«Mucha gente me llama Sabina»

carlota vergara / j.a. LA VOZ/ VIVEIRO

A MARIÑA

Carlos García-Boente en un concierto acústico de La Penúltima Sabinera con Pancho Varona, en la sala Jagger de Lugo
Carlos García-Boente en un concierto acústico de La Penúltima Sabinera con Pancho Varona, en la sala Jagger de Lugo

La Penúltima Sabinera (el Tributo), con su vocalista Carlos García-Boente, actúa esta noche en Viveiro

10 ago 2024 . Actualizado a las 14:21 h.

Y hoy nos darán las diez y las once, quizá también la una y las dos en la Praza Maior de Viveiro escuchando la que parecerá la característica voz de Joaquín Sabina, aunque sea la de Carlos García-Boente Carro, el vocalista al frente de La Penúltima Sabinera (el tributo). El grupo, que en la actualidad integran siete músicos, marcará esta noche el pulso de la ciudad del Landro, repasando lo mejor del repertorio de Sabina, a partir de las once de la noche.

Esta aventura musical empezó un poco por casualidad. Carlos García-Boente era percusionista de una banda en cuyos conciertos interpretaba un par de piezas para dar descanso al vocalista titular. El caso fue que sus interpretaciones fueron teniendo cada vez más éxito, lo que llevó a Carlos a animarse a ser solista, emulando al cantante jienense.

«Fuerzo un poco la voz para que se parezca a la de Sabina y consigo que me salga un timbre muy parecido al suyo», explica Carlos. Incluso el propio Joaquín Sabina -que ha visto un vídeo de la banda tocando en concierto- ha reconocido que «suena a Sabina».

El vocalista lucense ha estado acompañado en el escenario en diferentes ocasiones por los músicos habituales de Sabina, como Pancho Varona o Antonio García de Diego

De comercial a músico profesional

El grupo se formó en 2014 como una banda de versiones de cuatro miembros, pero fue en 2018 cuando se constituyó con la esencia actual -el tributo a Joaquín Sabina-. Carlos García-Boente recuerda con emoción el primero de sus conciertos cantando las canciones de Joaquín Sabina en las fiestas de San Vicenzo de Rábade y confiesa que lo que más le molesta de haber empezado su carrera musical tan tarde es que su padre no haya podido verlo actuar.

Ya con una abultada cifra de conciertos a su espalda, decidió dejar su antigua profesión de comercial por los acordes de guitarra y canciones rockeras y románticas.

«Mi canción favorita de tocar va cambiando con el paso de los años. Ahora elegiría Peces de ciudad», confiesa. «A la gente suelen gustarle las más clásicas, 19 días y 500 noches o Pacto entre caballeros», añade. Le sorprende ver a niños pequeños entonando esas canciones, ya que como apunta, en sus conciertos «hay un público muy variopinto». Hoy toca disfrutarlo en Viveiro.