La excavación ha dejado al descubierto dos muros paralelos de grandes dimensiones Los arqueólogos dicen que el hallazgo es muy importante desde el punto de vista patrimonial
30 may 2005 . Actualizado a las 07:00 h.La primera fase de los trabajos de excavación del castro de Porto de Baixo, ubicado en el parque natural de Corrubedo, permite a los arqueólogos establecer que, casi con toda probabilidad, el asentamiento estuvo ocupado entre los siglos II y IV antes de Cristo. La actuación, dirigida por Miguel Ángel Vidal Lojo, consistió en la realización de cinco sondeos en una superficie de 110 metros cuadrados. En una de las exploraciones llevadas a cabo vio la luz un tramo de muralla que delimita en su perímetro el asentamiento castreño. Parte de esta estructura ha quedado al descubierto para que pueda ser observada por el público. De hecho, la Consellería de Medio Ambiente y el Concello, que son los promotores de esta intervención, pretenden que el resto arqueológico constituya un reclamo más para potenciar las visitas al complejo dunar. Hogueras El yacimiento tiene unas dimensiones aproximadas de 110 metros de longitud por 55 de anchura, pero la exploración no ha sido lo suficientemente amplia como para determinar el número de edificaciones existentes en el interior. Lo que sí se ha apreciado han sido áreas de actividad humana, como restos de hogueras. Uno de los detalles que más ha llamado la atención del arqueólogo Vidal Lojo ha sido la monumentalidad de los dos muros paralelos que cierran el castro de Porto de Baixo. El exterior tiene tres metros y el interior, 2,30. Ambos cierres poseen características técnicas constructivas distintas, lo que hace presuponer a los expertos que hubo dos momentos diferentes de ocupación. En opinión de los especialistas, los hallazgos de esta primera intervención son muy importantes desde el punto de vista patrimonial y llevan a pensar que puede haber elementos muy significativos.