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La pastelería Montserrat se despide este sábado tras 54 años de trayectoria en Vigo

Begoña Rodríguez Sotelino
b. r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

«Es una decisión meditada y triste, consecuencia de una realidad más incierta y más dura», señalan sus responsables, la familia Sobrino Baeza

26 mar 2022 . Actualizado a las 01:10 h.

La pastelería Montserrat, uno de los clásicos de Vigo que en el 2018 cumplió 50 años, se despide para siempre. El establecimiento fundado por Rogelio Sobrino, repostero curtido en un clásico aun mayor, Las Colonias, la catedral del dulce que reinaba en la calle del Príncipe, ,comunicó ayer su decisión a través de las redes sociales.

«Entre los recuerdos más antiguos que podemos tener de nuestra pastelería, está el momento mágico de nuestro padre saliendo del obrador con un castillo inmenso de chocolate que daba el pistoletazo de salida a la Pascua. Momentos de felicidad que han sido para nosotros un referente para comprender bien nuestro trabajo y el estrecho vínculo que surge entre la repostería y las emociones», señalan.

Oscar Vázquez

El pastelero en el obrador y su mujer, Dolores Baeza, atendiendo al público, formaron un tándem imbatible. Dos de sus seis hijos, Guillermo y Rogelio, o Willy y Roy, como les llaman, se incorporaron a la empresa que este sábado bajará la persiana para no volver a levantarla el lunes ni ningún otro día más.

Montserrat, en la calle Doctor Cadaval, 37, se fue adaptando a los nuevos tiempos tratando de combinar la pastelería tradicional con un servicio de cátering que les ha exigido un trabajo intenso, «pero que también nos ha posicionado muy alto en todo tipo de eventos». Según reconocen, la llegada de la pandemia les ha hecho mucho daño. «Montserrat es un negocio familiar pero también un gran equipo de personas dedicadas a este proyecto. Algunos de nuestros empleados han crecido con nosotros y son, y así lo sentimos, parte de nuestra familia. Por eso queremos daros las gracias a todos y cada uno, a los que estáis ahora y a los que habéis estado, por habernos ayudado a lo largo de tantos años. Pero no habrá más Pascuas en Montserrat. Es una decisión meditada y triste, consecuencia de una realidad más incierta y más dura. Porque nos duele, y mucho, dejar de formar parte de la historia del pequeño negocio de esta ciudad, porque a partir de ahora Vigo será menos dulce», lamentan. La familia se despide agradeciendo a su clientela la confianza depositada durante tantos años: «¡Larga vida al dulce y a lo artesano!», y parafraseando su lema: «¡Qué rico estaba todo en Montserrat!».