Las barreras del turismo accesible

Ana Gerpe Varela
A. gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Llegar al castro de Baroña, entrar en el museo de Santa María a Nova o en el Pozo do Cachón es inviable si se va en silla de ruedas

04 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La batalla en favor de la accesibilidad abarca muy diversos campos y el del turismo es uno de ellos, aunque no es en el que mayor hincapié se hace. Miembros de los colectivos que trabajan en la comarca con personas con discapacidad -Ambar, Adisbismur y Amicos- se quejan con frecuencia de que, a la hora de realizar actuaciones, no se pide el consejo de quienes conocen la materia y pueden contribuir a que las áreas públicas sean disfrutadas por el conjunto de la ciudadanía. Se dan pasos, pero a veces de forma incorrecta o insuficiente, dicen desde las entidades.

Eliminar barreras en los espacios naturales no es sencillo, pero como apunta el director de Amicos, Xoán España, en ocasiones puede actuarse, aunque sea en parte. Precisamente, eso es lo que pretende hacer el Concello sonense en el castro de Baroña. El alcalde, Luis Oujo, explica que la intención es colocar una estructura que permita a personas con movilidad reducida acceder desde la caseta de información turística hasta el primer mirador: «Non poderá chegarse ata o pé do xacemento, pero polo menos haberá un avance».

Las pasarelas de las playas

Una persona que conoce bien las dificultades que entraña el disfrute de determinados espacios es la coordinadora del centro de Adisbismur en Muros, Fina Lestón, quien señala que las pasarelas de las playas no llegan hasta la orilla. En los mismos términos se expresa el noiés Pepe Barrio, que se desplaza en silla de ruedas: «As estruturas chegan a terra de ninguén, porque che deixan na area». En cuanto a recintos inaccesibles, Lestón se refiere al Pozo do Cachón, «polas pedras que hai na ponte é imposible que vaia soa unha persoa en cadeira», y Barrio indica que en el museo de Santa María a Nova «coa colocación dunha rampla poderían salvarse as escadas».

A veces, eliminar barreras en centros expositivos obligaría a cambiar su fisonomía. Es lo que sucede en el Museo Valle-Inclán de A Pobra. La persona que está al frente de la sala comenta que solo es accesible la mitad: «A torre en ningún caso o é para unha persoa en cadeira. Pensouse en facer una modificación cando se rehabilitou, pero iso implicaría rachar a estrutura de pedra dunha construción declarada monumento histórico artístico». Otro ejemplo que se cita en A Pobra es el del reformado cine Elma, en el que las personas que desplazan en silla de ruedas no pueden entrar por la puerta principal».

Pese a sus dificultades de movilidad, el palmeirense José Manuel Iglesias es un auténtico atleta sobre cuatro ruedas y no hay paseo en Ribeira que no se haya recorrido. A la hora de hablar de los obstáculos con los que se encuentra, señala: «A pasarela do río Arlés ten 1,20 de ancho, cando debería ter un 1,50 para poder facer o xiro. A de Coroso ten dous metros. Un día, unha parella que ía pola senda do río cun carro de bebé tivo que levantalo para que eu pasase». Explica que intentó ir desde San Roque hasta Pedra da Ra por el nuevo acceso, pero «tiven que dar volta porque a rampla é moi empinada».

«Facer que espazos naturais sexan practicables resulta doado e asumible»

El director de Amicos, Xoán España, reconoce las dificultades de intervenir en algunos lugares, pero subraya: «Facer que espazos naturais sexan practicables resulta doado e asumible». Como ejemplo, cita una iniciativa llevada a cabo en Sálvora por sugerencia de su entidad: «Puxéronse muletas e bastóns para visitantes que poidan ter dificultades á hora de moverse. Outro aspecto que nós queremos estender é o dos pictogramas, que poden servir moito máis que para persoas con autismo, porque son comprensibles para calquera».

Otro lugar en el que con una mínima actuación podría avanzarse mucho son los castros de Neixón: «Colocando algún tipo de soporte ampliaríanse as posibilidades de acceso para todos», apunta Xoán España. El responsable de Amicos señala que «as axudas técnicas son de gran importancia e non se pensa nelas. Os problemas de accesibilidade non afectan só a xente en cadeira de rodas», sentencia.

«Non se pensa na potencialidade a nivel turístico das persoas con discapacidade»

Curtido en mil batallas, el presidente de Cogami y de la Confederación Nacional de Personas con Discapacidad, Anxo Queiruga, asegura que «a accesibilidade non pode encamiñarse só aos cidadáns que van en cadeira. O patrimonio está para que a xente o poida ver». Natural de Porto do Son, manifiesta que la colocación de la pasarela en la playa de As Furnas le permite «gozar deste espazo, é moi saudable». Sin embargo, afirma que «non se pensa na potencialidade a nivel turístico das persoas con discapacidade. Somos un grupo social excluído do turismo».

Queiruga se manifiesta muy crítico con las Administraciones que, asegura, «só consultan cando teñen problemas». Cree que es posible eliminar barreras mucho más de lo que pueda parecer, y no tiene dudas de que «é unha cuestión de vontade». Por eso, subraya que continuará dando la batalla, para que la ley de accesibilidad universal, cuya fecha límite se cumplió el 4 de diciembre, sea realidad.

El Club Adecco hará visitas por la ría de Muros-Noia en una lancha adaptada

La adquisición de una embarcación adaptada permitirá al Club Adecco-Dea ofrecer, a partir de esta primavera, visitas turísticas por la ría de Muros-Noia, que se completarán con recorridos guiados por las villas sonense, muradana y noiesa. Su presidente, Pepe Barrio, indica que O Freixo y el Náutico de Portosín serán los puntos de salida. Se trata de una novedosa iniciativa con la que Barrio se siente muy ilusionado: «É unha oportunidade para fomentar o turismo accesible. Incluso, queremos facilitar que xente que usa cadeira poida sacar a licenza de navegación».