El compromiso con la oenegé Humi, de ayuda a Zambia, marcó los últimos años de su vida
22 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Berta Hernández Alfageme falleció el pasado martes en el Hospital Povisa, a los 49 años, tras luchar los últimos cuatro contra un cáncer. Cacote, como la llamaba su padre, se fue entre el pesar y las lágrimas de decenas de amigos que la despidieron ayer en el tanatorio de Emorvisa. Todos lo que la conocieron coincidieron en señalar la «pérdida irreparable» de una chica que tenía ese algo especial que se da en llamar ángel.
Nacida en 1969, estudió en las Jesuitinas y se formó durante un tiempo en Estados Unidos. Al margen de su vida profesional será recordada en Vigo por su implicación en la onegé Humi, de ayuda a la población de Zambia.
En palabras de sus amigas, era «apasionada, divertida, juerguista y una mujer con carácter».
Y entre los amigos de siempre estaba el músico Miguel Costas, que ayer le dedicó este breve y cariñoso texto de despedida: «Recuerdo el día que me invitaste a participar en aquel concierto. Todo salió como esperabas y quedamos en hacer una cena juntos. Nos queríamos tanto. Las risas que nos hemos echado juntos. La foto que nos hicimos y tú pusiste de portada tu sonrisa y la mía. Nuestro abrazo. Eres de las que luchan, de las que no se doblegan. Nos conocimos cuando fuimos todavía más jóvenes que ahora. Cosa difícil. Porque el que es joven es joven siempre. Tú y yo lo sabíamos. Y te me escapaste ahora. Pero recuerda que me debes una cena. Si tú no te rendiste, yo no me rendiré ahora. No se cuánto tiempo tendré que esperar todavía. Ten por seguro que me la cobraré. No se lo digas a nadie, eh. Te quiero mucho, Berta».