Sus antiguos pupilos destacan la apuesta «valiente» por David Rial, un entrenador «joven y preparado» con los métodos clásicos de la escuela del Santiago Futsal
05 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Quienes ya han estado a sus órdenes, no dudan de que el Pescados Rubén Burela acierta en la «decisión valiente» de entregar su timón en Segunda División a David Rial, un entrenador de solo 30 años y sin más currículo que su paso por las categorías inferiores de la selección gallega y el Santiago Futsal, al que dirigió dos temporadas en la división de plata, y unos meses como asistente del Bork Kitakyushu en Japón.
Por cuestión de semanas no coincidió allí con Christian Chao, que terminó la temporada en el Xove. «Cuando yo volví, él llegaba. Mientras estuve en Japón hablamos bastante porque él estaba pendiente de papeleo para incorporarse. Me preguntaba cómo iban las cosas allí», explica un futbolista viveirense que había forjado una «gran relación» con el estratega compostelano cuando fichó por el Santiago Futsal, en el curso 2018-19, y este ejercía como segundo de Santi Valladares.
«Es un entrenador con ese ADN Santiago, que, igual que Mon Barreiro y Jorge Basanta, creció en una de las mejores escuelas de España y mamó el fútbol sala de generaciones pasadas. Es trabajador y tiene mucha proyección. Va a aportar savia nueva al Burela», explica. «Tiene buen feeling con los jugadores, los anima y luego tiene unas pautas defensivas establecidas y pide atreverse en ataque. La identidad de presionar, ser intensos y pelear cada balón va a ser indiscutible, y luego se adaptará a los jugadores que tenga», destaca Chao.
Su análisis es muy similar al que hace Iago Barro. El portero viveirense vio crecer a Rial entre el 2017 y el 2019, en sus dos últimas temporadas como profesional en la capital de Galicia. «En mi primer año trabajamos juntos porque yo era el preparador físico del filial y él el entrenador. Cuando se fue Mon Barreiro, empezó como asistente de Valladares en el primer equipo», rememora convencido de que es un avanzado aprendiz del actual entrenador del Peñíscola: «Empezó a entrenar muy joven, como otros muchos en el Santiago Futsal. Solo los que valen van subiendo. Siguió esa tradición tan reconocible de Venancio, Tomás de Dios y Valladares».
Preguntado por el estilo del nuevo entrenador burelista, también apunta a las características habituales del «club da loita», cuando Santiago Futsal sobrevivió con un competitivo proyecto de cantera frente a los más grandes: «El suyo es puramente estilo Lobelle. Aguerrido, intenso... Trabaja mucho la defensa».
Los resultados, no obstante, no le acompañaron en un Santiago Futsal que descendió a Segunda B en la segunda de sus campañas al mando. «Le tocó una etapa de vacas flacas, cuando ya nos fuimos los veteranos», explica Barro. «No consiguió la permanencia, pero tenía una media de edad de apenas 21 años, con muchos chavales a los que hizo debutar en la categoría, y lograron competir muy bien. En ese sentido, creo que el trabajo fue bueno», destaca Christian Chao.
Exigencia
Aunque, presumiblemente, el Burela optará por un proyecto más austero, sin la exigencia del ascenso, parece que Rial encontrará desafíos mayores en el Vista Alegre. «Me sorprendió su fichaje. Es un cambio de dirección importante, una decisión valiente. Cualquier entrenador en Galicia sueña con una oportunidad así, está preparado y es un currante», subraya Iago Barro.
De consumarse su renovación, en Burela se reencontrará con otro futbolista que ya estuvo en sus tropas, Néstor Valle, Nito, cedido un año en Santiago y reclamado por David Rial para la selección sub-19. «Es un buen entrenador. Aunque sea tan joven, ya tiene mucha experiencia, lleva muchos años entrenando. Normalmente juega con pívot, en 3-1, pero sabe adaptarse al juego de cuatro y lleva toda la vida en el Santiago. Tiene esa filosofía de querer equipos aguerridos, que compitan siempre», apunta.