El secreto formó parte tan integral de la vida de Harry Houdini que muy bien podría haber sido su apellido. Hoy lo recordamos como el mayor especialista en fugas de la historia: un judío estadounidense nacido en Budapest en 1874, bajito, robusto y de carácter fuerte, capaz de escaparse de todo tipo de encierros y de zafarse de esposas, cadenas, camisas de fuerza, instrumentos de tortura lo que fuera. Pero Houdini, más bien, fue un ilusionista sin parangón. Aunque millones de personas creían que sus fugas tenían origen en la fuerza bruta, la flexibilidad extrema de su cuerpo y su sobrehumana voluntad, siempre tenía un as en la manga: era frecuente que su instrumental hubiese sido alterado o trucado.