Vista Alegre sirve a la capitana ante el Poio la primera oportunidad de atar su última final de naranja, la de una Liga que se le resistió el año pasado
10 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Sin perder de vista que una derrota puede suponer una prematura despedida del Vista Alegre, pero con la ilusión de escribir un último gran episodio en su historia naranja, Patricia González Mota, Peque (Madrid, 1987), capitanea al Burela Pescados Rubén en busca del único título que se le resistió el pasado curso. Este sábado el segundo asalto del derbi contra el Poio Pescamar (Live Vuvuzela, 17 horas) puede abrir las puertas de la final de Liga a las mariñanas u obligar a disputar un tercer partido en A Seca.
—Están a una victoria de meterse en otra final. ¿Cómo se sienten?
—Bien, concienciadas de que va a ser un partido muy difícil, pero tenemos que jugar con que allí conseguimos ganar, aunque nos costó bastante. Tenemos la ilusión de cerrar la eliminatoria ya.
—El Poio no tiene margen de error, ¿esperan un rival más valiente?
—No lo creo. Ellas son muy fuertes en su casa y, aunque es verdad que ahora no tienen nada que perder, la presión que hace jugar en Vista Alegre es muy complicada de sobrellevar. Eso nos beneficia.
—Cilene lleva semanas lesionada y la rotación del Burela es muy corta. ¿Cómo llegan físicamente?
—Estamos muy bien. La plantilla es muy corta para todo lo que estamos haciendo, pero sabemos que nos queda solo un pasito más, así que seguro que todas vamos a sacar un plus para terminar bien la temporada.
—¿Cómo se explica que hayan sido terceras en la fase regular, pero cada vez que tienen un título cerca se hayan mostrado infalibles?
—Se explica porque somos un grupo muy maduro, sabíamos que tenemos una plantilla muy corta y no íbamos a poder estar al máximo nivel todos los partidos. Siempre salimos a ganar porque somos el Burela, pero sabíamos que teníamos que ir con mucho cuidado para llegar bien a los títulos. Para eso tenemos al mejor, que es Pablo (Díaz), que sabe perfectamente lo que tiene que hacer en cada momento. Nuestro trabajo en la preparación física es brutal.
—Ya tienen tres títulos este curso, pero la Liga fue el que se les escapó el año pasado. ¿Tienen una mayor motivación en este play off por eso?
—Personalmente, mi única motivación es ganar siempre. Es verdad que el año pasado se nos escapó la Liga y me dolió la manera, porque el Futsi nos pasó por encima en su casa. Somos el Burela, tenemos que salir a ganar siempre y creo que ese día no competimos. No sé si este año ganaremos o no, pero sí me quiero quedar con la sensación de que hemos competido y dado el cien por cien.
—¿Ha pensado que este puede ser su último partido como local en el Vista Alegre?
—Sí, claro. Desde que decidí marcharme es algo que tengo en mente cada vez que piso Vista Alegre. Intento disfrutar cada momento ahí porque para mí es el templo del fútbol sala, he vivido cosas inolvidables y espero que este no sea el último partido, pero, si lo es, que lo sea con la grada llena y animando como siempre nos han animado, que no me cabe ninguna duda.
—Si ganan, sea ahora o el martes, aún tendrá al menos otro encuentro en el Vista Alegre.
—Eso espero. En este tiempo he pensado todas y cada una de las posibilidades que puede haber. Una final soñada sería contra el Futsi y ganando la Liga en Burela, creo que no podría pedirle más a la vida.
—¿Por qué se marcha?
—Es una decisión totalmente personal que el club ha respetado. Me da muchísima pena porque aquí me siento en casa, pero es una etapa que termina, tengo otras cosas en mente. Tengo a mi familia a miles de kilómetros y siempre he priorizado el fútbol sala, pero ha llegado el momento de pensar en otras cosas porque la vida pasa y los deportistas en alto nivel nos perdemos mucho. No se valora tanto como se debería, aunque en Burela sí lo hacen, lo fastidiado que es pasar toda la vida lejos de tu casa por jugar.
—¿Seguirá ganando el Burela sin Peque?
—Al comienzo de este año se dudaba del equipo y se hablaba de cambio de ciclo, pero si algo hemos trabajado es el gen competitivo, y eso se transmite de unas a otras, no es algo que cree una sola persona. El gen competitivo del Burela está muy arraigado, no se irá conmigo. Soy consciente de que tengo un papel muy importante, pero también sé que tengo compañeras con calidad más que suficiente para suplirme y el gen competitivo del Burela ya se ha implantado y va a ser muy difícil de quitar. Se dudaba al principio de temporada, se dudará en la que viene, pero por aquí han pasado muchas jugadoras y el Burela ha ido haciendo más fuerte su gen competitivo. Seguro que el año que viene volveremos a verlo en las finales y ojalá que yo esté enfrente.
«Me gustaría despedirme en una final contra el Futsi»
Anunciada su marcha hace semanas, Peque no oculta sus ganas de vivir un último clásico ante el Futsi en la final liguera.
—De momento, pensarán en el Poio, ¿pero en una hipotética final prefieren vengarse del Futsi o tener factor cancha ante el Melilla?
—Es personal, pero a mí me gustaría despedirme con una final frente al Futsi. Ha sido nuestro gran rival durante muchísimos años y no se me ocurre mejor despedida que una final contra ellas, pero tengo claro que el Poio va a ser durísimo. Ha dado un nivel muy alto esta temporada y tiene muy claras cuáles son sus fortalezas y debilidades.
—El otro aspirante al título es el Melilla de Amandinha. Ahora que comparten competición y sigue ganándolo todo, ¿siente que ha hecho méritos para desbancarla como mejor jugadora del mundo?
—Lo único que demuestra es que el Burela tiene una potencia colectiva tremenda. Tendemos a individualizar los deportes colectivos, pero es un error tremebundo porque tú puedes ser muy buena, pero el colectivo es el que gana. Yo tengo la suerte de jugar con Emilly, Cilene, Jozi... Lo único que se demuestra es que el Burela en el momento de competir es mejor, la guerra de una contra otra no la entiendo porque no entiendo el deporte así. Amandinha sigue siendo una jugadora increíble, pero la competición en España es durísima y el Burela, a día de hoy, está un paso por encima.