Mercadona sufraga la musealización y otra excavación de los restos de Alobre
VILAGARCÍA DE AROUSA
La cadena cede al Concello de Vilagarcía el millar de metros cuadrados donde fueron halladas la puerta marítima del castro, la cetárea romana y la necrópolis
22 oct 2024 . Actualizado a las 20:35 h.Han transcurrido seis años desde que Mercadona contactó con la empresa A Citana Arqueoloxía para sondear el valor que podían encerrar los terrenos de una antigua maderera, al pie del castro de Alobre. Aquel fue el primer paso para el radical cambio de ubicación que la cadena de supermercados está a punto de ejecutar en Vilagarcía, con la apertura de un nuevo establecimiento, construido sobre esta parcela junto a la avenida Valle-Inclán, y el cierre de sus tiendas de A Xunqueira y la avenida Rosalía de Castro. A lo largo de todo este tiempo, en la base del antiquísimo poblado en el que se originó la ciudad han trabajado una treintena de arqueólogos, que han diseñado y desarrollado ocho proyectos sucesivos, algunos de los cuales necesitaron incluso ser ampliados. La conclusión de todo ello cristalizó ayer en la firma del convenio por el que la compañía cede a Ravella los 1.026 metros cuadrados situados al sur de esta finca en los que han emergido cinco grandes hallazgos, con la puerta marítima que daba acceso al viejo Alobre desde el mar, una absoluta sorpresa, y la cetárea romana, que ya se había detectado a principios del siglo XX, como hitos más destacados.
Fueron el alcalde de la ciudad, el socialista Alberto Varela, y Mariña Rivas, responsable de Relaciones Institucionales de Mercadona en Galicia, quienes presentaron un acuerdo por el que la cadena no solo entrega este terreno al patrimonio municipal, por un período de cincuenta años, sino que se compromete, además, a sufragar su musealización a través de una inversión de 65.000 euros, y dos años más de excavaciones. La tarea recaerá de nuevo en los profesionales de A Citania, representados ayer por el arqueólogo Israel Picón.
«Os restos —anunció el regidor— serán integrados no parque botánico Enrique Valdés Bermejo para que poidan ser coñecidos e desfrutados por todos os vilagarciáns». «Cremos que contribuír á musealización e facilitar este proceso é o noso deber. Aquí había un obxectivo común para poñer os restos en valor, coidalos, mantelos e poñelos á disposición da cidade», apuntó Rivas antes de que el arqueólogo tomase la palabra para explicar con detalle la labor que Citania ha llevado a cabo bajo el paraguas de Mercadona y la supervisión del Concello y la Dirección Xeral de Patrimonio.
«A parcela era enorme e alí estaban documentados a necrópole de Arealonga e o famoso castro de Alobre». La única condición que planteó la Xunta para los primeros sondeos (18 manuales y 14 mecánicos, a continuación) fue que dirigiese el trabajo un profesional con un currículo contrastado. Y ahí surgió la figura de María Martín Seijo. «Escavamos en 344 metros cadrados e apareceu a cetaria. Pero non coma apuntaron Gil y Casal en 1905 e Núñez Búa en 1921, porque os dous falaban dunhas estruturas en mal estado, e vimos que non era así». A partir de entonces se sucedieron las ampliaciones y los diferentes proyectos. El Encontro Arqueolóxico que O Barbanza acogió en el 2020 sirvió una primera remesa de datos para consumo interno de los especialistas: «María Martín demostrou o consumo masivo de pescada, fanecas e xurelos, ademais de caramuxos, mexillóns, ostras, berberechos ou longueiróns que falaban dunha factoría cunha transcendencia importante».
Picón subraya que desde el primer momento Patrimonio dictaminó que las estructuras halladas debían ser conservadas y musealizadas, y que cualquier construcción debería respetar este requisito inexcusable. Con esta información, Mercadona diseñó y comenzó a levantar su nuevo establecimiento, «nunha zona de baleiro arqueolóxico, na que os resultados foron negativos».
Como negativas fueron las conclusiones del sondeo que A Citania realizó en el antiguo secadero de madera que, erigido en la década de 1940, pudo ser demolido. Este hecho permitió localizar dos enterramientos —los cuerpos obran en manos de la Universidade de Santiago de Compostela— y ampliar el perímetro de la cetárea. Pero, sobre todo, aportó la primera evidencia arqueológica del propio castro en esta zona de la parcela, que hasta entonces se consideraba ocupada únicamente por la necrópolis de Arealonga. Los proyectos se siguen sucediendo y aquella estructura circular castrexa acaba revelando la existencia de la puerta marítima de Alobre, además de cuncheiros tardorromanos o altomedievales que continúan en estudio.
¿Y a partir de ahora? «Temos que definir os obxectivos que queremos acadar e falar de novo con Patrimonio, porque esta será unha intervención ambiciosa e nada estándar, unha oportunidade única. Manexar moita información para a súa posta en valor, o asesoramento de restauradores...». Y de nuevo el aval de la doctora María Martín, ahora en nombre del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Mil años de actividad a orillas del mar de Arousa
Las excavaciones acarrearán, como primera consecuencia, cambios fundamentales en la información que se manejaba acerca del castro de Alobre. El tamaño que se le asignaba, unos 19.400 metros cuadrados, tendrá que ser ampliado, al menos, en otro millar de metros. La cronología de la puerta marítima aún se desconoce, pero nada tiene que ver con la cetárea de época romana. Israel Picón sostiene que el yacimiento mantuvo una u otra actividad durante cerca de mil años.