El Don Miguel de A Pobra es un clásico de la hostelería barbanzana
02 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.En el restaurante Don Miguel se come como en casa, aunque no en todos los hogares haya una cabeza de jabalí sobre la mesa. Es este establecimiento hostelero de A Pobra, un clásico del sector en Barbanza, donde se apuesta por la cocina de la abuela con una materia prima de nivel. Su marisco sabe a gloria y en sus sillas se han sentado comensales como Adolfo Suárez, Belén Rueda o Kárpov, por nombrar solo a algunos de los muchos personajes de renombre que sucumbieron a los encantos de sus vinos y platos. Las muchas fotos antiguas que cuelgan de sus paredes dan fe.
Fue en 1986 cuando Miguel Losada, el hostelero que puso su nombre al restaurante, unió sus fuerzas a las de su mujer, Gina Millán, para echar a andar el negocio. Comenzó siendo una tapería que fue ganando poco a poco la fama de la que goza hoy. Es su hijo, Pablo Losada, el joven que ha mamado el espíritu emprendedor de sus padres y quien ahora se desvive por el local: «El negocio se sustenta en la clientela procedente de la industria de la zona. Ofrecemos la mejor cocina gallega a la vieja usanza», explica.
Los temas de conversación
Cuenta Pablo Losada que la comida es el principal tema de conservación de los clientes. No es de extrañar, a juzgar por el olor que desprenden los fogones. Se evitan la política y el cotillero, aunque en los tiempos que corren es difícil que la palabra crisis no se cuele entre las frases. La decoración mantiene la esencia de aquellos inolvidables años ochenta.