Desayuno de domingo con... Miguel Bosé: 'La política llega a su fin. Este sistema se va a acabar, y lo vamos a ver tú y yo'
Nací en Ciudad de Panamá en 1956. Publico 'El hijo del Capitán Trueno' (Espasa), un libro generoso e inédito. Y muy pronto empieza a grabarse una serie de tres temporadas sobre mi vida.
Domingo, 28 de Noviembre 2021, 01:18h
Tiempo de lectura: 2 min
XLSemanal. Creíamos saberlo todo de usted y nos viene con estas…
Miguel Bosé. [Sonríe]. Pues escribí más de 800 páginas y han quedado 480.
XL. Podría haber sido una biografía divertida, pero es una tragedia.
M.B. En la esfera en la que nací, cuando pasaba algo gordo, era muy gordo; y cuando había algo divertido, era extremadamente divertido. Mis amigas dicen que es desgarrador lo que he vivido y que cómo puedo llevar hoy la vida con tanta naturalidad.
XL. ¿Nadie lo mandó al psicólogo?
M.B. ¿En mi época había psicólogos? Las cosas nos las arreglábamos solos y eso me hizo muy fuerte y sólido. A los 14 años ya había superado todo lo desagradable y lo feo.
XL. Me escandalizan, mucho más que las masturbaciones con Helmut Berger bajo el mantel y los amantes compartidos con su madre –que también–, el maltrato y la falta de afecto que recibió de sus padres.
M.B. Este libro no puede escandalizar: no tiene nada escabroso. Las cosas fuertes están planteadas con naturalidad.
XL. ¡Quizá es por eso! [Risas]. Retrata a su padre como un ser abominable, violento, jurásico, infiel, dictador y machista por el que solo se puede sentir rechazo.
M.B. Fue así, no he tratado de edulcorar nada: ni lo mejor lo he mejorado ni lo peor lo he empeorado. El personaje no se cae porque no hay rencor en mí.
XL. De su madre dice: «Era una diosa de hielo. Seca, caprichosa y voluble, joven y ligera […], nunca supe si seguía donde seguía por ciega, sorda o tonta […], se paseaba por Roma encendiendo los deseos de todos». Y también los suyos, que la amaba casi hasta el incesto.
M.B. [Sonríe]. Sí, así era mamá: la mujer más bella del mundo, con una personalidad arrolladora. Cuando entraba en un lugar, entraba el sol.
XL. A sus hijos, estimo, los trata diferente.
M.B. Los niños necesitan dos referencias para crecer fuertes: autoridad y cariño. Y las tienen. No salgo en eso a mis padres.
XL. ¿Se ha arrepentido de apoyar al PSOE?
M.B. Es tarde para especular sobre eso. Mi desencanto con la política es flagrante, radical e irreversible y no sabes el peso que me he quitado. La política, como estructura, está llegando a su fin. Ellos lo saben y por eso fuerzan tanto las maquinarias, a la desesperada. Este sistema se va a acabar y lo vamos a ver tú y yo.
XL. ¿España le duele?
M.B. ¿España? Si ya no hay España. Hay 17 Españas y no me duelen porque no las padezco. Si no me ha dolido mi vida, ¿qué gano yo con que determinadas cosas me duelan o me importen?
De su propia mano
«Tomo un par de huevos revueltos –que me salen fenomenal al baño maría–, unas tostadas con mermelada de naranja o de frutos rojos y un café».
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