Una familia italoargentina que encontró en O Valadouro la «calidad de vida para nuestros hijos» que buscaba

A MARIÑA

Los Bertuggia Di Carlo dejaron en su tierra natal su casa y una empresa, que actualmente está cerrada en la provincia de Mendoza
23 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Existe la referencia clásica de llamar «el charco» al Atlántico, que ejerce de conexión más allá de lo comercial o turístico. También emocional aquí alusiva a la conexión entre Galicia y Argentina. Una hermandad que se forjó primero por la emigración gallega pero que ha dado la vuelta, por los argentinos que vienen a España. A Ferreira do Valadouro llegó una familia italoargentina formada por Fernando Bertuggia (38 años), Vanessa Di Carlo (37), Facundo (18) y Hanna Kiara (13). Y Coco, el perro de la casa que un primo les pudo traer a los tres meses de pisar suelo gallego. Tienen nacionalidad italiana los cuatro, por parte de los bisabuelos: «La mayoría de los argentinos somos descendientes de italianos y una pequeña parte de españoles, de Galicia más que nada». Ella desconoce si tiene antepasados gallegos en su árbol genealógico. «Lo que más nos movió de Argentina _señala_ fue la inseguridad en el país. Buscamos un estilo de vida más tranquilo y el poder dar un futuro a los niños. En Argentina tenemos nave, empresa armada... ¡Todo, todo! No nos faltaba nada, pero sí que se vive todo el tiempo con miedo y asustado. También fue por la inflación, pues hay una inestabilidad económica continua. En definitiva, buscamos una mejor calidad de vida para nosotros».

Aparte de la vivienda y el negocio, quedaron en su tierra de origen varios parientes, entre ellos los padres de ella, mientras que los hermanos de Fernando viven en Castellón de la Plana. «Se extraña mucho _dice por sus progenitores_ porque por momentos sientes que te estás bien, otros momentos piensas si no es tu lugar. Uno necesita compartir las cosas buenas que le pasan y estar lejos de los padres, hermanos o sobrinos, tira un poco... Hay días y días». «Lo bueno es que ahora tenemos videollamadas y nos enviamos mensajes todos los días. Lo hace más llevadero», añade.
«Facundo que tiene ahora 18 años, en ese momento tenía 15 y estaba en plena adolescencia y con sus amistades en Argentina, por lo que le costó. Hoy no quiere volver»
Los hijos preocupan, indudablemente. El primer año que llegaron fue para Facundo y para Hanna «más complicado», revela su madre. «Facundo tiene ahora 18 años. En ese momento tenía 15, estaba en plena adolescencia y con sus amistades en Argentina, por lo que le costó. Hoy no quiere volver, le gusta estar aquí, el lugar y la gente, lo que está estudiando, tiene una novia en Valencia... Él está por aquí». Habla el joven, sin rechistar aunque su madre desvele su vida íntima tan públicamente pero ríe: «Primero, echo de menos la comunidad de nuestra casa, tener un patio, el compartir momentos con la familia o el comer un asado en el fin de semana». Sin embargo, está contento y esperanzado formándose en el grado medio de Mecanizado, en el IES Perdouro de Burela, y más familiarizado con todo, también con la lengua gallega. El noviazgo a distancia, dice con algo de timidez entendible, «se lleva». «Antes estábamos separados por 13.000 kilómetros, pero ahora se va reduciendo la distancia», agradece.
Hanna ganó el Festival Imaxiña
Su hermana, Hanna, que acaba de ganar el pasado día 14 el primer premio del Festival Audiovisual da Mariña Imaxiña en la categoría de estudiantes, convocado por la Fundación Impulso ao Deporte, Cultura e Turismo na Mariña, interviene. Estudia primero de ESO en el IES Alfoz-Valadouro. Acaba de recibir las notas del trimestre: «Muy bien todo. Tengo algunas materias más preferidas que otras, como los idiomas». Incluso aprendió «muy bien» el valenciano, destaca su madre, de la época que pasaron en aquella comunidad pues dejó Argentina a los 8 años, primero vivió en Valencia, luego en Ferreira, volvieron a Argentina y regresaron a O Valadouro. Está dispuesta a moverse por el mundo si fuese necesario en el futuro: «Me gusta viajar y conocer otros lugares. Si es por estudios, yo voy». Sin miedo: «Me gusta explorar». Tantea varias opciones profesionales: «Estoy entre ser veterinaria, azafata o maestra de inglés». Podía ser las tres si se lo propone «y si tengo mucho tiempo, sí».

«Venimos de Fray Luis Beltrán, en Mendoza, que es similar a Ferreira, donde estamos a gusto»
Fernando Bertuggia, que trabaja en el montaje de muebles y señala que también cuentan con propiedades argentinas alquiladas que les generan ingresos, añora su casa con terreno alrededor y su fábrica, que ahora tiene cerrada, en la localidad Fray Luis Beltrán, en la provincia argentina de Mendoza: «Es similar a Ferreira. Tiene más o menos la misma cantidad de habitantes». «La gente es muy buena y estamos muy a gusto», subraya. Tanto que se volvieron de Argentina en 2023 y, en menos de un año, en el verano de 2024, para «el mismo sitio». «Nos gusta más este pueblo que cuando estuvimos viviendo en Burriana, en Castellón. Por el clima y la vegetación». Y porque «nos recibieron bien y cuando llegamos tuvimos la suerte de conocer gente muy buena aquí en Ferreira, que son amigos nuestros, como Chelo y Manolo, Sagrario y Javier», cuenta. Si algo extrañan, la «carne argentina». «Los domingos en Argentina, a las doce y media del mediodía, sales afuera y se siente el olor a carne asada por todos lados», dice. «Aquí _continúa_ comemos más marisco. En Mendoza no hay tanto porque la costa está a más de mil kilómetros y cuesta que lleguen los mariscos frescos, pero aquí los disfrutamos porque los tenemos al lado». Como el mate. Omnipresente.
«En algún momento le tocó a España emigrar para tener una mejor calidad de vida en Argentina. Es un espejo y hoy es al revés»
Señalan los progenitores que no sintieron discriminación alguna por ser «de fuera». «Es más, la gente se pone contenta cuando escucha que eres de otro sitio», apunta Vanessa, apostillando Fernando: «Y más cuando dices que eres de Argentina porque la gran mayoría aún tiene memoria y recuerda que allá por los años 30, por la política, le tocó a España emigrar para tener una mejor calidad de vida. A Argentina. Es un espejo y hoy es al revés».