En la plaza de Ourense de A Coruña, el quiosco Down Experience triunfa con las nuevas recetas que añadió estos últimos meses a su carta. Al pan con calamares le han sumado cantidad de productos gourmet para chuparse los dedos, pero el clásico se mantiene entre los favoritos
26 jul 2023 . Actualizado a las 13:02 h.En dos años no pararon de crecer y crear. Ya rondan una media de 5.000 bocatas de calamares al mes y van a más. «Hemos creado un summer pack para que la gente se lo pueda llevar a la playa o a un pícnic. En un pan redondo lleva los calamares con lechuga y tomate o ensalada. Son 7 euros con refresco, caña o agua. Es nuestra propuesta fresquita para este verano», avanzan desde el Quiosco Down Experience de la plaza de Ourense de A Coruña. Es una instalación municipal que hace muchos años era muy popular entre los jóvenes. Cuando asomaban el amanecer y el hambre, aquí despachaban unos bocadillos que estabilizaban el cuerpo y el espíritu. Hace dos años se puso en marcha este proyecto de recuperación fruto de la colaboración del Concello coruñés y el colectivo Down Coruña. Personas vinculadas a la asociación encontraron un trabajo con todo lo que ello implica para su independencia vital, algo en lo que la directiva lleva tiempo luchando. La alcaldesa Inés Rey se empeñó en que la carta del novedoso Quiosco Down incluyese el mítico bocata. No fue sencillo incorporarlo a la oferta, pero viendo las cifras y las ideas que van surgiendo en torno al bocata, es un rotundo éxito. Lo último que se les ocurrió es llevar unos bocatas a las personas que les tocó estar en las mesas electorales ubicadas en el código postal 15003, su zona.
DOS MIL MODALIDADES GOURMET
Van casi 30.000 unidades desde que empezó el año, unos 5.000 bocadillos al mes. De ellos 2.000 fueron gourmet, una modalidad que presentaron el pasado mes de marzo en colaboración con el colectivo de cocineros Coruña Cociña. Propusieron a los chefs preparar versiones gourmet del célebre bocata sin renunciar al pan y a los calamares y que no fuese demasiado complejo en su preparación, dadas las limitaciones del espacio donde el equipo de Down Experience los tiene que cocinar y montar. El debutante fue Álvaro Victoriano, del grupo Peculiar, que cuenta con tres destacados restaurantes en A Coruña. «Para este primer bocadillo utilicé materia prima de Galicia, eso sí, sin tocar mucho la esencia de lo que es el bocata de calamares, pero añadiéndole productos que lo acompañan de una forma fresca. Decidí hacer una mayonesa de piparras y cilantro y añadirle un toque de picante al punto, muy ligerito. Le sumé queso de O Cebreiro y para terminarlo, rúcula», me contaba. Tuve la ocasión de probarlo y la combinación resultó muy jugosa. Tomó el relevo Antonio Amenedo con su bocata Gamberrocho Squid de guiso de choupa triturada, pimiento rojo, canónigos y mahonesa con tinta de calamar y sriracha. El cocinero quería algo que manchase inspirado en los barquitos que se hacen con el pan cuando hay salsa y lo consiguió. Imposible acabar con la camisa sin lamparón. Una deliciosa gamberrada. Y la tercera y última modalidad gourmet es la de Javi Freijeiro y Moncho Bargo, del restaurante Pracer, que se inspiraron en un bahn vietnamita. Cambiaron la carne por los calamares y le añadieron una salsa brava picantona y una ensalada con zanahoria, cebolla, pepino, unas bolas de pimienta, vinagre, un poquito de aceite de oliva y hojas de cilantro. En total, dos mil modalidades gourmet. Son geniales, pero la mayoría de clientes prefiere el bocata de siempre.