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El peligrosísimo experimento de respirar hidrógeno en las profundidades

Buceo extremo: la obsesión por el récord

El peligrosísimo experimento de respirar hidrógeno en las profundidades

Nadie ha podido superar la barrera de los 332 metros en una inmersión. A grandes profundidades el oxígeno se vuelve tóxico y empiezan los temblores, la confusión mental... pero ¿y si en vez de oxígeno se respirara hidrógeno? Dos buceadores se embarcan en una peligrosísima aventura que abre la puerta a lo desconocido.

Miércoles, 27 de Marzo 2024, 12:30h

Tiempo de lectura: 5 min

Estaba a 230 metros de profundidad en una inmensa cueva submarina. No se encontraba allí para lograr una nueva marca personal porque ya había buceado hasta los 245 metros. Tampoco pretendía bajar a más de 332 metros, que es el récord. El buceador Richard Harris y su compañero Craig Challen, dos de los mejores expertos del mundo en buceo profundo, estaban allí en la cueva Pearse Resurgence de Nueva Zelanda para hacer un experimento que podría ayudar a que el ser humano se interne en profundidades nunca exploradas: bucear respirando hidrógeno.

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