Caballero ordena poner más luz en Torrecedeira para mejorar la seguridad

Luis Carlos Llera Llorente
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VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Cruz Roja tendrá que hacer programas de calle para los usuarios del albergue

15 jun 2018 . Actualizado a las 13:01 h.

Los desvíos y cancelaciones provocados en el aeropuerto de Vigo tras la desconexión de su sistema de ayuda a la navegación con baja visibilidad está generando un notable malestar en las principales aerolíneas que operan en Peinador. Las dos patronales de las aerolíneas españolas, la Asociación de Compañías Españolas de Transporte Aéreo (ACETA) y la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), que representan a Iberia, Air Nostrum, Air Europa, Vueling y Binter, entre otras, se pusieron ayer de acuerdo para lamentar públicamente que las obras del ILS del aeropuerto vigués están ocasionando problemas que les impiden operar sus programaciones con normalidad y «cumplir los compromisos» con sus pasajeros.

Las dos organizaciones no asumen el papel de responsables de desvíos y cancelaciones que les otorga a Aena, denunciando en cambio el «gran número de incidentes» que están «soportando» desde la desconexión del ILS el 7 de mayo, que ha impedido operar en la pista olívica a 120 aviones.

Las compañías puntualizan que el funcionamiento de las instalaciones aeroportuarias y las obras que se realizan «dependen directa y exclusivamente de AENA», por lo que la gestión «no solo está fuera del control de las aerolíneas, sino que, además, afecta de lleno a las obligaciones de las compañías aéreas», que se ven «impedidas» para cumplir sus previsiones, señalan las dos asociaciones en un comunicado conjunto.

«A pesar de ser causas externas a nuestra gestión, intentamos paliar en todo lo posible los inconvenientes que sufren nuestros clientes, pero debemos insistir en que no tenemos ninguna capacidad de gestión en las incidencias que se producen en el aeropuerto de Vigo», concluyen

Plan de desarrollo

Después de proponer que Peinador se especializase en tráfico nacional y dejar las rutas al extranjero a Lavacolla, Aena estima ahora por otra parte que el aeropuerto de Vigo tiene entre sus retos el garantizar una oferta de vuelos y destinos suficiente para potenciar a la terminal como «puerta de entrada del turismo nacional e internacional». Para hacer factible que se alcance ese objetivo y se lleve a cabo el plan de desarrollo del aeropuerto, el consello de la Xunta dio ayer su visto bueno a la declaración de incidencia supramunicipal del proyecto en el que se recogen diversas actuaciones para seguir mejorando las instalaciones del aeropuerto vigués y preservar su espacio ante las modificaciones urbanísticas que pueda sufrir la zona donde se ubica.

Dicha declaración salvaguarda las actuaciones interiores previstas en el aeropuerto y que cuentan con 9 millones de euros de inversión programada hasta el año 2021.

El plan sectorial de Peinador será expuesto públicamente para ser sometido a alegaciones.

Los ánimos en Torrecedeira están caldeados después de los robos y agresiones a comerciantes y vecinos. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, quiere calmar a los residentes, muy alterados por el ambiente que se vive en la zona donde la marginalidad está provocando problemas de convivencia. «Quiero transmitir tranquilidad a todos», señaló Caballero. Aseguró que «ya estamos actuando» y que se van a tomar dos medidas importantes. En primer lugar, dotar a la calle y sus aledaños de más puntos de luz. La zona resulta un tanto oscura, lo que propicia que se realicen algunas actuaciones en la vía pública que no son muy aconsejables para los espectadores. Otra de las medidas es que «hemos dicho al albergue que haga actividades de día para las personas que se encuentran en el entorno». Esta es una de las principales quejas de los vecinos respecto a la gestión que está llevando el Concello y la Cruz Roja.

Fiz Axeitos, líder vecinal, señala que el contrato con Cruz Roja lleva veinte meses en vigor y en él figura que la entidad tiene que tener «un equipo de rúa e de coidados do entorno». Hasta ahora no se ha atendido, según Axeitos, a las personas que merodean alrededor del albergue municipal.

Después de la asamblea de los vecinos, Caballero dijo ayer que conoce lo que sucede en Torrecedeira pero que los residentes «no se dejen engañar por un señor del Bloque y por gente del PP».

El alcalde reconoció que el parque de Camilo José Cela se «diseñó mal» pero «está en transformación». La falta de luz en la zona y la existencia de una pérgola convirtió el lugar en un sitio de reunión para consumir alcohol y drogas. Por eso Caballero reconoce que el lugar es «proclive a que sucedan cosas que no deberían suceder».

El alcalde subrayó que se va a colocar un ascensor para salvar el desnivel existente lo que facilitará la comunicación de los residentes con las calles aledañas.

Caballero puso de relieve las contradicciones del colectivo vecinal al afirmar en un primer momento que había que poner más camas en el albergue «pero luego hablaron de cerrarlo».

Fiz Axeitos señaló que las acusaciones de Caballero le parecen «una falla de Caballero non a min senon a diferentes colectivos e asociacions». Según Axeitos, «está acusando a moita xente de ser manipulada». El responsable de la asociación vecinal que hace unos meses se reunió con Caballero para pedir su apoyo a la Reconquista como fiesta de interés internacional, manifestó que respecto a los problemas de Torrecedeira el colectivo vecinal tendió la mano al equipo de gobierno para reunirse y abordar el problema de fondo.

Axeitos reconoce que ha habido una mejora en la limpieza del barrio ya que ahora las máquinas de limpieza están actuando con constancia en la zona. También se han producido un incremento de la presencia policial.

Pero el problema de fondo, a juicio del líder vecinal, son las carencias en la política social que hacen que en el antiguo asilo de Pi y Margall «viva máis xente que no albergue». El asilo está en ruinas y de vez en cuando al Policía se persona en las instalaciones.

La asociación de vecinos del Casco Vello reclama un plan integral en la zona que termine con los edificios en ruinas donde florecen las silvas y donde pernoctan muchas personas sin techo de las que solo algunas son conflictivas.