María José Bravo, exdirectora de Xuventude: «No hay que criminalizar a los jóvenes»
VIGO CIUDAD
Bravo Bosch estuvo en primera línea política al frente de la Dirección Xeral de Xuventude con Fraga. Ahora es profesora de Derecho Romano en la Universidade de Vigo y realiza estancias en el extranjero
10 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.María José Bravo Bosch (Ourense, 1967) no para. Vive entre aulas universitarias, proyectos, publicaciones y viajes que la llevan a impartir Derecho Romano de un lado a otro. Y todo ello después de haber dedicado parte de su carrera a la primera línea política: como directora xeral de Xuventude en el gobierno de Fraga primero y como delegada de la Xunta en Vigo con Feijoo después. Ahora es profesora en la Universidade de Vigo y en unos meses repetirá estancia en La Sapienza (Roma) para investigar la figura del tribuno de la plebe.
Su último paso por la capital italiana fue hace dos años: la pandemia la sorprendió allí mientras estudiaba la vida de Teodora, la esposa del emperador Justiniano. Fruto de ese trabajo publica ahora un libro sobre la emperatriz y su implicación en las transformaciones jurídicas de la época. También aborda la figura femenina con otro de sus proyectos recientes: un documental titulado A muller romana en Gallaecia, dirigido por ella misma.
La ocupación que desempeña ahora en Vigo, donde reside, le permite invertir buena parte del tiempo en su pasión por el Derecho Romano. «Hay quien lo ve solo como histórico, pero es fundamental. Trato de que mis alumnos lo apliquen al derecho actual y siempre de forma práctica. ¿Qué hay más actual que el derecho de servidumbre?», explica Bravo, que ha sido profesora visitante en Italia y Brasil. Entre sus destinos pendientes está la ciudad china de Wuhan, donde aparecieron los primeros casos de covid y en cuya universidad también se imparte Derecho Romano. «¿Que por qué se enseña allí? Nos permite conocer los fundamentos de muchos temas que nos ocupan hoy», reitera.
Su trabajo con los más jóvenes en las aulas conecta con aquellos años en la Dirección Xeral de Xuventude. «Me encantan los jóvenes y creo que son por esencia maravillosos. Algunos adolecen de una falta de respeto a la autoridad, pero creo que no hay que criminalizarlos. Mis alumnos son ejemplares y durante este tiempo no he tenido que llamarle la atención a ninguno por quitarse la mascarilla», apunta la profesora, que disfruta impartiendo clase a los recién llegados. «Me gusta dar en 1.º de carrera por responsabilidad. Muchos estudiantes empiezan y quieren dejarlo por falta de motivación, así que me esfuerzo en que vean la materia como algo relevante y atractivo», afirma.
De su paso por la política no guarda buen recuerdo, salvo de su trabajo al frente de Xuventude. Años después llegó su etapa como delegada de la Xunta en Vigo y luego acabó siendo investigada en la operación Patos, si bien se decretó el sobreseimiento. «Tuve momentos buenos, pero luego... vamos a dejarlo ahí. Del sufrimiento se aprende, pero no se aprende repitiendo», reflexiona sobre una posible vuelta a la política, que descarta de pleno. «Ahora mismo estoy encantada con la docencia y la investigación. Y muy agradecida a la Universidade de Vigo», subraya.