La cuadrilla mágica de Jasper Maskelyne El mayor truco de magia de la historia: cambiar una ciudad de sitio y volver locos a los alemanes

Viernes, 10 de Noviembre 2023
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Enero de 1940. La Segunda Guerra Mundial libra batallas decisivas en el norte de África y no siempre con las armas. La propaganda, el engaño y la desinformación se han convertido en elementos determinantes de la contienda, siguiendo la máxima del primer ministro Wiston Churchill: «En la guerra, la verdad debe ir acompañada por una escolta de mentiras».
En esas circunstancias, el general Wawell, comandante del Ejército británico en el norte de África, decide crear una unidad de contraespionaje a la que llamará A Force. Confundir al enemigo es determinante. ¿Y quién mejor para crear ilusiones que un mago profesional?

Al mando de la A Force, Wawell puso a Jasper Maskelyne (Inglaterra, 1902), en ese momento destinado en la Compañía Real de Ingenieros de Farnham como responsable de los servicios de camuflaje, donde se limitaba a esconder nidos de antiaéreos y a realizar números de variedades para soldados y oficiales. Pero Maskelyne no se había alistado voluntario en el Ejército sólo para eso. En 1939 era ya una verdadera estrella de espectáculo. Su abuelo, John Nevil, está considerado como el padre de la magia moderna, y el prestigio de su padre como ilusionista no queda atrás. Jasper, con tan sólo nueve años, había debutado como ayudante; con 24 se 'bautizó' y con 37 ya había recorrido los grandes escenarios de medio mundo. A su fama, además, se sumaba un aspecto de galán cinematográfico que, unido a sus cualidades, le había abierto las puertas del cine de los años 30.

Al comenzar la Segunda Guerra Mundial, Maskelyne creyó que los conocimientos y las habilidades de su profesión podrían ser útiles al Ejército en labores de espionaje y camuflaje; esconder cosas era, precisamente, lo que llevaba haciendo toda su vida. Por eso, cuando el general Wawell creó la A Force, Maskelyne vio la coyuntura perfecta para lucirse. Aunque los mandos pusieron a su disposición militares de gran preparación, el mago escogió un equipo de cinco hombres según sus propios criterios: un guía de Infantería, un carpintero, un dibujante de caricaturas, un pintor al óleo y un sargento experto en cultura castrense. La Cuadrilla Mágica de Jasper Maskelyne acababa de nacer.
No podía esconder Alejandría, pero sí 'reubicarla'. En una bahía cercana recreó una imagen nocturna de la ciudad con luces y sombras. Los alemanes creían bombardear el puerto, pero, por arte de magia, reaparecía al día siguiente
El primer encargo fue proteger Alejandría de los bombardeos alemanes y salvar así un puerto clave para recibir suministros y material. En esencia, se trataba de intentar engañar a la Lutwaffe como a su público, sólo que ésta se situaba a miles de metros en el aire. No podía esconder el puerto de Alejandría, pero sí podía… cambiarlo de sitio. Así, a pocos kilómetros –en Maryot Bay– comenzó a surgir una nueva Alejandría. Pidió fotografías aéreas para poder ver la ciudad tal y como la veían los aviadores alemanes y, jugando con luces y sombras, para lo que usó sus conocimientos en el mundo del music hall, recreó exactamente el dibujo nocturno de la ciudad, incluyendo el faro, en la bahía más próxima.

Unas explosiones por control remoto, et voilá, los depósitos e instalaciones del puerto parecían haber sido alcanzados con total verosimilitud. Durante el día continuaba la representación y el verdadero puerto era decorado con escombros y hogueras humeantes... Y los aviones alemanes de reconocimiento informaban del éxito de las misiones. Maskelyne y su equipo habían posibilitado el abastecimiento de todo el Ejército en África y nacía la leyenda de The Magic Gang.
Para que Rommel pensase que el ataque vendría del sur, recreó todo un ejército: tanques, depósitos, soldados y hasta un oleoducto hecho con latas
Pero esta exitosa misión sería sólo la primera de otras igual de espectaculares. Entre ellas, la de evaporar el Canal de Suez ocultándolo bajo una tormenta de luz mediante espejos y reflectores, lo que también hizo en 1941 y, sobre todo, en 1942 cuando tuvo lugar la célebre batalla de El Alamein. El Cuerpo de Camuflaje recreó todo un ejército fantasma para hacer creer al general Rommel y su África Korps que el ataque vendría desde el sur; tanques, depósitos de agua, cañones, camiones, miles de soldados e incluso un falso oleoducto fabricado con latas de combustible recicladas hicieron posible el efecto.

Hubo falsas transmisiones de radio que incluían ruidos de trabajos inexistentes para hacer creer en una frenética actividad. Y mientras los alemanes espiaban y controlaban a un ejército de pacotilla, el verdadero ataque de Montgomery y su VIII Ejército llegaba por sorpresa desde el norte; para cuando los alemanes enviaron tropas a esa zona, ya era demasiado tarde. La pequeña ventaja conseguida por la confusión había resultado decisiva y el curso de la guerra había cambiado.
Al finalizar ésta, la Cuadrilla Mágica se disolvió y sus miembros no recibieron reconocimiento alguno. Reintegrado a la vida civil, Jasper regresó al teatro, pero la televisión había cambiado su mundo y, finalmente, se estableció en Kenia, donde falleció a los 70 años de edad, en 1973. Pero su leyenda no dejó de crecer. El libro de David Fisher, El mago de la guerra, recogió su 'heroica' historia y sus derechos para el cine fueron adquiridos por Tom Cruise. Será Benedict Cumberbatch, quien encarnará al mítico mago en la película de la que se desconoce la fecha de estreno.
Sin embargo, también hay escépticos, Richard Stokes, mago e historiador, se queja de que no se puede conocer la verdad hasta que los archivos de la Armada Británica sean desclasificados en 2046. Según él, todo es un inmenso embrollo creado por la egolatría de Maskelyne para exagerar su papel y confundir a todos durante 60 años, lo que no dejaría de ser… su último gran truco.
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