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El Google Maps de Domingo Villar

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Sus obras, en la librería Librouro.
Sus obras, en la librería Librouro. Oscar Vázquez

El escritor popularizó paisajes, bares y calles de Vigo, Nigrán y Moaña que ayer le lloraban

20 may 2022 . Actualizado a las 22:25 h.

El legado literario de Domingo Villar lleva adherido el ADN de las Rías Baixas con tinta subcutánea. Sus tres novelas no solo están salpicadas de salitre en sus títulos y en sus numerosas referencias marineras y urbanas.

El fallecido autor vigués decidió ambientar todas sus historias en el entorno que le era más conocido, a pesar de que desde que se fue a estudiar Empresariales a Madrid, fijó su residencia en la capital aunque sus idas y venidas a su ciudad natal eran muy frecuentes.

Desde su primera obra, Ojos de agua, la presencia de Vigo en sus páginas es fluida. La primera vez que camina por la ciudad, lo hace «por el empedrado de la calle del Príncipe» hasta llegar a la taberna Eligio. Aunque ya no es el fundador ni su sucesor, Carlos, el que está detrás de la barra, sino Poldo, el escritor tenía la misma querencia por ese local que el detective de su invención y seguía manteniendo ese vínculo como cliente. La taberna tiene acotado el rincón favorito de Leo Caldas y sobre la mesa de mármol, apoyadas todas las obras del autor, todas ellas dedicadas.

La esquina de Leo Caldas con las obras de Domingo Villar en la taberna Eligio.
La esquina de Leo Caldas con las obras de Domingo Villar en la taberna Eligio. Oscar Vázquez

No muy lejos de allí, la librería Librouro, a la que Villar entró decenas de veces desde que era un chaval, ha convertido su escaparate en una especie de mausoleo de luto en el que se despliega toda su bibliografía entre rosas.

El bar Puerto, que aparece detallado por el novelista a través de la mirada y el estómago de inspector, hace años que abandonó su emplazamiento original en la calle Areal por otro local menos enxebre muy cerca de la antigua casa de comidas.

Oscar Vázquez

Leo Caldas tenía el aspecto que cada lector quiso ponerle con su imaginación hasta que se llevó al cine la segunda novela del escritor vigués. La versión cinematográfica de La playa de los ahogados la empezó a rodar Gerardo Herrero en mayo del 2014 y se estrenó en el 2015. La traducción en imágenes de la novela homónima que el escritor publicó en el 2009 colocó al taciturno inspector en el cuerpo del actor Carmelo Gómez junto a los intérpretes vigueses Pedro Alonso, Marta Larralde y Celia Freijeiro y, nuevamente, en escenarios locales: el Eligio y el San Amaro, la Porta do Sol, Hospital Perpetuo Socorro, el puerto, el pantalán de Bouzas, el Paseo de Alfonso XII, el tanatorio Vigomemorial, el Hospital Meixoeiro o la Escuela Marcote en Vigo; y múltiples espacios de Nigrán, desde las playas de Area Fofa, A Madorra, Patos o América, Monte Lourido, Panxón o Monteferro hasta el Baixo Miño en A Guarda, O Rosal o los viñedos de Terras Gauda en Goián (Tomiño).

Las novelas de Villar en la biblioteca de la Escola de Artes e Oficios (EMAO), donde se ambienta su novela  El último barco .
Las novelas de Villar en la biblioteca de la Escola de Artes e Oficios (EMAO), donde se ambienta su novela El último barco . Oscar Vázquez

El último barco fue por desgracia su tercera y e inesperada última novela. Siguió siendo fiel a su detective y a los escenarios de su vida real pero en este caso, centró buena parte de la trama en la biblioteca de la Escola de Artes e Oficios, la EMAO. Allí celebró la presentación de la obra, en el 2019. La escuela es uno de los escenarios principales de la trama a la que añadió como personajes a profesores del centro, como el de cerámica, Miguel Vázquez, o los lutieres Carlos, Xaime y Ramón. La escuela también puso una vitrina en su honor. Pero la tercera novela de Villar se adentra también en parajes de O Morrazo, en concreto, en Moaña, a donde Caldas llega en barco desde Vigo y pasa por las playas de O Con y Río da Ribeira hasta llegar a la iglesia de San Juan de Tirán. El Concello moañés comenzó antes de la pandemia a ofrecer rutas turísticas guiadas por estos escenarios de novela que Domingo Villar (Vigo, 1971-2022) puso en el mapa para sus lectores de todo el mundo.

El Concello propondrá que la futura biblioteca del Estado lleve el nombre del escritor

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, reiteró ayer el sentimiento profundo de la ciudad por la pérdida de uno de sus vecinos ilustres, el escritor Domingo Villar, fallecido anteayer tras sufrir un ictus el lunes. El regidor indicó que se harán algunas propuestas sobre lo que significa Domingo Villar para la urbe, «primero, un gran acto ciudadano importante en su memoria, con planteamientos de literatura, de poesía y de música para honrarle, y vamos a encargar una escultura para que permanezca en la ciudad de la forma que el artista que la haga, nos diga, para recordar siempre donde vivía y por dónde paseaba». Caballero anunció también que propondrá que la biblioteca Estatal «lleve el nombre del escritor cuando se inaugure», añadiendo que «como ya es un dato cierto y firme que habrá una biblioteca Estatal en Vigo, lo propondré», reiteró. Manifestó además que cree que la estatua «debería estar en la Alameda de Compostela, el sitio por donde paseaba en sus últimos momentos, pero ya veremos».

Feria del Libro

La Feria del Libro de Madrid también rendirá un homenaje a Domingo Villar. Lo confirmó ayer Eva Orúe, que es la primera mujer directora del certamen en sus 81 años de historia. Además, durante la presentación en Santiago de la XI edición del Premio de Poesía Xosé M. López Ardeiro, el secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo recordó que Villar también fue reconocido con un galardón impulsado desde una entidad local, en este caso el Premio Antón Losada Diéguez 2010.

Multitudinaria despedida en Santiago de Vigo

N.C.

La iglesia de Santiago en Mayor se quedó pequeña para el funeral oficiado en la tarde de ayer para despedir al escritor fallecido a los 51 años de edad. Cientos de personas quisieron sumarse al dolor de su círculo más íntimo. Domingo Villar estaba casado y tenía tres hijos. Junto a ellos, como una piña, queda su madre, sus tres hermanos y otros miembros de una familia rota de dolor. foto n. c.