La hostelería barbanzana cuelga el cartel de completo para Navidad

Celia Riande García
celia riande RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

El restaurante Chicolino, en la foto, es uno de los clásicos para las cenas de empresa en Boiro.
El restaurante Chicolino, en la foto, es uno de los clásicos para las cenas de empresa en Boiro. Marcos Creo

Las reservas en restaurantes se adelantan: «Recibimos chamadas dende outubro»

23 nov 2022 . Actualizado a las 20:45 h.

«Del fin de semana del 10 de diciembre queda poco, el del 17 ya está imposible». Así lo explicaba Alberto, responsable del restaurante Baiuca, uno de los más grandes a la hora de organizar cenas de empresa en la zona de Barbanza. Y es que, como todos los años y especialmente desde que se estabilizó la pandemia de covid y desaparecieron las restricciones orientadas a la contención de los casos, empresas y grupos de amigos se disponen a celebrar las cenas de Navidad.

En plena subida de los precios de los alimentos, situándose el IPC de octubre en Galicia en el 7,8 % —cinco décimas mayor que a nivel estatal—, los restaurantes ajustan sus tarifas a esta nueva realidad, algo que se reflejará en las carteras de todos los que este año tienen pensado disfrutar de una cena en grupo. Pese a este panorama, lo cierto es que, sea por necesidad de animar el espíritu o por las celebraciones que tuvieron que ir posponiéndose en los últimos años, los establecimientos comienzan a colgar el cartel de completo en el comienzo de esta temporada navideña.

Esta realidad se traduce en que, puede que por la reducción de opciones a la hora de reservar —el 24 de diciembre coincide en fin de semana— o bien porque la gente tiene más ganas de celebrar que nunca, las llamadas se han adelantado con respecto a otras Navidades. Por ello, y aplicando aquel dicho de que quien avisa no es traidor, el consejo es ir concretando lugar y fecha para evitar disgustos de última hora.

Esta prisa por dejar organizadas las reuniones propias de la Navidad la confirman desde el restaurante boirense Chicolino, donde ya llevan tiempo respondiendo llamadas. «Este ano empezaron bastante cedo, recibimos reservas dende finais de outubro e temos fins de semana completas. A data máis crítica é a do sábado 17 de decembro, xa a temos case imposible», aseguraba una trabajadora del restaurante.

La misma situación se repite en la mayoría de locales de hostelería, donde coinciden las fechas más solicitadas. «Hay gente que reservó hace por lo menos un mes. Este año, al comenzar las reservas tan pronto, tuvimos que compartir los menús de Navidad antes de lo previsto», asegura el encargado del restaurante Xanxo, localizado en A Pobra do Caramiñal.

En cuanto a los menús, la mayoría de los locales optan por un modelo de carta cerrada, con ofertas de platos a distintos precios. En Rianxo, José Manuel Otero, de Casa Isolina, ha decidido funcionar este año con este tipo de oferta: «Buscamos un menú con platos en los que podamos garantizar el coste. No nos aventuramos a dar un precio para el marisco, por ejemplo, porque mañana viene un temporal y es un riesgo muy grande, a la gente le gusta saber cuánto va a pagar».

Ajuste de precios

El propietario de Casa Isolina reconoce que han tenido que ajustar los precios de sus platos para poder seguir funcionando. «No son solo los alimentos, es la luz, el gas y todo». Esta realidad se repite en la mayoría de restaurantes, pese a que intenten hacer menús competitivos. Desde el Xanxo, en A Pobra, aseguran que cada vez es más difícil mantener los precios: «Es como todo, el problema es buscar un equilibrio, que sea bueno para el cliente y también para nosotros, porque nos subieron todos los productos muchísimo. Es complicado compaginar las subidas y que los menús sean atractivos y asequibles».

Ante este panorama, Alberto Carou, de O Curral do Marqués, en Rianxo, también opta por la variedad para ajustarse a los distintos presupuestos de los clientes. «Haber hai de todo, pero o que máis solicitado está é a opción máis económica», admitía su gerente. Lo mismo opinan desde Baiuca, donde Alberto [entre risas] se pregunta: «¿A qué opción irías tú? A día de hoy y sabiendo como está viviendo la mayoría de la gente, la respuesta es evidente: hay que ajustar el cinturón».

«Nótase o que pasou o ano pasado co covid, a xente ten ganas de celebrar»

Alberto Carou celebra que este año la situación de su negocio haya mejorado. Una buena racha que, asegura, arrastra desde verano. Lo misma opinan los responsables del Baiuca, que valoran especialmente el éxito de las citas organizadas. Ambos hosteleros lamentan el mal resultado de la pasada campaña navideña, donde los planes se vieron truncados por el alza de casos de covid, forzando a limitar hasta las reuniones en el hogar. En este sentido, Carou lo tiene claro: «Nótase o que pasou o ano pasado co covid, a xente ten ganas de celebrar».

En el restaurante Baiuca aseguran que «se pusieron a la venta las entradas la semana pasada y no queda ninguna», lo que es motivo de celebración.

En cuanto a tendencias, en O Curral destacan la escasez de grupos grandes. En este sentido, son muchos los gerentes que admiten que antes las empresas sí pagaban más para este tipo de cenas, pero «agora son sobre todo grupos de amigos os que deciden facer ceas, sexan ou non de traballo» concluye Carou.

Celebraremos

Pese a los grupos más reducidos y el ajuste de presupuestos, lo cierto es que los barbanzanos no dudan en coger el teléfono para organizar las fiestas de Navidad. Las cenas de empresa ocupan los fines de semana y los eventos de año nuevo se agotan en apenas horas dejando claro que, pese a todo, lo que no faltan son las ganas de festejar, y que llueva o no llueva, celebraremos mientras nos dejen.