Guía práctica para planificar tu futuro Las jubilaciones, al detalle ¿Tienes más de 50 años? Esto de las pensiones te interesa
Se publica 'Crisisfobia', una guía práctica para manejar nuestras finanzas con acierto. Le hemos pedido a su autor, José María Camarero, que ponga el foco en la jubilación. Toma nota.
Viernes, 03 de Febrero 2023
Tiempo de lectura: 5 min
La factura de la luz, del gas, el presupuesto familiar, los impuestos, la subida de la hipoteca... Estos son solo algunos de los quebraderos de cabeza financieros a los que nos enfrentamos diariamente. Para resolverlos, el periodista José María Camarero ha escrito Crisisfobia (editorial Harper Collins), una guía práctica llena de consejos para sortear la crisis económica. Uno de los capítulos, lógicamente, está dedicado a las pensiones.
Así que le hemos pedido a Camarero que nos cuente los seis puntos que hay que tener en cuenta si ya se han cumplido los 50 años. La jubilación es uno de los temas que más preocupan a los que se van aproximando a los 65 años. No solo inquieta la pérdida de poder adquisitivo, también si alcanzarán los fondos cuando les toque jubilarse a los boomers y si conviene hacer algún tipo de inversión para garantizar una vejez más despreocupada. Más pistas sobre este y otros temas de la economía familiar en Crisisfobia.
Movimientos a partir de los 40
→ Hay una fecha clave para comenzar a pensar en la futura pensión. La década de los 40. A partir de ese momento –en concreto, a los 42 años– es cuando la Seguridad Social tiene en cuenta las cotizaciones que realiza el trabajador para después calcular su futura pensión.
→ Todo lo cotizado hasta ese momento cuenta en número de años necesarios para retirarse; pero el importe de la pensión irá en función de los ingresos que se generen a partir de ese momento.
→ Para jubilarse, aunque sea con una pensión mínima, son necesarios al menos 15 años cotizados, de los cuales al menos dos años deben ser en los 15 años previos a la jubilación.
La mejor forma de ahorrar
→ Posiblemente, un trabajador no conozca el importe de su futura pensión hasta que le queden muy pocos años, e incluso meses, para retirarse. Todo dependerá de lo que haya cotizado y de otras muchas circunstancias. Por ello, muchos miran al ahorro, sin conocer exactamente la mejor vía para hacerlo.
→ ¿Plan de pensiones? ¿Fondo de inversión? Los planes de pensiones tienen la ventaja de reducir la factura del IRPF cada vez que se aporta dinero. Sin embargo, al rescatarlos, se pagarán todos los impuestos que no ha tenido que abonar durante los años en los que ha estado ahorrando.
→ Los fondos de inversión tienen un abanico tan amplio de posibilidades que permiten adaptarse a cualquier tipo de ahorrador. Además, se puede cambiar de fondo sin tener que pagar impuestos, acomodándose a cada momento de la vida.
¿Y el depósito de toda la vida?
→ El único producto sin complicaciones es el depósito bancario, aunque la rentabilidad es mínima. Durante muchos años, cuando los intereses han estado en mínimos, el ahorro en cuentas o libretas se ha visto perjudicado porque las comisiones por mantenimiento han sido más elevadas que el poco dinero que rentaban esos productos.
→ Ahora, con la subida de los tipos, la banca comienza a remunerarlos, pero muy poco, y en mucha menor medida de lo que están subiendo los costes de los créditos o hipotecas.
→ Además, y esto es importante, los depósitos están garantizados en los primeros 100.000 euros por cuenta y titular. A partir de esa cuantía, si hubiera algún shock económico, no se encontrarían bajo el paraguas del Fondo de Garantía de Depósitos.
El riesgo, según la edad
→ Cualquier inversión implica, básicamente, apostar por opciones más arriesgadas hasta los 40 años; moderadas hasta los 50 o 55 años; y más conservadoras a partir de ese momento para evitar sustos de cara a la jubilación.
→ A partir de los 50 años es el momento de replantearse las opciones de ahorro y dirigirlas hacia posiciones más seguras. Tenga en cuenta que ni siquiera un fondo llamado 'garantizado' implica no asumir riesgo. Alguno tienen.
→ En el momento de jubilarse, a los 65 o la edad que lo haga, conviene recuperar ese dinero ahorrado poco a poco. Es decir, evite sacar todo el capital del fondo o del plan de pensiones de una sola vez, porque el impacto en impuestos es muy elevado si lo hace así.
→ La recomendación generalizada es ir recuperando todo ese dinero poco a poco, como si se tratara de una renta mensual, para ir asumiendo los gastos que le puedan llegar, junto con el ingreso de su pensión. Salvo que sea estrictamente necesario.
La vivienda como seguro de vida
→ Los jubilados españoles tienen una ventaja con respecto a los pensionistas de otros países europeos. Es verdad que su pensión es inferior. Pero no se debe obviar que la mayoría dispone de una vivienda en propiedad. Y que cuando llega el momento de retirarse ya han completado el pago de la hipoteca.
→ Esa es una de las claves para tener una jubilación más tranquila. Es decir, llegar a la jubilación sin esa carga de la hipoteca. Es verdad que no todo el mundo puede tener una casa en propiedad y que debe optar por el alquiler aun siendo jubilado. En este caso, debería ahorrar dinero por otras vías durante su vida laboral para poder hacer frente a esos gastos de arrendamiento.
→ Es necesario llegar a la jubilación con un respaldo. Puede ser una vivienda en propiedad o bien, si opta por el alquiler durante su vida, tener ahorros para hacer frente a una jubilación en la que la pensión será claramente inferior a su sueldo.
La pensión que me va a quedar
→ Las pensiones públicas en España cubren una buena parte de los ingresos que los trabajadores tenían hasta que accedieron al retiro. En concreto, la tasa de sustitución en España, esto es, la diferencia entre el último sueldo en activo y la primera pensión que se cobra, se encuentra en el 72 por ciento. Es decir, que, si ese último salario fue de 2000 euros al mes, la pensión será de unos 1440 euros. Es 'generosa' porque esa misma realidad en otros países es muy distinta, a la baja.
→ Esa es una de las claves para tener una jubilación más tranquila. Es decir, llegar a la jubilación sin esa carga de la hipoteca. Es verdad que no todo el mundo puede tener una casa en propiedad y que debe optar por el alquiler aun siendo jubilado. En este caso, debería ahorrar dinero por otras vías durante su vida laboral para poder hacer frente a esos gastos de arrendamiento.
→ Con una pensión media de 1200 euros se puede llevar una vida digna. Pero todo depende del nivel de vida que se tenía hasta antes de la jubilación. Lo que está garantizado, por ley, es la revalorización de las pensiones. Es decir, lo que subirán cada año en función de la inflación.
→ Este enero se ha actualizado el pago de todas las pensiones, con un incremento del 8,5 por ciento. De media, son unos 107 euros más al mes para hacer frente a la inflación.
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