El tumor de piel que mató a Michael Robinson es cada vez más común. La especialista recomienda autoexploración y «sentidiño» a la hora de ir a la playa: «Yo a mis hijos los pinto». «Las cabinas de bronceado son carcinógenos», asegura la experta
24 jul 2020 . Actualizado a las 23:41 h.Carmen Peña Penabad es una de las mayores especialistas en melanoma de Galicia. Desde el 2008, que se inició la consulta monográfica de este tipo de tumores en el Chuac, ella está al frente y además forma parte del comité de referencia de este hospital. También, junto a otra colega, coordina el Grupo Gallego de Melanoma designado por la Consellería de Sanidade, que establece el protocolo de manejo, diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad. «Ahora tenemos la intención de iniciar un registro de todos los casos que se van a dar en la comunidad para posibles estudios a nivel gallego», explica la doctora, que nos atiende en su consulta de la clínica Almagro.
-¿Un dermatólogo toma el sol?
-Sí, sí, sí, claro que sí. Es que el sol hay que tomarlo, necesitamos vitamina D, que es muy importante: desde la inmunidad a la fortaleza de los huesos. El sol es necesario para la vida. Yo me expongo al sol, pero con cuidado, como todo. Tú puedes conducir despacio o ir a mil por hora. Pero la gente tiene que saber que la sombrilla no nos protege del todo, que hay que ponerse una cantidad de fotoprotección buena...
-¿Qué es un melanoma?
-Es un tumor maligno de melanocitos, las células de la piel que contienen la melanina. La melanina es la protección natural del cuerpo frente a los rayos ultravioletas.
-En general, se tenía la percepción de que siempre se cogían a tiempo. Como si del melanoma no te pudieses morir.
-No, no es así. Un melanoma te mata. No es el tumor maligno de piel más frecuente, pero sí es el que más muertes produce. Ahora mismo es de una incidencia de 20 casos por cada cien mil habitantes. En el área de A Coruña el año pasado se detectaron más de 150 melanomas, lo que pasa es que no tiene la visibilidad de otros tumores malignos.
-¿Por qué es tan mortífero?
-Es un tumor muy maligno, pero el pronóstico depende claramente del momento en que se diagnostique. No es lo mismo en un estadio 1A que 2C, o un estadio 3, que es cuando tiene metástasis ganglionares. O estadio 4, que significa que hay metástasis en órganos vitales. Pero ni siquiera con el estadio 1A podemos estar tranquilos.
-¿A qué se debe?
-El problema de cualquier cáncer es que suelte células al torrente sanguíneo y que estas se establezcan en un órgano vital. Una metástasis en la piel no tiene problema, pero en el cerebro o en el hígado, sí. El melanoma tiene mucha facilidad de metastatizar.
-¿El sol es la causa principal?
-En el 75 % de los casos sí que los melanomas están inducidos por radiación ultravioleta. Pero hay un 25 % que no. Se deben a componentes genéticos, genes mutados que predisponen al tumor. Yo tengo pacientes que tienen hasta cinco melanomas por tener ese gen mutado.
-¿Cómo distinguimos un melanoma?
-En sus inicios puede ser igual a cualquier lunar, pero cuando está desarrollándose hay que ver si es asimétrico, si tiene bordes irregulares, si tiene distintos colores o un diámetro mayor de seis milímetros. Pero lunares grandes tenemos muchos, y asimétricos, también. Por eso tan importante como esas características es que ese lunar esté quieto o que se modifique en el tiempo. Hay una aplicación que se llama Ederma, la descargas en el móvil y puedes hacer fotos clínicas de tus lunares. Yo la recomiendo mucho porque esas fotos dermatoscópicas al seguirlas en el tiempo ayudan a detectar enseguida el melanoma. Los dermatólogos usamos el dermatoscopio, pero para la gente es muy útil. El seguimiento es muy importante, sobre todo en pacientes con muchos lunares o lunares atípicos.
-¿Es igual de peligroso ir todos los días a tomar el sol a las seis de la tarde que ir solo un día durante muchas horas?
-Es mejor ir todos los días un ratito que ir un día y te quemes. Lo que está asociado con el melanoma es la exposición solar intermitente y las quemaduras solares. Es decir, la del fin de semana. La exposición solar crónica puede producir otros cánceres de piel, pero no el melanoma. Por supuesto no es solo tomar el sol en la playa; si vas a correr o a pasear sin protección es igual.
-¿Protegen esos espráis tan de moda?
-No protegen porque los echamos al aire, se va la mitad. Cuando se determina el factor de protección de una crema lo hacen poniendo una cantidad enorme por centímetro cuadrado, es decir, te queda una capa densa. Esa capa tienes que ponerla por toda la piel. Yo a mis hijos lo que les digo es: «Hay que pintarse». Tú te echas la crema y tienes que quedarte blanquito, sobre todo si pasas el día entero. Es también muy importante tener en cuenta el índice ultravioleta, que se da en todas las informaciones meteorológicas. Por ejemplo, hace dos domingos el índice en A Coruña era de 10, el más alto, y el día estaba nublado. Yo ya he visto varios pacientes con quemaduras impresionantes de ese fin de semana. Si vas a pasarte el día al aire libre, consulta el índice ultravioleta, si está en 9 o 10, a la hora de la comida vete a un sitio cerrado, échate una siesta y luego vuelves a salir y te proteges. Si vas a la playa a las seis de la tarde, échate una protección normalita, que no va a pasar nada.
-Hay gente que nunca se pone crema solar. ¿Qué les dirías?
-Que tienen muchas posibilidades de desarrollar un melanoma. Les diría sentidiño. Sobre todo a los jóvenes, que suelen ser a los que les cuesta más. Las quemaduras solares durante la juventud y la adolescencia son las que más riesgo tienen de desarrollar un melanoma en la edad adulta.
-¿Y el solario?
-Está demostradísimo que las cabinas de bronceado generan melanoma, sobre todo cuando eres menor de 25 o 30 años. De hecho, la OMS desde el 2009 considera la radiación de las cabinas un carcinógeno cutáneo.
-¿Hay que echarse protección 50?
-Depende de a qué hora vayas al sol. El índice lo que refleja es el tiempo que tú tardas en quemarte sin nada. Si tú eres muy moreno y te quemas en una hora, te puedes echar un 50 y estar todo el día. Pero sí tú eres de piel clara, y cuando estás diez minutos, ya te quemas, con un índice 50 solamente podrías estar diez por 50 minutos. Un 50 es un índice alto. Si tardas en quemarte una hora, con un 30 vas servido.
-A partir del fallecimiento de Michael Robinson, mucha gente ha conocido la gravedad del melanoma.
-Sí, él estaba en un estadio 4, también se murió de un melanoma Bob Marley, lo tenía en una uña de un pie y no quiso operarse porque los rastafaris no permiten la amputación.
-¿Un melanoma se puede curar? Has dicho que algunos pacientes tuyos tienen hasta cinco...
-Sí, a ver. En mi experiencia solo puedes considerarlo curado cuando está in situ, es decir, cuando todavía no empezó a romper la separación entre la dermis y la epidermis. A estas personas, una vez que le quitas uno -que no suele ser de ese tipo-, como estás muy encima, los demás se los detectas antes de que rompan esa barrera, son esos los curados. Por eso es tan importante el diagnóstico precoz del melanoma. Parece que no lo tenemos metido en la cabeza, pero igual que hacemos screening del cáncer de mama, habría que hacerlo del melanoma.
-¿A qué edad se detectan más?
-En la edad adulta, pero cada vez hay más melanomas en gente más joven y en niños. En Australia, donde existen tantos casos, han sido fundamentales las campañas de concienciación del uso del fotoprotector y han descendido los melanomas. Los niños que se han protegido no han desarrollado tantos de mayores.
-Mi generación se ponía crema de zanahoria y la Nivea del bote azul.
-¡Y yo! No había fotoprotección, nuestros padres no tenían conciencia, no lo sabían. Tú te ibas a la playa y daba igual, ahora que lo sabemos hay que atajarlo.