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Absuelven al histórico atracador Migallas de asaltar con pistola a un hostelero de Redondela porque este no le tuvo miedo

E. V. Pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

E. V. Pita

La jueza sostiene que el vídeo que grabó el denunciante demuestra que no se sintió atemorizado por el arma, que no se sabe si es real o de fogueo

11 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo ha absuelto a Miguel Ángel F.O., Migallas, de un atraco a punta de pistola a un hostelero de Redondela en octubre del 2023 y al que conocía. La razón es que las pruebas evidencian que el denunciante nunca llegó a sentir miedo del histórico atracador y dos acompañantes y que incluso los persiguió grabándoles en vídeo.

Otro de los supuestos atracadores ya ha fallecido y el tercer implicado no acudió al juicio.

Los hechos ocurrieron en un local de hostelería de Redondela. Entró Migallas y otro amigo y saludaron al hostelero. Él dice que con intención de pedirle dinero y que Migallas le mostró la chaqueta, como mostrándole una pistola. Se marcharon, él los siguió hasta el coche grabándoles con el móvil y el histórico atracador le apuntó.

La magistrada sostiene que del vídeo grabado por el denunciante no se deduce que este se sintiese atemorizado y él mismo dijo en el juicio que no tuvo miedo. Tampoco quedó acreditado que la pistola que esgrimía el acusado fuese real o simulada, pues nunca se aclaró ese detalle. El testigo dijo en el juicio que no tenía miedo porque «sabía que no me iba a disparar».

«El testigo no se presenta como contundente ni persistente (diverge claramente de la ofrecida al tiempo de la denuncia), incurre en vaguedades, contradicciones y falta de explicaciones, y existe una reconocida relación previa entre acusado y denunciante que no se puede obviar», afirma la jueza en su sentencia, que data del 27 de enero del 2025.

La jueza recalca que el acusado, en el juicio, «de modo contundente», declara «que no tuvo ningún miedo», lo que se compadece con su comportamiento posterior cuando el acusado abandonaba el lugar sin incidencia alguna, siguiéndolo y grabándolo con el móvil. «De este modo, ni tomando en consideración la declaración del denunciante, repito por si sola insuficiente, no está acreditado que la conducta encajara en el delito de robo con intimidación y uso de instrumento peligroso, por cuanto no hay relación directa entre el apoderamiento y la acción que se recoge como amenazadora», afirma.