Cuero, rojo y mucha creatividad: así fueron los «looks» de los fans que asistieron al concierto de Rosalía

Carmen Novo / M. P. LA VOZ / REDACCIÓN

AL SOL

Luis Miguel Fonterosa, Pablo Pérez, Ismael Souto e Icía Pino.
Luis Miguel Fonterosa, Pablo Pérez, Ismael Souto e Icía Pino. Carmen Novo

Muchos de los asistentes decidieron crear sus propios conjuntos, una oportunidad para dejar volar la imaginación

30 jul 2022 . Actualizado a las 14:14 h.

Como canta Rosalía en su canción Saoko, «yo soy muy mía, yo me transformo». Motomami, más allá de un álbum, engloba un concepto estético. Anoche, la entrada del Coliseum de A Coruña se convirtió en un desfile de moda: gafas de sol, peinados orientales, cuero, prendas que giraban en torno al rojo y al negro y, sobre todo, mucha creatividad. Con esta etapa, con todas sus apariciones milimétricamente cuidadas en cuanto a imagen, la catalana ha conseguido crear un estilo propio que marca tendencia entre sus fans. 

«Ahora Rosalía es una artista conceptual. En todo lo que hace prevalece la idea, que lleva a una estética determinada. Sobre el escenario, primero, se viste como una chica motera, mala. Por ejemplo, con el característico vestido blanco que deja ver su tatuaje de la pierna y los trajes de cuero rojo y azul. Pero, de repente, se corta las trenzas y se lava la cara. Transmite esa idea de fragilidad, y es todo por el concepto» dice Hugo López, seguidor de la cantante, asistente al concierto y diseñador de moda.

Para la ocasión diseñó sus propias prendas, nada casual. Construyó el outfit en torno al cuero negro, uno de los elementos claves para comprender el armario que Rosalía defiende en escena. También en torno a lo rompedor y arriesgado, a aquello que uno no se espera. «Por eso mismo ha convertido el enseñar carne en otro pilar de su estilo», explica el joven.

Hugo López antes de entrar al Coliseum.
Hugo López antes de entrar al Coliseum. Carmen Novo

Érika Amor y Laura Rodríguez estudian un máster en diseño y dirección creativa de moda. Ayer, para asistir al concierto, ambas amigas confeccionaron sus propios looks «exclusivos». «Empeceino onte á noite. Quedei coas miñas amigas no bar e estiven cosendo os lacitos como unha tola», recuerda Érika entre risas. El resultado fue un conjunto de top y falda negro que combinó con una chaqueta de motera oversized. Esta sí, comprada. «O máis "motomami" que atopei, hai que meterse no papel», afirma.

Laura, sin embargo, fue un paso más allá y confeccionó su propia cazadora de cuero rojo: «Saqueille unha foto pola rúa á cazadora que levaba un motorista porque quería facer todos os cortes iguais», explica. Todo el trabajo es poco cuando se trata de un evento de tales magnitudes. Sobre todo, por ser una oportunidad para dejar volar la imaginación.

Érika Amor y Laura Rodríguez.
Érika Amor y Laura Rodríguez. Carmen Novo

Los «looks motomami» van un paso por delante del vestuario elegido para otras citas musicales, a las que los más fans optan por llevar camisetas de merchandising. Los seguidores de Rosalía no se conforman con esto. La clave es la identidad visual que construyó desde un inicio. Ha creado escuela, un estilo. «Inventou un concepto, o da "motomami", pero para crealo tampouco fixo nada novo. Colleu prendas que xa fabricaban outras marcas. Por exemplo, as minifaldas que leva xa foron clave en colecións de MiuMiu, Balenciaga e Prada», explica Érika. 

Libertad creativa

Ningún conjunto de los que se visualizaron ayer en el concierto fue aleatorio. Todos estaban milimétricamente pensados, acorde la etiqueta. El grupo de Juanjo Pérez, Luis Miguel Fonterosa, Pablo Pérez, Ismael Souto e Icía Pino hicieron cola frente a la puerta del Coliseum desde, aproximadamente, las doce de la mañana. «Vine en chándal, pero a la tarde fui a casa para cambiarme. Lo que traigo puesto tal y como lo combino es solo para hoy», relata Juanjo. Para ellos, cada canción del álbum es un mundo que les inspira sensaciones diferentes a la hora de vestir. «La Combi Versaci no puede ser lo mismo que Hentai», dice Pablo.

Ellos eligieron looks minimalistas, en tonos neutros. Luis Miguel, que también es diseñador, hizo sus pantalones y decoró su camiseta básica con detalles en rojo única y exclusivamente para la ocasión: «Rosalía es un mundo de creatividad. Nosotros lo aplicamos al vestuario, que es con lo que nos expresamos», relata. 

Luis Miguel Fonterosa, Pablo Pérez, Ismael Souto e Icía Pino.
Luis Miguel Fonterosa, Pablo Pérez, Ismael Souto e Icía Pino. Carmen Novo

Lo mismo piensan Fernando García, Alejandro Sánchez y Pablo García. «Cogiendo como referencia prendas de diseñadores alternativos como Rick Owens está defendiendo algo diferente, y de ahí que sea tan inspirador», comenta Fernando mientras mira a su alrededor emocionado. «Aquí hay muchos ejemplos de gente que decide salirse de la norma sin miedo», dice. Él mismo, por ejemplo, rompió unas medias y se las puso en los brazos, como si fueran mangas. «Me constriñen pero también me liberan. Esa es la idea que me transmite», explica. 

Su amigo Alejandro llegó a la cola con una camiseta roja a la que tenía pensado añadirle unos cuantos imperdibles como decoración. Pero, después de tantas horas esperando, decidió ir un paso más allá. Con ayuda de sus compañeros rompió el básico en pedazos, y, juntando las piezas con los imperdibles, creó algo totalmente nuevo. «Nuestra manera de expresarnos de hablar y de relacionarnos está en constante cambio. Fluctuamos, nos adecuamos al momento. Vemos el ejemplo en Rosalía, ella se transforma, desde sus discos anteriores y en cada canción, pero sigue siendo fiel a sí misma. Las personas cambiamos y ella lo abandera», explica. 

Fernando García, Alejandro Sánchez y Pablo García.
Fernando García, Alejandro Sánchez y Pablo García. Carmen Novo

Estilo inspirador

Para definir el estilo de Rosalía los tres chicos utilizan las palabras urbano, underground y transgresión. Detrás de muchas de sus prendas está la española Pepa Salazar, diseñadora que, al igual que la artista, tiende a al minimalismo y a lo conceptual. También su hermana Pili, estilista en la sombra. Clara Manrique, Paula Manrique, Alba Graña y Marta Castro, fans de la artista desde sus inicios, destacan su papel: «No tenemos tan buen gusto como ella, pero hacemos lo que podemos», comenta Marta entre risas. 

Para asistir al espectáculo recurrieron a un clásico: estampar camisetas con el logo del álbum. «Cogí la plantilla con las letras de Motomami y coloree el interior con rotulador. Lo iba a hacer con spray, pero no se aguanta tan bien en la tela y quería que me durara. Depende de cuanto me guste el concierto, igual la enmarco» dice Paula, artífice del diseño. 

Clara Manrique, Paula Manrique, Alba Graña y Marta Castro.
Clara Manrique, Paula Manrique, Alba Graña y Marta Castro. Carmen Novo

Para crearlas, recurrió a la fuente de inspiración más utilizada por todos: internet. De allí sacó la plantilla: «Es lo que hace todo el mundo. Casero, como en el cole», añade Marta. Por supuesto, todo en rojo: «El color nos transmite poder, y también es muy flamenco, lo que siempre la ha caracterizado». La catalana conserva su esencia.