulo a la ciudad en 20.000 leguas de viaje submarino, que he vuelto a releer. Los psicoanalistas dirían que tiene un mensaje muy interesante.
-Usted es un periodista especializado en temas de investigación, desde política a narcotráfico. ¿Es habitual que también dé charlas por el mundo sobre su tatarabuelo o es una ocasión especial?
-Tengo una mirada un poco especial sobre su obra porque me toca la fibra afectiva. En mi labor como periodista he llevado a cabo muchas investigaciones. He publicado doce libros y estoy trabajando en el número trece. Mi mirada sobre Verne es peculiar porque me dedico, sobre todo, a analizar las entrevistas que le hicieron a lo largo de su vida, de las que se pueden sacar lecciones, al menos, de periodismo. Es algo que me interesa especialmente porque yo he hecho muchas en casi 30 años de mi vida. Respecto a su figura, suelo hablar de la visión de la sociedad y del hombre que tenía. Y en este caso, de su relación con Vigo, claro.
-¿Qué lugar ocupa la presencia de Verne en la vida de su familia?
-Es difícil de resumir. Ocupa un lugar muy importante. Hay que formar parte de ello para entenderlo.
-Hay publicaciones que afirman que parte de los parientes están hartos de él. No es verdad, ¿no?
-Si. Hay una persona de la familia que se ha posicionado en este sentido. No lo asume y puede que esté harto. Yo asumo que soy familiar de Verne pero no tengo ningún problema con eso.