Jorge Blass: «El truco de teletransportación que vendí a David Copperfield lo haré en Galicia»

VIGO CIUDAD

El ilusionista madrileño estará en Vigo el sábado 11 de diciembre con un «show» muy interactivo con lo mejor de su carrera y cosas nuevas
04 dic 2021 . Actualizado a las 16:39 h.Jorge Blass (Madrid, 1980) es el ilusionista español más internacional y de los pocos que han vendido un truco a David Copperfield. El artista, que antes de cumplir 20 años ya había recogido premios tan reconocidos como la Varita de Oro de Monte Carlo, ha seguido sumando galardones y, sobre todo, aplausos y caras de asombro de quienes acuden a ver sus espectáculos. El último, Efímero Live, llegará a Vigo el sábado 11 de diciembre al Teatro Afundación (17.30 y 20.30 horas).
—¿Qué se va a encontrar el público esa tarde?
—Es un show que surgió en la pandemia. Cuando estábamos confinados empecé a hacer magia en mi estudio y después de muchos directos en Instagram perfeccioné un espectáculo para ser visto a distancia. Era yo solo y gente de todas partes del mundo comprando entradas virtuales para verme. Fue un momento muy bonito y muy participativo a pesar de la lejanía física. Al volver a los teatros se transformó en algo mucho más espectacular, con más alicientes y público presencial, pero manteniendo lo de conectar a personas que están en su casa. El sábado en Vigo lo haremos y los espectadores y yo las veremos desde el teatro.
—¿Cómo se accede a esa modalidad? ¿Sigue habiendo una taquilla de tiques virtuales?
—Lo anuncio a través de las redes sociales para que se apunten.
—¿Qué tipo de números hace?
—Es un espectáculo muy interactivo y para todos los públicos donde he puesto lo mejor de mi magia de los últimos años y otras ilusiones inéditas. Hay, por ejemplo, magia tecnológica. Hago un juego con un dron que me acompaña en el escenario y otro con las redes sociales que es una teletransportación. Es el que consiguió sorprender a David Copperfield, le gustó tanto que me compró los derechos para hacerlo en Las Vegas. Es un truco muy chulo, de mis favoritos, donde unimos mágicamente a dos personas. También hago cosas con los móviles y hay un momento en que interactúo con todo el público a la vez. Gracias a unas tarjetas que entregamos, la magia surge en sus propias manos.
—¿Pudo ver su truco en manos de Copperfield en Las Vegas?
—No he podido verlo en directo, pero sé que lo ha hecho en alguna gala. Él tiene los derechos para hacerlo en Estados Unidos y yo en el resto del mundo. Desde que se lo vendí hace unos cuatro años tenemos una buena amistad. Para mí fue algo genial porque es uno de mis ídolos de la infancia.
—¿Es habitual que los magos se compren trucos entre ellos?
—Sí, porque es un mundo muy pequeño y nos conocemos. También es habitual que los magos se roben ideas y es muy difícil luchar por la autoría. Les cambian detalles para esquivar la ley. Pero cuando llegas a cierto nivel está muy penalizado moralmente. Todos sabemos quién copia.
—¿Vender un truco al mejor postor no da para retirarse?
—No, pero no me retiraría porque ser mago es mi vocación. Tendría que pasar algo grave.
—Pues en Vigo casi le pasa...
—Sí, fue muy grave el atropello que sufrí en el 2017 al salir del mismo teatro al que vuelvo. Fue terrible, me operaron del cúbito y el radio, pero me recuperé aunque llevo unas chapas y tornillos recuerdo de Vigo, ciudad de la que soy fan igualmente. Estoy feliz de volver, no al juzgado, sino al escenario. Además, en Vigo hay una gran afición a la magia.