Viernes, 20 de Septiembre 2024, 10:17h
Tiempo de lectura: 6 min
Nos escribe un lector sobre el asunto que polariza la conversación en los últimos tiempos: los desequilibrios territoriales de un país que cada vez parece menos y peor vertebrado. En esta ocasión, a propósito de la producción eléctrica, que tan desigualmente se reparte y tan disociada está de su consumo. Habla del caso de Madrid, pero podría poner otros: en Cataluña o el País Vasco hay un déficit notable entre los kilovatios por hora generados y los consumidos, más acusado si se atiende al despliegue de las renovables, vital para todos, pero cuyo impacto se concentra en tierras más despobladas. Lo que nuestro lector propone es pasar la factura a los prósperos de la carga que padecen los que ven sus pueblos morir. Otro frente para avivar la discordia. Y nadie dispuesto a articular un consenso solidario.
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