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Mi hermosa lavandería

La cárcel como hogar

Isabel Coixet

Viernes, 07 de Febrero 2025, 10:01h

Tiempo de lectura: 2 min

La idea budista de vivir en el llamado presente es imposible y contraria a la realidad, porque nuestras vidas se construyen en torno a un futuro necesariamente imaginado. Estamos en constante diálogo con este mundo fantaseado; una conversación continua sobre nuestros trabajos, nuestras actividades creativas, el sexo, nuestras parejas o el dinero. Quizás sea el futuro aquello que ocupa con más frecuencia nuestros pensamientos. 

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