Desayuno de domingo con... María León: «No juzgo a Ana Obregón, pero no apoyo que se busque la propia felicidad de ese modo»
Sevilla, 1984. Soy actriz y acabo de estrenar 'El hijo zurdo', una serie de Movistar+ en la que interpreto a una madre que trata de recuperar a su hijo, que se ha unido a un grupo neonazi.
XLSemanal. Aparte de en El hijo zurdo, esta primavera la veremos en mil sitios.
María León. Sí [ríe]. En Heridas (Antena 3), en Mentiras pasajeras (SkyShowtime), en Noche de chicas, estrenada en una plataforma mexicana, y acabo de terminar de rodar la película Cerrar los ojos, de Víctor Erice.
XL. El hijo zurdo no es una serie para pasarlo bien y entretenerse un rato...
M.L. No lo es, no. Es para reflexionar sobre el silencio, la felicidad, la maternidad y sobre lo importante que es el sitio donde naces.
«Puedo empatizar con los motivos de Ana para hacer eso, pero no se puede traficar con el cuerpo de las personas para ser feliz tú»
XL. Pero a Lola y a Maru, una madre de clase muy inferior, les pasa lo mismo...
M.L. Pero la clase social y económica en la que naces sí es un inicio de cómo te puede afectar en tu desarrollo. Es importante de dónde vienes.
XL. Por cierto, ¿qué tal llevó todo el rodaje con un brazo escayolado?
M.L. Pues te puedes imaginar...: a 50 grados todo el verano y en Sevilla. Ha sido realmente complicado, porque se me hinchaba el brazo por el calor.
XL. ¡Sevilla, qué maravilla! [Risas].
M.L. ¡Sí!, pero en invierno, por favor. Sevilla es una de las ciudades más bonitas de España, pero rodamos en julio, agosto y septiembre... ¡Puf!
XL. Tras ver todo lo que le pasa a Lola, ¿se le quitan las ganas de ser madre?
M.L. No te creas, porque ya soy madre de los personajes que hago. La maternidad es un tema bastante latente y me gusta contar historias de mujeres que son madres y que no por ello deben desdibujarse ni dejar de vivir su propia vida.
XL. Pues eso, a veces, no es nada fácil.
M.L. Nada, estoy de acuerdo. Ser madre es de las cosas más complicadas que hay. No paran de darlo todo, a veces para bien y otras para mal. Para ser madre, hay que tener una fuerza brutal y una generosidad única.
XL. Y, al hilo de esta reflexión, ¿qué le parece la polémica creada tras la reciente maternidad subrogada de Ana Obregón?
M.L. Puedo empatizar con los motivos de Ana para hacer eso, pero no se puede traficar con el cuerpo de las personas para ser feliz tú. No estoy de acuerdo con ese proceso. Ana habrá hecho las cosas así porque en su corazón lo habrá necesitado. No la juzgo, pero no apoyo que se busque la propia felicidad de esa manera.
XL. ¿Y si esa gestación fuese gratis?
M.L. Tampoco, seguiría siendo una manera de utilizar de estraperlo el cuerpo humano, y me parece fatal. Hay que ser responsables y no querer ser feliz a toda costa y por encima de todo.
Superandaluz
«Ahora me ha dado por comer pan con aceite de oliva, con sal y con mucho ajo rico y ecológico. Y un café. Y me sienta estupendo, la verdad».
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