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Historia El hombre que tuvo a Himmler en sus manos

¿El masajista de Himmler aprovechaba que el dirigente nazi estaba en la camilla para que firmara la libertad de miles de prisioneros? Un libro indaga sobre el polémico Felix Kersten.

En el séquito del jefe de las SS. Felix Kersten (en el centro) se convirtió en imprescindible para Himmler (a la derecha). El comandante de las SS se llevaba al masajista en su tren privado y le hacía confidencias sobre la guerra. Foto: AGE

Lunes, 21 de Marzo 2022

Tiempo de lectura: 2 min

El doctor Ko le enseñó los secretos de la terapia fisioneuronal, una técnica para presionar los nervios y liberarlos de tensión. El fisioterapeuta de nacionalidad finlandesa Felix Kersten dominó esa terapia y, cuando su maestro regresó al Tíbet, heredó su clientela: la élite económica e industrial alemana.

A través del boca a boca, su fama de sanador llegó hasta Heinrich Himmler, atormentado desde niño por fuertes dolores abdominales. Kersten logró aplacarlos con sus masajes y pasó a ser imprescindible para Himmler. El todopoderoso reichsführer, comandante jefe de las SS, ministro del Interior, el número dos del temible Tercer Reich nazi, no podía vivir sin su masajista. Se lo llevaba a los viajes en su tren especial y, cuando Himmler se relajaba en su camilla, Kersten aprovechaba para pedirle la liberación de prisioneros: le llegaban listas constantemente.

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El terapeuta de los poderosos. Felix Kersten también trató a Galeazzo Ciano, yerno de Mussolini, y a varios miembros de la élite económica alemana.Foto: AGE

«Podía ayudar cuando Himmler estaba enfermo, entonces era muy influenciable. Cuando empezaba una crisis, sacaba mis listas. En esos momentos firmaba casi todo lo que se le ponía por delante. Pero, una vez restablecido, era casi imposible hacerle firmar una liberación», contó Kersten.

El masajista ha sido un personaje controvertido porque al terminar la guerra magnificó su papel en el salvamento de perseguidos por los nazis. Chocó con el conde Folke Bernadotte, impulsor de una expedición de la Cruz Roja sueca que sacó en 1945 a prisioneros de los campos de concentración y los llevó a Suiza. Kersten se arrogó el protagonismo de la iniciativa y Bernadotte lo desmintió.

'Cuando tenía crisis de dolores, Himmler firmaba lo que le ponía delante; una vez restablecido, era imposible', ha contado el masajista

El masajista también sostuvo que había convencido a Himmler para que no dinamitara los campos cuando Hitler se lo pidió, con lo cual se salvaron unas 800.000 personas. ¿Hasta dónde se implicó de verdad? Algunos historiadores creen que distorsionó su intervención, la engrandeció.

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Técnica oriental. Felix Kersten practicaba una técnica tibetana para eliminar el estrés y paliar los dolores mediante presiones manuales.Foto: Getty

Felix Kersten no está en la lista de los Justos entre las Naciones del centro Yad Vashem de Jerusalén porque no puso en juego su vida para salvar a los judíos: eran acciones en las que Himmler estaba de acuerdo. Pero François Kersaudy asegura en el libro El médico de Himmler (Taurus), que su mediación salvó a cien mil personas y sostiene que sí corrió peligro porque la Gestapo sospechó de él. Tras la guerra, Holanda, Suecia y Francia rindieron honores a Felix Kersten.

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