Aunque se ve más de tronista que de pretendiente, el presentador jamás entraría en la casa de «Mujeres y Hombres y Viceversa»
14 oct 2020 . Actualizado a las 18:11 h.«La edad real es la que tú sientes por dentro, no la que pone en el DNI», dice Jesús Vázquez (Ferrol, 1965) en uno de los momentos más dulces de su carrera. Rostro del programa de citas y de Idol Kids, el presentador está de vuelta y más en forma que nunca.
-Eres la cara del nuevo formato de «Mujeres y Hombres y Viceversa». ¿Un alegrón y al mismo tiempo presión ante la responsabilidad de los resultados?
-Fue una auténtica sorpresa. No me lo esperaba. Es todo un reto, porque aunque yo ya he hecho programas de citas, esto es totalmente nuevo. Debido al covid, tienen que convivir por primera vez tronistas y pretendientes bajo el mismo techo. Es un formato completamente diferente al antiguo.
-Alguna vez has comentado que serías tronista, ¿por qué prefieres ese papel al de pretendiente? ¿Mejor que te conquisten?
-¡Ja, ja, ja! No, yo dije que jamás me atrevería a entrar en una casa como la de Mujeres y Hombres y Viceversa y que admiro el valor que tienen todos al exponer tanto sus vidas, pero que en todo caso me sentiría más cómodo como tronista. No me gusta competir.
-¿Y qué tipo de tronista serías, irías poco a poco o a saco desde el principio?
-Yo creo que me dejaría llevar por el corazón. Lo he hecho siempre, aunque en alguna ocasión me haya llevado por caminos complicados.
-Tú que mantienes un matrimonio de más de diez años, ¿qué receta le darías a tus chicos de «MYHYV» para construir algo duradero?
-En realidad llevo 20 años con Roberto. Para mí es mi marido desde el día uno. Les diría que no tengan prisa y que mientras llega, que expriman la vida, que hagan locuras y que aprovechen cada instante de la vida como si fuera el último.
-¿Te sientes alejado de ellos o lo de tu eterna juventud también va por dentro?
-La edad real es la que tú sientes por dentro, no la que pone en el DNI. Yo tengo 30, no 55.
-Estás también en «Idol Kids» con Isabel Pantoja. El mundo se ha parado este año, pero también ha sido el año en el que de nuevo Telecinco ha apostado por ti con dos formatos. ¿Cómo lo afrontas?
-¡Mediaset España y yo sí que somos un matrimonio de esos de toda la vida! Lo conozco mucho antes que a Roberto. Tenemos una relación magnífica, le debo todos mis éxitos profesionales, le soy fiel y espero que siga así muchos años.
-¿Te remueve ese gusanillo de la música el ver a los niños con tanta ilusión cuando salen a cantar?
-Hace años que asumí que lo mío no era cantar, pero amo la música, vivo rodeado de música y amo el talento.
-Anunciaste que tu herencia iría para los niños refugiados de Acnur. ¿En qué momento tomaste la decisión?
-Me parece justo devolverle a la sociedad, a los que no han tenido tanta suerte como yo, lo que la sociedad me ha dado. Tampoco me parece tan raro. He visto mucho sufrimiento en mis viajes con Naciones Unidas, he estado en Somalia, en la República Democrática del Congo, en Etiopía, en Siria, en Libia y en lugares maravillosos convertidos en auténticos infiernos para millones de seres humanos.
-Tus vídeos con Roberto en el confinamiento no tienen desperdicio. Aunque existan momentos malos y el encierro no haya sido fácil, ¿mientras haya risa hay amor?
-El humor es la base de todo y también lo es en el amor. Roberto y yo nos reímos mucho juntos.
-A tus 55, ¿cómo te sientes? ¿Algún reto que te quede por delante?
-Estoy en un momento dulce, me enfrento a cada nuevo proyecto con más tranquilidad, y aunque me entrego al cien por cien, siento el camino que ya he hecho.
-Vale que los 50 son los nuevos 30, pero lo tuyo es de estudio. ¿Cuánto deporte haces y cómo cuidas tu dieta?
-Voy al gimnasio cada día, camino ocho o diez kilómetros, salgo en bici, esquío, y este verano he descubierto el pádel surf. Como de todo, cocina mediterránea, lo más equilibrado posible.
-Aunque en España tengamos un marco legal que da libertad para amarse, ¿no crees que queda aún mucho por hacer? ¿Qué le dirías a quienes siguen apuntando con el dedo a dos personas que se quieren?
-La LGTBI fobia sigue presente y aunque hemos avanzado mucho, no se puede bajar la guardia. A los que apuntan con el dedo, que se lo metan por donde les quepa, no me interesan. A estas alturas no pido aceptación ni tolerancia, de nadie, no las necesito, exijo respeto a la ley y punto.
-El apoyo en casa es fundamental, y alguna vez comentaste que ahí estuvo tu madre desde que decidiste contarlo. ¿Cómo reunir el valor?
-Hay que decirlo, porque la visibilidad es el único camino para la normalización. A los niños y niñas LGTBI, que están ahí fuera, asustados, o confundidos, les digo que no tengan miedo, que no son malos, ni están enfermos. Parece mentira, pero hay que seguir repitiéndolo.