Uno de los investigadores en el juicio por Samuel Luiz: «Hay un vídeo, donde los acusados exhiben armas blancas, que es una premonición de lo que ocurrió luego»
GALICIA
El proceso para esclarecer quién mató a Samuel entra en una nueva fase con la declaración de los investigadores. La persona que dirigió en un primer momento el caso: «Míguez le dijo a un testigo que no hizo nada porque un negro lo estaba agarrando»
30 oct 2024 . Actualizado a las 14:59 h.A punto de llegar a su ecuador, el juicio por el crimen de Samuel Luiz entra en una nueva fase. Tras un breve parón después de escuchar las desgarradoras palabras de un padre que no asume cómo su hijo pudo morir apaleado, este miércoles empezaron a testificar los agentes de la Policía Nacional que se hicieron cargo del asesinato.
La jornada arrancó con un breve testimonio de Adriana, una excompañera de piso de Katy Silva, quien resaltó que a su amiga le «incomodaban los comentarios homófobos». A continuación arrancó la intervención del primer responsable de la investigación, que estuvo cuatro horas respondiendo a preguntas de las partes. Hubo varios asuntos que centraron su declaración, y que tienen como protagonistas a Kaio Amaral y Miguel Míguez, hasta ahora dos de los acusados que han pasado más desapercibidos.
De Míguez, actualmente en libertad, indicó que no se le ha podido ver en ningún vídeo agrediendo a Samuel y que no se encontraron restos de ADN en la ropa de Samuel; sin embargo, llamó la atención que informó sobre un testigo que declaró que minutos después de la trifulca Míguez le habría espetado: «No hice nada [en la pelea] porque me estaba agarrando un negro».

Por otro lado, unas imágenes que aparecen en el móvil de Kaio fueron, según este agente, «premonitorias». Se trataría de un videoclip en el que se exhiben armas blancas y «violencia gratuita», y que podrían ser una «premonición de lo que ocurrió después», indicó quien fuera el jefe de la operación. Además, este agente reveló que Kaio acudió a comisaría para colaborar con la policía, mintió y señaló a otros. Este mismo profesional tildó de «atroz e inhumano» el ensañamiento contra Samuel, sobre todo por la «abismal superioridad numérica» del grupo.
El juicio contnuará este jueves, con el testimonio de más agentes policiales que colocarán piezas clave a un puzle que sigue dejando infinidad de incógnitas.
Lina, la amiga de Samuel, comunicó les comunicó a estos agentes que había dos mujeres y cuatro o cinco hombres en la agresión. «Estaba muy nerviosa, casi no podía hablar», indica una de las policías que se personó en el paseo marítimo. «Me dijo que una chica de vestido negro la había apartado durante la pelea [en referencia a Katy, según sostuvo en su testimonio cuando le tocó subirse al estrado]».
Tras más de cuatro horas de juicio, la sesión continúa. Le toca el turno a los dos agentes de la patrulla que acudió a las inmediaciones del paseo marítimo. «Nos llamó el 091 porque se requería la intervención de la policía en la zona. Había un joven tirado en el suelo donde unos sanitarios le practicaban una reanimación».
«Kaio llamó a Katy Silva varias veces a las cuatro de la madrugada», después del crimen de Samuel. Esto es lo que responde el investigador a las preguntas del abogado Luciano Prado, que también quiere saber si su defendida estuvo en el parque de San Diego (donde, supuestamente, parte de los acusados habrían quedado para consensuar coartadas), a lo que el agente dice que no.
Se desconoce si Katy quiso ponerse en contacto por teléfono con los agresores, aunque sí recibió llamadas de Kaio Amaral.
La defensa de Kaio Amaral, José Ramón Sierra, ha realizado varias preguntas al jefe de la investigación. Quiso saber si pudo ver a su defendido pegarle una patada a Samuel. Él responde que en los vídeos se le ve «cargar la pierna y golpear», y responde que no se encontraron «restos de ADN de Kaio Amaral. «Tampoco de Katy», le contestaría más tarde al abogado Luciano Prado, que defiende a Katy Silva.
A preguntas de la defensa de Alejandro Míguez, Manuel Ferreiro, el agente policial responde que «no se hallaron rastros del ADN de Míguez en las prendas de Samuel».
Desde la jornada de hoy declaran en la Audiencia Provincial de A Coruña agentes de la Policía Nacional que investigaron el crimen de Samuel Luiz. El jurado popular tendrá que atender a cada uno de los interrogantes que se responden o quedan abiertos, para el 18 de noviembre poder emitir un veredicto sobre cada uno de los acusados.

Uno de los policías explica que consiguieron ayudar a Samuel, pero que después el grupo les persiguió:
Uno de los investigadores lo explica paso a paso:
«Hay cosas que los testigos refieren que las cámaras no pueden detectar en detalle, como un arma o una botella». Así, a la defensa de Diego Montaña, el investigador responde: «En el vídeo no se ve que nadie agreda a Samuel con una botella».
Explica cómo Kaio se presentó voluntariamente en comisaría, pero les dijo «cosas que no eran ciertas».
En el móvil de Kaio se encuentra un vídeo, de un par de meses anterior a la agresión, donde exhiben armas blancas como katanas. Están todos los acusados y van encapuchados. «Hacen exhibición de la violencia en ese vídeo y, a mi juicio, me parece una premonición de todo lo que ocurre luego con Samuel».
«El origen de la agresión se produce por los comentarios despectivos que sufre Samuel inicialmente por parte de Diego Montaña, y al contestar Samuel que no estaba grabando (a Diego), se propició esta situación. Fue simplemente porque le contestó».
«A mí no me consta que Katy le hubiese dicho algo Samuel», informa este testigo sobre la posibilidad de que la acusada le lanzase insultos discriminatorios.
«Yumba cita a todos los del grupo en el parque de San Diego. Creemos que allí ya tienen conocimiento del fallecimiento de Samuel, porque así lo refiere Míguez en su testifical, y por eso quedan».
- ¿Sabían los acusados que Samuel había muerto?
Alejandro Míguez fue uno de los miembros de la pandilla que, tras la agresión de Samuel, se plantó en el Chuac para acompañar a una amiga que acababa de sufrir un coma etílico. Una vez en el hospital, este acusado declara que un empleado de la Cruz Roja le dice que en la zona de la que ellos venían «habían apuñalado o golpeado con un objeto punzante a un chaval y había muerto». Le contestó que no sabía nada y «que no había visto ninguna pelea». Uno de los menores condenados también estuvo en el Chuac. En su declaración afirmó que se había enterado de la muerte del chico «al día siguiente».
«La superioridad numérica es abismal. Fue algo brutal, inhumano y atroz: Son siete pesonas contra una», declara este agente sobre la paliza al auxiliar de enfermería.
Una vez Samuel cae desplomado, este policía refiere que los acusados «se reparten por ahí». Óscar (un testigo) se iría con Yumba por Rubine y, la mayoría, por la calle Riazor. «Después, en la cámara de Juan Flórez se les vuelve a ver a todos juntos y, de nuevo, se reparten».

«A Alejandro Míguez se le cita el 7 de julio, no viene voluntariamente. En ese momento aún no se había detenido a Kaio. Él asegura que mira pero que no se involucra».
«El visionado de las imágenes nos permite localizarlo en la escena». Apunta que se le ve corriendo y entra en el punto de la agresión. Además, según cuenta el que ahora declara, un testigo dijo que Míguez le comentó: «No hice nada pero porque un negro me estaba agarrando». Según el policía, se trataría de Magatte, uno de los senegaleses que ayudaron a Samuel.

«Las cámaras no son un elemento decisivo, pero sí un apoyo importante, aunque es cierto que no todas tienen la misma calidad. La suma de todas las imágenes es lo que nos permite acreditar quién es quién». Como indica este testigo, varios agentes estuvieron tres meses visionando estas cámaras. En una de ellas, se ve a Katy Silva sujetándoles la chaqueta a su entonces pareja, Diego Montaña y a Alejandro Freire (Yumba).
El actual declarante, que se puso al frente de la investigación del crimen de Samuel la noche de autos, menciona cómo las imágenes fueron clave para identificar a los sujetos, ahora acusados. Las imágenes del bar El Andén, la de tráfico de la plaza de Portugal (que captó la pelea), la de la máquina de vénding (delante de donde se desplomó Samuel) y las de Juan Flórez y Linares Rivas captaron a los encausados.
«Kaio reconoce que se llevó el teléfono de Samuel y que lo apaga», indica este agente. A este joven se le acusa de asesinato, y se le suma el delito de robo con violencia. Para él piden 27 años de cárcel.
«Kaio no acusa a Alejandro Míguez porque va delante de él cuando corre hacia la pelea, así que no puede saber lo que hace». El agente añade que aunque incrimina a Montaña, Silva y Freire, evita mencionar a otras personas que estaban en el tumulto, «que son muy amigos de él».
Alejandro Freire (Yumba) fue acompañado de Óscar a testificar, antes de proceder a su detención. Este testigo menciona a Kaio, «lo involucra dándole una patada». «Corre 10 metros en menos de 5 segundos para adentrarse en el grupo», indica quien dirigió la investigación por la muerte del joven.
«Uno de los acusados vino a colaborar con la policía, aunque lo hizo en cierto modo presionado, porque decía que en redes sociales se sentía señalado». Habla de Kaio Amaral, que aquellos días le pidió a varios conocidos que publicasen en Instagram que él no era el asesino de Samuel.
«A lo largo de la investigación descubrimos que lo que nos contó no era cierto», indica este policía, que añade que esta persona inculpó a Diego Montaña, Alejnadro Freire y Katy Silva. Según el testimonio que dio Kaio, «él se sumó al grupo para separar».
«Las primeras imágenes que obtenemos son las de la cámara de Tráfico de la plaza de Portugal», comenta el agente, una vez los profesionales conocen, gracias a los testigos, el recorrido de la agresión. «Fue muy importante identificar la ropa de las personas que estaban en la escena porque esta cámara no permite distinguir caras, pero sí prendas».
«Me encontraba de servicio y de guardia y me llamaron en cuanto se supo el fallecimiento. Ahí me traslado a comisaría e iniciamos las primeras gestiones y activamos a todo el equipo de investigación», indica la persona que, aquel verano del 2021, era el inspector jefe del grupo que investigó la muerte de Samuel. Estuvo al frente hasta noviembre del 2021.
«Sé que a Katy le incomodan los comentarios homófobos; no le gustaba cuando escuchaba comentarios como ''este es un maricón''». Además, añade que en el grupo de la acusada (para la que piden pena de prisión con la agravante de discriminación) hay «personas homosexuales, heteros y trans».

La defensa de Katy Silva rechaza la declaración de Mar, la primera testigo. Entra Adriana, que era amiga de Katy desde los once años y fue su compañera de piso.
Habrá que esperar aún unas semanas para escuchar a los principales sospechosos de matar a Samuel, que en la actualidad viven entre rejas. Hasta el 14 de noviembre no se suben al estrado Kaio Amaral, Alejandro Freire (Yumba) y Diego Montaña. Katy Silva y Alejandro Míguez (acusados de asesinato ambos, pero en libertad con medidas cautelares) ya se enfrentaron a las preguntas de las partes, incluidas las de la rápida e incisiva Olga Serrano, fiscala delegada de Delitos de Odio y Discriminación de la Fiscalía Provincial de A Coruña que el lunes no pudo contener las lágrimas escuchando al padre de Samuel.
