Emilio Fonseca: «Sobre el lobo hay muchos mitos que circulan como cuentos nuevos»

VIGO CIUDAD

El director del documental «Salvaxe Salvaxe» presenta su filme en Vigo
04 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.En Salvaxe Salvaxe, la nueva película del cineasta afincado en Vigo Emilio Fonseca (Ourense, 1978), se escucha aullar los lobos, pero también se oyen los motores de los quads, las pisadas de los cazadores, y sobre todo, el ruido mediático que se ceba sobre la leyenda del lobo como metáfora de todo lo malo. Fonseca se ha centrado en mostrar lo contrario, derribar mitos creados a partir de la desinformación dejando hablar a la naturaleza. O dándole otra voz. Los cines Tamberlick del centro comercial Plaza E. albergaron ayer un pase del filme que ha sido premiado en eventos como el Festival de Málaga, FICG Guadalajara, Play-Doc, Alcances, Festival de Cine Internacional de Ourense o Another Way Film Festival, entre otros.
—¿En qué no se parece «Salvaxe Salvaxe» a lo que llamamos documentales de animales?
—Es bastante diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, es una película con vocación experimental —porque también tuvo financiación del Ministerio de Cultura a través del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales en esta categoría— y quisimos hacer algo distinto. Es muy sensorial e inmersiva. Invita a conectar con cómo experimentan la realidad otras criaturas y queríamos acercarnos con todo ese dispositivo a la realidad actual de los lobos en Galicia y Portugal. Creo que consigue llevar al espectador a otro lugar y hacerlo reflexionar, y vivir otras experiencias de las que estamos habituados.
—Esa actualización empezó por prescindir de las entrevistas que hizo al inicio de un proyecto que arranca nada menos que en el 2015, ¿no?
—Sí. Iba a ser una obra más convencional. Empecé haciendo muchas entrevistas, a gente del campo, a ganaderos, a investigadores, y me encontré con que hay muchos mitos y desinformación circulando como nuevos, cuentos que se parecen a los antiguos y quieren convertir al lobo en una especie exterminable, y son nuevos porque adoptan otras formas, como lobos de laboratorio, como que no son lobos ibéricos y otras des-informaciones que tienen que ver con un negacionismo científico que se expande por muchas redes. Quería acercar el trabajo de los investigadores para ver los datos que obtienen y cómo se consiguen, y después, poner algo de contexto espaciotemporal en el territorio gallego-portugués al hábitat del lobo.
—¿Cuál fue el resultado?
—Es un territorio muy castigado, agredido, explotado, muy afectado por incendios, por infraestructuras, y nos encontramos un paradigma de asedio a esta naturaleza salvaje que sobrevive, en la que no tiene casi hueco, no hay casi refugio para la vida salvaje. Y al mismo tiempo estamos en una época de catástrofe ecológica en marcha, con la sexta extinción masiva de especies desde que existe el planeta, la más rápida y la única causada por una sola especie, el ser humano. En este contexto me parece que la protección del lobo debería ser urgente.
—¿Y en Galicia?
—En Galicia la protección ambiental todavía no cumple siquiera los mínimos europeos, no hay voluntad de estudio y en vez de buscar soluciones económicas, se convierte en un conflicto ideológico que poco tiene que ver con los datos reales de afectación a los sectores agroganaderos. Se aprovecha una parte del conflicto, que sí existe, pero se toma como si fuese muchísimo más grande. El lobo es un símbolo muy poderoso y se usa como arma política.
—¿Se parece a lo que ocurre con el control del jabalí?
—Sí. Es más barato no hacer estudios científicos y es más barato aún no hacer nada tomando una medida que parece que hace sin hacer nada, que es dejar a los cazadores que cacen todos los días. ¿Y a quién molesta eso? Pues es sobre todo a los usuarios de los montes que no son cazadores, y por supuesto, a la fauna salvaje.
—Su trayectoria está muy vinculada desde siempre a la naturaleza
—Tanto en el audiovisual como en el cómic he tratado conflictos ecosociales, Me parecen fascinantes las otras formas de vida con las que compartimos la nuestra. Y veo que con el paso del tiempo, eso conecta con una corriente es más amplia, que basa las relaciones entre nosotros y con otras criaturas en el respeto, el conocimiento, la justicia o la empatía, y no en la codicia, la crueldad y el negacionismo científico.
—En «Salvaxe Salvaxe» asoma el hocico un perro chihuahua...
—Es Moa, una chihuahua palleira que encontramos yendo a localizar la peli y que al final se quedó como parte de la manada o de la familia. Nos ha servido como guía también para acercarnos a los lobos en muchos casos. Ella rastrea como los científicos y como los lobos y marca en los cruces como ellos. Los perros nos sirven para conocer a los lobos, que son muy sociales, muy cariñosos entre ellos y cuidan a las crías entre todos los adultos.
—¿Tras el paso de la película por los cines estará en alguna plataforma?
—Lo estará próximamente, pero todavía queremos que siga yendo a pantallas, porque es una película muy experiencial y verla en pantalla grande y con un buen sonido te transporta a otro lugar. Eso, a veces, es difícil de reproducir en casa. Y estamos intentando que vaya también a muchos otros lugares, como ayuntamientos, asociaciones, universidades, locales sociales, porque creemos que es una película que merece la pena como experiencia sensorial y produce coloquios muy vivos en todas las presentaciones.