La gastronomía y costumbres de un país quedan mejor reflejadas en las comidas del día a día que en las de ocasiones especiales y grandes restaurantes. Nos acercamos a Oporto a través de los bocadillos y menús que definen la dieta de sus habitantes
15 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.
Conga
La bifana es un bocadillo caliente de carne de cerdo adobada (según el restaurante) y, normalmente, con mostaza o salsa picante. En Conga, con un punto extra de picante, alcanzan su quintaesencia, y son la opción más portuguesa de comida rápida. Ya sea de pie en la barra o para llevar, son baratas, nutritivas y deliciosas. El ambiente no puede ser más auténtico. También es posible comer francesinhas y otros platos tradicionales.
Casa Guedes
Es uno de los locales de referencia de la mítica Praça dos Poveiros, cuyos restaurantes y terrazas se llenan cada día con quienes buscan la comida más tradicional y asequible (especialmente, francesinhas, aunque la marca de casa Guedes es su bocadillo de jamón asado, similar a la bifana). Tienen un pequeño local en una de las esquinas de la plaza, pero la firma ya ha comenzado a expandirse por toda la ciudad. Eso sí, es mejor no salirse de la oferta de sopas y bocadillos.
Maus Hábitos
Esta referencia de la noche local, gracias a su sala de música, su coctelería y su restaurante italiano, ofrece al mediodía tres opciones de menú (de 9 a 15 euros) y una de las mejores vistas de la ciudad, desde el ático de un céntrico edificio. Propone, también, las mejores pizzas y ensaladas. Por su atención, su música y su decoración, Maus Hábitos parece una pequeña isla en el barrio más congestionado de Oporto, pero es ya una parte indisociable de la ciudad.
Pedro dos Frangos
El olor a pollo piri-piri de este restaurante inunda un buen tramo de la rua do Bonjardim. Es el clásico churrasco de pollo portugués, servido con ensalada y arroz, con la salsa ligeramente picante importada de Mozambique. La ración para una persona (y media) está en los 7 euros y, tal es su éxito, que acaba de abrir un local contiguo para recoger pedidos. Las colas son imponentes los domingos para tomar el ya mítico cocido local.
Café TMP
No es tan típicamente portugués como típico para los portuenses. El café TMP, que recibe el nombre de su ubicación —Teatro Municipal do Porto—, es una de las opciones más agradables para descansar al mediodía: un salón amplio, silencioso, muy iluminado y coherente con el toque creativo del menú (8,50 euros), que incluye sopa, agua y un plato principal, de carne, pescado u opción vegetariana. Tiene también una buena variedad de postres, que no están incluidos.
Sai Cão
Lo pone en la entrada y nadie lo discute: «Los mejores filetes de la ciudad invicta». Los platos combinados de Sai Cão son sencillos y eficaces, lo que se puede entender por comida portuguesa. Entre los 7 y 13 euros, más bebida, se pueden comer algunos clásicos de Oporto, como las tripas o alheira, así como pescados y carnes a la parrilla con ensalada y arroz. El ambiente es popular, muy familiar y sencillo, también reflejo de esta ciudad que no pretende ser lo que no es.
Churrasquería Nova Era
A la hora de comer, Nova Era es como el metro de una gran ciudad en hora punta. Un trasiego que puede ser disuasorio o conllevar alguna cola, pero que no podría ser más sintomático del éxito de este restaurante de carnes y pescados, en el que más vale pedir las raciones de media en media. Aunque triunfan la parrilla y los arroces, no hay nada tan habitual como los clásicos platos combinados, con carne, ensalada, patatas, arroz y el vino de la casa.