La Festa da Malla nació cuando un grupo cazadores decidieron plantar trigo en los noventa para que pudieran comer las perdices. El evento es ahora Festa de Interese Turístico Galego.
La subasta de Acruga en Adai volvió a ser un éxito al adjudicarse los 23 animales presentados a precios medios que superaron los 2.200 euros en hembras y los 2.175 en de los machos